"Los verdaderos amigos siempre se sienten cerca el uno del otro sin importar la distancia que los separe". El presidente chino, Xi Jinping, ha citado este conocido verso de un antiguo poema chino para caracterizar las relaciones entre China y los países de América Latina y el Caribe.
Desde que se convirtió en jefe de Estado en 2013, Xi cruzó ya cinco veces medio planeta para llegar a América Latina y visitó 11 países de la región. Aquí se ha reunido con líderes nacionales, presenciado la firma de acuerdos de cooperación, visitado granjas locales, tomado café costarricense y recibido como regalo una camiseta de fútbol argentina con su nombre.
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"Existe un sentimiento natural de afinidad entre nuestros pueblos", dijo en una ocasión. Ahora que el líder chino acaba de volver a cruzar los vastos océanos para realizar otro viaje, su visita a Perú y Brasil impulsará aún más los intercambios y la cooperación entre ambas partes e inyectará un nuevo ímpetu a la construcción de una comunidad de futuro compartido China-América Latina.
En Perú participará este viernes y sábado del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que agrupa a 21 economías que representan el 60% del PIB mundial. A Brasil llegará el domingo, para la cumbre del G20 y para entablar una reunión bilateral con Lula.
Iniciativa de la Franja y un megapuerto en Perú
Xi Jinping llama a Perú “el vecino de China al otro lado del Pacífico”. Aunque ambos países están separados por miles de kilómetros, pero un puerto que acaban de inaugurar virtualmente junto a Dina Boluarte y su Gabinete de ministros reforzará aún más su "vecindad". Chancay, situado a unos 78 kilómetros al norte de Lima, es un puerto natural de aguas profundas.
Una vez en funcionamiento, se convertirá en una importante puerta de entrada a los océanos y un punto crucial en el Pacífico Sur, ayudando a redistribuir la carga de países como Chile, Ecuador, Colombia, Brasil y Paraguay. Además, el tiempo de transporte marítimo de mercancías de Sudamérica a Asia se reducirá a la mitad, de 45 a 23 días.
El puerto es un importante proyecto de colaboración entre China y Perú, en el que el primero ha desempeñado un papel decisivo. Al reunirse con la presidenta peruana, Dina Boluarte, durante su visita a Beijing en junio, Xi Jinping pidió esfuerzos conjuntos para completar el puerto en la fecha prevista y convertirlo en un nuevo corredor terrestre-marítimo entre China y América Latina.
"'De Chancay a Shanghai' se ha convertido en un lema en Perú, lo que indica un futuro brillante de cooperación mutuamente beneficiosa entre las dos naciones", dijo el presidente chino a su homóloga peruana.
En la última década, China y América Latina se han convertido en socios en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por Xi Jinping. Hasta ahora, 22 países de la región han firmado documentos de cooperación. Los proyectos construidos conjuntamente en este marco ya han dado sus frutos, incluida la red de transmisión de electricidad de ultra alta tensión desde la central hidroeléctrica de Belo Monte, en Brasil, la autopista norte-sur de Jamaica y el ferrocarril Belgrano Cargas, en Argentina.
"China y América Latina disfrutan de una fuerte complementariedad económica. Sus estrategias de desarrollo están mutuamente alineadas y tienen ventajas naturales para fortalecer la cooperación", declaró Xi. Desde 2012, China ha sido el segundo socio comercial de América Latina.
En 2022, el comercio entre ambas partes creció un 7,7 por ciento interanual hasta alcanzar los 485.700 millones de dólares. Según un informe publicado recientemente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, China será el mercado de exportación de más rápido crecimiento de la región este año.
Interacción de grandes civilizaciones
Xi Jinping citó un proverbio: "Condición de buenos amigos, condición de vino añejo", para describir la larga amistad entre los pueblos chino y latinoamericano al dirigirse al Congreso Nacional de Brasil durante una visita al país sudamericano en 2014. Fue su primera visita a Brasil tras asumir la presidencia china.
En su discurso, relató historias de intercambios interpersonales entre ambos países. También citó al letrista y novelista brasileño Paulo Coelho y mencionó la serie de televisión brasileña La esclava Isaura, que fue muy popular en China en la década de 1980.
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Los intercambios culturales son un pilar crucial de la interacción entre China y América Latina, dos grandes civilizaciones. El presidente chino ha subrayado en repetidas ocasiones que la amistad entre los pueblos es vital para unas relaciones sólidas entre Estados.
China estableció aproximadamente 180 hermanamientos entre ciudades con 17 países de América Latina y el Caribe, lo que ilustra sus intercambios culturales y personales, siempre florecientes. En los últimos años, las plataformas para los intercambios personales y culturales se han diversificado cada vez más.
Visión compartida
En su intervención en la Reunión de Líderes China-Países Latinoamericanos y Caribeños celebrada en Brasil en 2014, Xi Jinping propuso que se construyera una comunidad de futuro compartido. China y los países latinoamericanos son todos países en desarrollo, se encuentran en etapas similares de desarrollo y asumen las mismas tareas de desarrollo. Pueden ser socios en sus respectivas búsquedas de modernización.
Durante la visita a China del presidente brasileño el año pasado, Xi y Luiz Inácio Lula da Silva presenciaron la firma de una serie de acuerdos de cooperación, muchos de ellos relacionados con nuevas áreas como la reducción de la pobreza, la economía digital y las telecomunicaciones. Esto no solo sirvió como indicación de que ambos seguirán creando nuevos motores de crecimiento y promoviendo conjuntamente una cooperación de alta calidad para mayor beneficio de sus pueblos, sino como reflejo de la nueva tendencia en la cooperación de beneficio mutuo entre China y América Latina.
"Hoy tenemos una presencia muy grande de empresas chinas en Brasil", dijo la expresidenta brasileña Dilma Rousseff en una entrevista reciente con Xinhua, añadiendo que "esto ha contribuido a la reindustrialización de Brasil". Rouseff dirige actualmente el Nuevo Banco de Desarrollo, un banco multilateral creado por el grupo BRICS.
A finales de septiembre, en Beijing, en vísperas del 75º aniversario de la fundación de la República Popular China, Xi entregó a Rousseff la Medalla de la Amistad, el máximo galardón chino para ciudadanos extranjeros, en honor a su contribución a la amistad entre China y Brasil. Rousseff se mostró sorprendida por el notable desarrollo de China en las últimas décadas y elogió la filosofía de Xi de un desarrollo centrado en las personas. "Comparto profundamente" esa visión, afirmó.
China, liderada por Xi, se esfuerza por hacer realidad su sueño de rejuvenecimiento nacional, mientras que la unidad, la cooperación, el desarrollo y la revitalización son los sueños del pueblo latinoamericano. A ojos de Xi, China y los países latinoamericanos son buenos amigos y socios afines que avanzan de la mano. "El 'Sueño Chino' y el 'Sueño Latinoamericano' están estrechamente vinculados. Ambas partes deben animarse a perseguir esos sueños y hacerlos realidad conjuntamente", ha propuesto Xi.
Con información de Xinhua
ML