María Corina Machado prometió ayer que los manifestantes opositores seguirán decididos y en las calles para enfrentar al régimen chavista, al salir de la clandestinidad para encabezar una protesta en Caracas contra la disputada victoria de Nicolás Maduro en las elecciones.
Machado convocó a concentraciones masivas en más de 300 ciudades en Venezuela y en el extranjero para intensificar la presión sobre Maduro para que reconozca lo que para la oposición y gran parte de la comunidad internacional fue una victoria abrumadora del candidato de Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Machado encabezó la Protesta por la Verdad en la capital venezolana, después de haber estado la mayor parte del tiempo escondida ante las amenazas de arresto del gobierno de Maduro.
“No abandonaremos las calles”, dijo Machado a cientos de manifestantes, muchos de los cuales ondeaban la bandera nacional y exhibían copias de las actas electorales de sus centros de votación como prueba de una victoria de la oposición.
“Con inteligencia, prudencia, resistencia, audacia... la protesta pacífica es nuestro derecho”, dijo la exdiputada, a la que la Justicia electoral, controlada por el chavismo, impidió ser candiata. “La violencia les conviene a ellos. Nosotros no atacamos a otros venezolanos”. Y afirmó: “Es escalofriante lo que el régimen ha hecho en materia de represión, y el mundo lo está viendo”.
“Nos dijeron que derrotar el fraude y demostrar nuestra victoria era imposible, y lo logramos. Nosotros pudimos derrotar el fraude y demostrar nuestra victoria. Este es el momento de cobrar”, insistió. “Lo que pasó el 28 y 29 de julio tiene al mundo maravillado, no pueden creer lo que hicimos. Todo el mundo sabe cuál es la verdad. Lo que pasó el 28 y 29 de julio sorprendió a un régimen que está totalmente desconectado de la realidad. Creían que se iban a salir con la suya y nunca se imaginaron que estos más de 12 millones de venezolanos íbamos a ir a votar. Creían que a punta de miedo y amenazas iban a hacer que la gente renunciara a un cambio y el 70% votó por Edmundo González Urrutia”, continuó.
Al recordar la lucha opositora iniciada en 2023 para llegar a las elecciones, subrayó que “viene ahora la quinta etapa, estamos en la quinta etapa y este es el momento de cobrar. Cobrar significa que cada voto se respete. No hay nada que esté por encima de la voz del soberano, y el soberano habló en Venezuela el 28 de julio. La voz del pueblo y la decisión del pueblo se respeta”.
“Esto es diferente a cualquier otro proceso de elecciones en el mundo”. Los manifestantes vitorearon ruidosamente el discurso de Machado. “¡Libertad! ¡Libertad!”, gritaban muchos.
Antes, Machado había llamado al movimiento opositor a “mantenerse firme y unido” ante las amenazas y la violencia, que se han traducido en cientos de detenciones y desapariciones forzadas, denunciadas por el Alto Representante de la ONU. “Intentan asustarnos, dividirnos, paralizarnos, desmoralizarnos, pero no pueden porque están absolutamente atrincherados en sus mentiras y violencia”, escribió en X.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamó a Maduro ganador de un tercer mandato de seis años, hasta 2031, otorgándole el 52% de los votos emitidos el 28 de julio, pero sin ofrecer un desglose detallado de los resultados.
La oposición dice que los resultados a nivel de centro electoral muestran que su candidato, Edmundo González Urrutia, obtuvo más de dos tercios de los votos. González Urrutia sustituyó a Machado en la papeleta después de que las instituciones leales al régimen descartaran su candidatura. “Si nos quedamos callados, esto no tiene sentido”, dijo uno de los manifestantes. “Este es un gobierno criminal que quiere aferrarse al poder. Huelo libertad, no tengo nada que temer”.
“Estamos con ustedes”. La represión de las protestas contra Maduro han provocado 25 vidas hasta el momento, con casi 200 heridos y más de 2.400 detenidos desde el día de las elecciones. A primera hora de ayer, hubo un fuerte despliegue de seguridad en la capital, con dos vehículos blindados y cuarenta tropas montadas en motocicletas controlando el acceso al barrio de bajos ingresos de Petare, a pocos kilómetros del punto de reunión de la oposición. Los medios de comunicación locales informaron sobre despliegues similares en otras zonas.
En una de las primeras manifestaciones en el extranjero en ponerse en marcha ayer, más de cien venezolanos en Australia se reunieron en Sydney, agitando banderas nacionales y globos. “Este es un mensaje contundente a nuestro pueblo en Venezuela. Estamos con ustedes, y queremos que el mundo escuche lo que estamos diciendo”, dijo la organizadora de la protesta, Rina Rivas. En España, la principal manifestación tuvo lugar en la Puerta del Sol de Madrid, una plaza donde caben unas 15 mil personas y que estaba abarrotada, pero hubo otras en Barcelona, Sevilla, Valladolid, Logroño, Pamplona, y en Santa Cruz de Tenerife, en las islas Canarias, el archipiélago del que históricamente tantas personas emigraron a Venezuela y que en los últimos años ha recibido a muchos venezolanos.
González Urrutia, también en la clandestinidad, apareció por última vez en público en una protesta el 30 de julio. Maduro había pedido la detención de Machado y González Urrutia. Los acusa de buscar fomentar un “golpe de Estado”.
“Muy desagradable”. La pretensión de victoria de Maduro ha sido rechazada por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos. Los vecinos Colombia y Brasil pidieron el jueves nuevas elecciones en Venezuela, pero Machado dijo que eso mostraría “una falta de respeto” a la voluntad popular ya expresada el 28 de julio. También Maduro rechazó la propuesta. El presidente pidió al Tribunal Supremo, también controlado por una militante chavista, que “certifique” el resultado electoral. “Los conflictos de Venezuela se resuelven entre los venezolanos, con sus instituciones, con su ley, con su Constitución”, dijo el jueves.
El viernes, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tradicionalmente un aliado izquierdista de Maduro, describió el régimen de Caracas como “muy desagradable” e insistió en la divulgación de las actas del escrutinio. En una entrevista de radio, Lula se negó a calificar al gobierno de Maduro como una dictadura, pero dijo que tenía un “sesgo autoritario”.
La Organización de Estados Americanos aprobó una resolución en Washington el viernes instando a Caracas a “publicar rápidamente las actas de las elecciones presidenciales, incluidos los resultados de la votación a nivel de cada mesa electoral” y expresó su preocupación por las violaciones a los derechos humanos durante la represión a las protestas.
Y en una declaración conjunta el viernes, la Unión Europea y 22 países pidieron una “verificación imparcial” del resultado de las elecciones.
El CNE dice que no ha podido publicar los resultados debido a un “ataque terrorista cibernético” contra sus sistemas, aunque la misión de observadores del Centro Carter ha dicho que no había pruebas para tal afirmación. Expertos en ciberseguridad también descartan esa posibilidad.
La oposición afirma que tiene acceso al 80% de los votos emitidos, que muestran una amplia victoria de González Urrutia.
