La agencia espacial estadounidense desarrollará un estándar de tiempo para misiones de exploración con el objetivo de establecer un Tiempo Lunar Coordinado (LTC). El líder de navegación para el desarrolló del relé eléctrico del programa SCaN de la NASA, Ben Ashman, sostuvo que “a medida que la industria espacial comercial crece y más naciones están activas en la Luna, una definición compartida de la hora es una parte importante de las operaciones seguras, resilientes y sostenibles”.
Se determinará mediante un promedio ponderado de los relojes atómicos de la Luna, de forma similar a cómo los científicos calculan el Tiempo Universal Coordinado (UTC) de la Tierra, reconocido a nivel mundial.
El equipo del Space Communications and Navigation (SCaN) Program fijará un horario en el satélite natural del planeta Tierra, para garantizar que la diferencia no afecte la seguridad de los futuros astronautas. El enfoque de los sistemas horarios, también será escalable para Marte y otros cuerpos celestes en todo nuestro sistema solar.
Aún está por determinarse exactamente en qué punto de la Luna se ubicará, ya que los análisis actuales indican que los relojes atómicos colocados en su superficie parecerán “marcar”más rápido en microsegundos por día. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio junto a sus socios, están analizando actualmente qué modelos matemáticos serán los mejores para constituir una hora lunar.
Una millonésima de segundo equivale a un microsegundo. En relación con ello, la directora de posición lunar, navegación, cronometraje y estándares en la sede de la NASA, Cheryl Gramling , explicó que “para algo que viaja a la velocidad de la luz, 56 microsegundos son tiempo suficiente para recorrer la distancia de aproximadamente 168 campos de fútbol”.
El programa SCaN de la NASA funciona como la oficina para las operaciones de comunicaciones espaciales y navegación de la agencia. Más de 100 misiones de la NASA y de terceros países dependen de sus dos redes, la Red de Espacio Cercano y la Red de Espacio Profundo, para apoyar a los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Entre las principales misiones que afrontará la organización gubernamental a futuro se encuentra la campaña Artemis, que se prepara para una presencia sostenida en la Luna y sus alrededores. Para la que se realizará un monitoreo del clima de la Tierra y los efectos del cambio climático, con la finalidad de apoyar el estudio lunar y “descubrir el sistema solar y más allá”.
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Se coordinará con las partes interesadas del gobierno de Estados Unidos, socios y entidades de estándares internacionales, siguiendo una directiva política que la Casa Blanca había reglamentado en abril.
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