INTERNACIONAL
El juicio del horror en Francia

Juicio contra Dominique Pelicot: la reacción de Gisèle y su marido al ver el video de una de las violaciones

A pedido de la víctima, se mostraron videos que Dominique Pelicot había guardado en una carpeta llamada “abuso”. El tribunal compartió las imágenes delante de la propia Gisèle Pelicot y de otro co-acusado.

Dominique y Gisele Pélicot
Dominique y Gisele Pélicot | AFP

Advertencia: esta nota contiene detalles de un caso de abuso sexual que pueden herir su sensibilidad.

 

El caso Pelicot conmocionó a Francia y a todo el mundo debido a las graves acusaciones de violencia y abuso sexual que involucran a Dominique Pelicot y su esposa, Gisèle Pelicot. Este juicio se centra en una serie de videos que documentan agresiones a Gisèle durante una década, donde se argumenta que su esposo drogó a su pareja y permitió que otros hombres abusaran de ella sistemáticamente y sin su consentimiento.

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Ahora, el tribunal decidió, a pedido de la querella, mostrar un video secuestrado a Dominique Pelicot de un disco duro llamado “abuso”, delante de toda la audiencia del juicio.

Bocetos Dominique y Gisèle Pelicot - Septiembre 2024
Boceto de Dominique y Gisèle Pelicot - Septiembre 2024 - AFP

Un silencio abrupto inundó la sala del tribunal en Aviñón cuando tres grandes televisores, ubicados en lo alto de tres paredes, se desplegaron. La gente se sintió inquieta. En un crudo juicio sobre acusaciones relacionadas con drogas y violación, llegó el momento de mostrar más de los videos caseros que Dominique Pelicot seleccionó cuidadosamente.

Cincuenta hombres fueron acusados de violarla después de que su esposo la drogó y la dejó inconsciente en la cama de ambos.

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A sus 72 años, Gisèle Pelicot renunció a su anonimato para que se revelaran al público francés todos los detalles de lo que sufrió. Sus abogados lucharon para que el tribunal proyectara videos de los crímenes. Aunque el juez informó que las personas “de carácter sensible” podían marcharse, uno de los miembros del equipo legal de Gisèle Pelicot afirmó que muchos decidieron “mirar la violación directamente a los ojos”.

Muchos de los hombres reclutados por su exmarido en internet insistieron en que no creían que lo que hacían fuera una violación.

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Dominique Pelicot se sentó detrás de un panel de cristal, desplomado en su silla, con el pelo gris bien cortado y la mano izquierda levantada para bloquear su vista de la pantalla. Gisèle Pelicot, sentada en el lado opuesto de la sala, apoyó la cabeza en la pared y cerró los ojos de vez en cuando. Su expresión fue vacía e indescifrable. En la pantalla, se vio a un hombre bajito y pálido, vestido solo con calzoncillos azules y calcetines negros, acercándose a una cama. La cámara lo siguió, mostrando a una mujer que yacía de costado, casi desnuda, sobre una sábana blanca arrugada.

Bocetos Dominique y Gisèle Pelicot - Septiembre 2024
Boceto de Dominique Pelicot - Septiembre 2024 - AFP

Entonces, sin edición, comenzaron los actos sexuales. Más adelante en el video, se escuchó claramente a la mujer roncando. En el tribunal, Dominique Pelicot se colocó ambas manos sobre las orejas. Durante años, había mezclado la comida y bebida de su esposa con un ansiolítico que la dejaba inconsciente, afectando gravemente su salud. Estos y otros videos, mostrados en el tribunal por insistencia de Gisèle Pelicot al público que miraba desde una sala cercana, constituyeron el núcleo del caso de la fiscalía.

Los fiscales sostuvieron que los 50 hombres que aceptaron las invitaciones en línea de Pelicot para visitar su casa en Mazan, cerca de Aviñón, debieron saber que su esposa estaba inconsciente. Por lo tanto, debieron darse cuenta de que ella no estaba dando su consentimiento en un juego sexual en el que simplemente fingía estar dormida, lo que implicó que debieron tener la intención de violarla. Sin embargo, una serie de abogados defensores y sus clientes intentaron impugnar esa afirmación.

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El hombre que apareció en un video en particular fue un carpintero de 43 años, identificado en el tribunal como Vincent C. Se encontraba de pie frente a los jueces en una zona separada con paredes de cristal, con la cabeza inclinada hacia abajo y la mirada en otra dirección. “¿Reconoce los hechos de violación agravada de los que se lo acusa?”, preguntó el juez principal, Roger Arata, con un gran bigote blanco. “No”, respondió Vincent C.

