La NASA celebró la Navidad en la Vía Láctea al divulgar la asombrosa silueta de un árbol formado por un conjunto de estrellas jóvenes, clasificado como el cúmulo estelar NGC 2264 que se encuentra ubicado a 2.500 años luz del planeta Tierra, conocido como el “Christmas Tree Cluster”. Su disposición cónica y las nubes de gas que lo rodean, representadas en tonos verdes figuran las agujas del principal elemento de la Nochebuena.
La agencia espacial explicó que “los datos ópticos en verde y violeta”, capturados por el astrofotógrafo, Michael Clow, destacan los detalles de la estructura que se complementan con las observaciones de rayos X. Las imágenes fueron coloreadas para resaltar su semejanza con un piño navideño.
Se trata de uno de los objetos astronómicos más emblemáticos en esta temporada, y las formas, creadas a partir de datos de rayos X y ópticos, destacan la belleza y la dinámica de un grupo estelar que se encuentra en las primeras etapas de su formación.
Según la NASA, los luceros tienen entre uno y cinco millones de años y son considerados como un laboratorio natural para estudiar procesos iniciales del ciclo de la vida de los elementos del cosmos. Rotadas unos 160 grados desde la orientación astronómica estándar, muestran el vértice de la estructura en la parte superior central de la imagen, lo que refuerza la ilusión de un “árbol cósmico”.
Las representaciones también incluyen datos ópticos capturados por telescopios terrestres, como los tonos verdes representativos del gas interestelar que forma las “ramas”. El “Christmas Tree Cluster” no solo es un espectáculo visual, sino también una “fuente inestimable” de información científica, consideran los expertos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio.
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Estas emisiones son indicativas de poderosas fulguraciones y actividad magnética que son comunes en las etapas tempranas de estos cuerpos celestes. Las variaciones en sus emisiones, detectadas en rayos X y otras longitudes de onda, se atribuyen a procesos como la actividad hipnótica, regiones calientes en sus superficies y cambios en el material circundante.
La agencia espacial estadounidense resaltó que estas composiciones “no solo representan fielmente los datos científicos, sino que también capturan la conexión entre la astronomía y la imaginación colectiva”.
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El conglomerado de estrellas NGC 2264 simboliza una ventana al pasado, ya que revela las condiciones que prevalecían en los inicios de la galaxia y ofrece pistas sobre su formación y los sistemas planetarios. Su aspecto festivo, que evoca un árbol navideño decorado con luces, refuerza el vínculo entre la humanidad, la exploración científica y las tradiciones culturales.
PM
