El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, prometió ayer tomar “rudas” represalias contra cualquier ataque de Israel y Estados Unidos, al tiempo que grupos proiraníes en Irak dispararon drones contra territorio israelí, que fueron interceptados.
El ejército israelí prosigue en paralelo su guerra contra Hamas en Gaza y Hezbollah en Líbano. Ambas milicias islamistas están apoyadas por Irán, que también se enzarzó en los últimos meses en un ciclo de ataques con Israel, haciendo temer una conflagración en Medio Oriente.
A tres días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y pese a la presión internacional, los esfuerzos por poner fin a las hostilidades no han dado sus frutos.
En este tenso contexto, Estados Unidos anunció el viernes que realizará en los próximos días nuevos despliegues militares en Medio Oriente, incluidos medios de defensa contra misiles balísticos, aviones de combate, bombarderos B-52, que llegarán “en los próximos meses” para “la defensa de Israel” y como advertencia a Irán.
“Estados Unidos, como el régimen sionista (Israel), tienen que saber que sin duda recibirán una respuesta ruda por lo que están haciendo contra Irán, la nación iraní y el frente de resistencia”, declaró ayer Ali Khamenei.
Drones lanzados desde Irak contra Israel. Además de a Hamas y a Hezbollah, Irán apoya a los rebeldes hutíes en Yemen y a grupos proiraníes en Irak, que forman parte de lo que Teherán llama el “eje de resistencia” a Israel. Ayer, la Resistencia Islámica en Irak, coalición de grupos armados proiraníes, reivindicó ataques con drones en dirección a Eilat, ciudad del sur de Israel a orillas del mar Rojo. El ejército israelí declaró haber interceptado tres drones sobre el mar Rojo que se aproximaban desde el este.
El 26 de octubre, Israel atacó instalaciones militares en Irán en represalia por el ataque iraní con misiles contra territorio israelí del 1° de octubre. “La respuesta a esa agresión del enemigo será firme, meditada y poderosa, e irá más allá de la comprensión del enemigo”, amenazó Ali Mohammad Naini, portavoz de los Guardianes de la Revolución.
En la frontera sur de Israel, el ejército israelí bombardeó el norte de Gaza, en particular Jabaliya y Beit Lahia, y Nuseirat, en el centro, donde murieron tres palestinos, según la Defensa Civil.
Israel, que concentra su ofensiva desde el 6 de octubre en el norte del territorio, afirmó haber “eliminado a decenas de terroristas en Jabaliya” e informó de operaciones contra Hamas en el sur y el centro.
El ejército aseguró igualmente que había localizado un túnel en Ciudad de Gaza, en el norte, que albergaba una instalación de producción de armas de Hamas, en el que encontraron especialmente “material de buceo” destinado a “entrar en el territorio israelí a través del mar”.
Los habitantes del norte de Gaza corren el “riesgo inminente de muerte por enfermedad, inanición y violencia”, alertaron el viernes los jefes de las grandes agencias humanitarias de la ONU. “La situación es apocalíptica”.
En el frente norte de Israel, Hezbollah anunció haber lanzado andanadas de cohetes contra una base militar cerca de Tel Aviv, “industrias militares” cerca de Haifa y otros objetivos en el norte del país.
Al menos 19 personas resultaron heridas en Tira, en el centro de Israel, cuando un proyectil cayó sobre un edificio, indicaron las autoridades, que informaron que varios cohetes fueron interceptados.
Los disparos de Hezbollah se producen un día después de que más de cincuenta personas murieran en bombardeos israelíes en Líbano, según las autoridades.
Ayer, el ejército israelí bombardeó de nuevo los suburbios del sur de Beirut, un bastión del movimiento islamista, dejando un muerto y 15 heridos, según el Ministerio de Salud libanés. También bombardeó el sur del país, donde sus fuerzas lanzaron una ofensiva terrestre el 30 de septiembre.
Tras un año de intercambios de disparos transfronterizos, Israel intensificó el 23 de septiembre sus bombardeos contra posiciones de Hezbollah en Líbano, afirmando que su objetivo es neutralizar al movimiento en la frontera y permitir el regreso al norte del país de 60 mil habitantes desplazados.
Al menos 1.900 personas han muerto en Líbano desde la intensificación de los bombardeos, según datos oficiales.