Según explicó de forma vacilante, Dominique Pelicot le dijo que su esposa era una pareja que daba su consentimiento en un juego sexual, así que no lo pensó. En ese momento, Gisèle Pelicot abandonó la sala del tribunal durante unos minutos, expresando: “No soporto a ese hombre”.

Vincent C. reconoció que la experiencia fue “extraña” y diferente a todo lo que había vivido con otras parejas. Sin embargo, se justificó: “No me dije a mí mismo: ‘Esto no está yendo bien’. No pensaba en esos momentos”. A pesar de ello, tras hablar con su madre y con los abogados, y de ver cómo se desarrollaba el juicio, Vincent C. aseguró que llegó a comprender más sobre la ley francesa, el significado de la violación y la gravedad de sus acciones. “Ahora que me están contando cómo se desarrollaron los hechos, sí, los actos que cometí equivaldrían a una violación”, reconoció.

“¿Es usted consciente de que Gisèle Pelicot fue víctima de sus actos?”, preguntó el juez. “Sí”, respondió.

Pelicot admitió todos los cargos que pesaban sobre él. Fuera de la sala del tribunal, un abogado que representó a otro de los acusados diferenció a Pelicot de los demás, afirmando que “hoy está claro que la posición de Dominique Pelicot es intentar diluir su responsabilidad arrastrando a otros 50 hombres. Gisèle es la víctima. La cuestión es si los demás fueron cómplices o si fueron engañados para participar”, dijo Paul-Roger Gontard, uno de los abogados defensores.

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Mientras algunos acusados admitieron haber violado, otros afirmaron haber hablado o interactuado con Gisèle Pelicot en el dormitorio. “Por lo tanto, hay zonas grises en este juicio”, continuó Gontard, señalando que los videos fueron editados por el propio Pelicot, lo que significó que podrían haberse eliminado pruebas potencialmente útiles para la defensa. “Seleccionó lo que quería conservar. Seleccionó las tomas. Pero no dejen que eso los engañe. Todo el mundo dice que es muy manipulador”, apuntó. “Muchos [de los acusados] pensaron que se trataba de un proyecto libertino de la pareja, pero en realidad se trataba de un plan siniestro y criminal ideado por el marido”, sostuvo.

La pregunta hoy es cuándo se dieron cuenta de que algo iba mal. Esta percepción varió según los acusados. A menudo surgió la pregunta: ¿por qué no se fueron? No fue tan sencillo irse en ese momento cuando se enfrentaron a una personalidad claramente dominante en una situación en la que estaban desnudos y grabados por una cámara”, agregó el abogado.

“Es un psicópata”

A diez minutos en auto del juzgado, en una pequeña casa de un suburbio de Aviñón, otro de los acusados que ya testificó en el juicio aceptó hablar con la BBC bajo condición de anonimato. El hombre, enfermero de profesión, se presentó como una víctima de Dominique Pelicot. “Tenía miedo. Me redujeron al estado de un instrumento. Fue él quien me dijo: ‘Haz esto’. Me dije a mí mismo que este hombre no era normal, era un psicópata. Era una emboscada, una trampa. Me iba a matar en esta casa”, expresó el acusado.

También afirmó que Gisèle Pelicot había “reaccionado a simples caricias. Se rascaba con un movimiento coordinado”, lo que, según él, le hizo creer que estaba consciente y simplemente fingía dormir. Cuando se lo cuestionó, y le sugirieron que él simplemente trataba de presentarse como una víctima para evitar la culpabilidad, insistió en que no era así. Arremetió repetidamente contra la forma en que se desarrollaba el juicio, contra las supuestas “pseudofeministas” y contra la “histeria” generada, según él, por los medios de comunicación.

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Con firmeza, aunque sollozando de vez en cuando, sostuvo que no era un violador. Sin embargo, reconoció que nunca se lo “consideraría inocente en este caso”. “Siempre llevaré conmigo la culpabilidad. Lo sé”, dijo.

El juicio en Aviñón continúa y el veredicto se conocería poco antes de Navidad. Hasta este momento, sólo la mitad de los acusados fueron llamados a declarar, pero este caso ya reveló, con los más sombríos detalles, los horrores a los que Gisèle Pelicot fue sometida y su extraordinario coraje al rechazar su derecho a la privacidad.

El caso también puso de relieve debates de larga data sobre las leyes y actitudes francesas en torno a la violación, y hasta qué punto el consentimiento de una mujer es, o debería ser considerado, un factor en los tribunales. Muchos de los hombres admitieron haber cometido un delito y, como Vincent C., incluso se disculparon con Gisèle Pelicot en la sala del tribunal, aunque también insistieron en que, dado que no tenían intención de violar, no deberían ser declarados culpables.

 

NG