Joe Biden ofició de anfitrión de la cumbre conmemorativa del 75 aniversario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que se inaugura este martes, en medio de desafíos significativos que van desde la política interna estadounidense hasta la escalada de la guerra en Ucrania.
El evento fue originalmente concebido para reafirmar la unidad de la alianza transatlántica pero se vio ensombrecido no solo por una serie de complejas dinámicas geopolíticas sino por la incertidumbre que genera la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, un detractor de la alianza transatlántica.
El presidente demócrata, de 81 años, recibirá a los 32 líderes de la alianza defensiva transatlántica durante tres días en Washington y en un contexto desafiante. A nivel interno, Biden se encuentra bajo escrutinio local después de su desempeño en el debate presidencial con su rival republicano. Un tema que también es seguido a nivel internacional, dado que, como jefe de estado de la primera potencial militar, debe demostrar su capacidad de liderazgo en un momento crítico y recargado de desafíos globales.
Las sombras detrás de la cumbre conmemorativa de la OTAN
La cumbre de la OTAN se desarrolla apenas un día después de un devastador bombardeo ruso contra Kiev y otra importante ciudad en Ucrania, que dejó al menos 30 víctimas y un centenar de heridos, incluidos civiles en un hospital pediátrico en la capital. Este incidente renovó la urgencia de un mayor apoyo militar y defensivo para Ucrania, un país que busca unirse formalmente a la OTAN pero enfrenta resistencias tanto internas como externas.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski, presente en la cumbre conmemorativa de la OTAN, volvió a calificar las acciones de Rusia como "terroristas". "Estamos haciendo todo lo posible para que el terrorista ruso pierda", dijo el mandatario ucraniano, destacando la necesidad de una respuesta amplia de Occidente frente a la agresión rusa.
Por su parte, el secretario general saliente de la OTAN, Jens Stoltenberg, lideró los esfuerzos para fortalecer la alianza creada en 1949 durante la competencia ideológica conocida como Guerra Fría, y particularmente para coordinar la ayuda militar a Ucrania.
"Es un esfuerzo muy serio para preparar a Ucrania para su futura adhesión a la OTAN", apuntó Stoltenberg, señalando los preparativos necesarios para integrar a Ucrania plenamente en la alianza. Ucrania espera una invitación formal para unirse a la OTAN, pero varios países, entre ellos Estados Unidos, se oponen, especialmente porque se trata de una de las principales objeciones de Moscú para negociar el final de la guerra iniciada en febrero de 2022.
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Los ojos de la OTAN puestos en Asia y Latinoamérica
En el marco de la cumbre de la OTAN para conmemorar su 75 aniversario, los líderes también buscaron reflejar una expansión estratégica hacia Asia, con la participación de líderes de países como Corea del Sur, Australia y Japón.
Este movimiento subraya el papel creciente de la OTAN en Asia oriental y Oceanía, especialmente en un contexto de competencia global con China, a pesar de que no es militar sino en materia económica y comercial.
Según el canciller sueco Tobias Billstrom, "Asia debe ser reconocida como parte de las preocupaciones de la OTAN", reflejando la evolución de las prioridades estratégicas de la alianza. "El pueblo estadounidense está más preocupado por la amenaza que representa China que por Rusia, por razones obvias", dijo, consciente de que Trump es muy crítico con la Alianza.
Rusia, por su parte, anunció el martes que seguirá con "la máxima atención" esta cumbre mientras que China criticó las "calumnias" y los "ataques" de la OTAN después de que el secretario general Stoltenberg la acusara de apoyar la invasión rusa de Ucrania.
Cabe destacar que a nivel regional, la alianza defensiva liderada por Estados Unidos hizo lo suyo impulsando la adhesión de Argentina como "socio global" de la alianza, un status que solo tiene Colombia y que se trata de una iniciativa que despegó bajo la presidencia de Javier Milei.
Después del debate, Biden busca fortalecerse frente al mundo
"Nuestros aliados esperan un liderazgo estadounidense", dijo Biden en MSNBC el lunes, consciente de las críticas que recaen sobre su estado cognitivo. De esta forma, el mandatario aprovechó para recordar que durante su gestión la alianza se expandió, particularmente después de la invasión de Rusia a Ucrania.
En el reciente debate presidencial organizado por CNN, Biden enfrentó críticas por su actuación calificada de "catastrófica" y marcada por olvidos, trabas y frases incomprensibles, alimentando las dudas sobre su salud mental y las cuestiones de su avanzada edad. A esto sumó que Trump, su rival en las elecciones del 5 de noviembre, fue muy crítico frente a la política exterior del veterano demócrata, especialmente por su rol en la guerra de Ucrania y en Medio Oriente.
Asimismo, Biden disparó las especulaciones sobre su idoneidad para un segundo mandato y amplificando las presiones internas para que abandone la carrera presidencial. Según declaraciones recientes, Biden afirmó que "no se irá" a ningún lado. "Soy el único que puede vencer a Trump", dijo, subrayando la importancia de su liderazgo en el contexto actual.
El ascenso de Donald Trump, una preocupación para la OTAN
La situación política interna en Estados Unidos añade un elemento de incertidumbre, con la posibilidad de que Donald Trump regrese al poder y redefina las relaciones transatlánticas, además de que disponga un menor aporte financiero y militar a Ucrania.
El expresidente republicano criticó repetidamente a la OTAN, calificándola de "obsoleta" y amenazando con retirar a Estados Unidos de la alianza, lo que generó preocupaciones entre los aliados sobre el futuro de la defensa colectiva europea.
Por este motivo, la cumbre de la OTAN se presenta como una prueba crucial para la alianza en un momento de tensiones geopolíticas y dinámicas políticas internas en Estados Unidos, su fundador y principal garante. En tanto, la capacidad de la OTAN para proyectar unidad y enfrentar desafíos globales emergentes, mientras gestiona las presiones internas y externas, será fundamental para su relevancia y eficacia futuras en un mundo cada vez más complejo y cambiante.
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