INTERNACIONAL
líbano lo acusa de rechazar una tregua

Israel sigue machacando el bastión de Hezbollah en el sur de Beirut

El gobierno libanés acusó ayer al Estado a Israel de rechzar la posibilidad de un cese del fuego con la milicia chiita apoyada por Irán que exploraron dos enviados de Washington en la región en los últimos días. El ejército israelí continuó con los bombardeos al bastión de Hezbollah y sus operaciones en el norte de Gaza, donde sostiene que Hamas trata de rearmarse, una región en la que, según las agencias humanitarias de la ONU, “toda la población está en riesgo de muerte”.

02_11_2024_libano_afp_g
Destrucción. Las áreas libanesas controladas por Hezbollah están bajo el fuego israelí desde hace semanas. | afp

El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, acusó ayer a Israel de rechazar cualquier alto el fuego con Hezbollah, después de que el ejército israelí bombardeara bastiones del movimiento libanés en la periferia sur de Beirut.

La agencia nacional de noticias libanesa (ANI) reportó al menos diez bombardeos al sur de la capital, que siguieron a un aviso de evacuación hecho por el Estado judío. Los ataques destruyeron “decenas de edificios” tan solo unas horas después de la visita de dos emisarios estadounidenses a Israel.

Los diplomáticos estadounidenses Amos Hochstein y Brett McGurk llegaron a Israel el jueves para buscar una salida a la guerra en Líbano y avanzar hacia un alto el fuego en la Franja de Gaza, donde el ejército israelí combate a la milicia yihadista palestina Hamas.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La situación en el norte de Gaza, confrontando una ofensiva israelí contra Hamas, es “apocalíptica” y toda la población se encuentra en “riesgo inminente de muerte”, alertaron los jefes de 15 agencias de ayuda humanitaria de la ONU.

En Líbano, el primer ministro, Nayib Mikati, denunció los ataques israelíes y el estancamiento de las negociaciones de tregua.

“La prolongación, una vez más, de la agresión del enemigo israelí contra las regiones libanesas y el hecho de que haya vuelto a atacar los suburbios del sur de Beirut con operaciones destructivas constituyen indicadores que confirman su rechazo a todos los esfuerzos para lograr un alto el fuego”, afirmó Mikati en un comunicado.

En el barrio de Kafaat, un edificio seguía ardiendo, entre escombros y coches calcinados, sumergiendo los alrededores en una espesa humareda. Alrededor, milicianos de Hezbollah vestidos de negro, algunos con ametralladoras en sus fundas, establecieron un cordón de seguridad.

El ejército israelí afirmó que bombardeó objetivos de Hezbollah en Beirut y en Nabatieh, en el sur del país. ANI reportó ataques en las regiones de Aley, al este de Beirut, y Bint Jbeil, en el sur.

La región de Baalbek, en el este de Líbano, fue también blanco de ataques en los que murieron al menos diez personas, según las autoridades libanesas. Los bombardeos también alcanzaron la 

ciudad de Tiro, en el sur, donde se derrumbó un edificio frente al mar.

Jeanine Hennis Plasschaert, coordinadora especial de la ONU para el Líbano, advirtió en X sobre “el gran peligro” que se cierne sobre Baalbek y Tiro, dos ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Hezbollah abrió un frente con Israel el 8 de octubre de 2023, en apoyo a Hamas, que gobierna Gaza.

Pero lo que empezó con duelos de artillería diarios en la frontera se convirtió en una guerra abierta el 23 de septiembre, cuando Israel intensificó sus bombardeos contra posiciones del movimiento libanés. Una semana después, el ejército israelí inició incursiones terrestres en el sur de Líbano. Al menos 1.829 personas han muerto en Líbano desde la intensificación de los bombardeos, según datos del Ministerio de Salud libanés.

Plan estadounidense. El objetivo de Israel es neutralizar a Hezbollah en la frontera y permitir el regreso al norte del país de 60 mil habitantes desplazados por los disparos de cohetes del grupo islamista desde hace más de un año. Según fuentes gubernamentales citadas por medios israelíes, el plan preparado por los emisarios estadounidenses contempla la retirada de Hezbollah y del ejército israelí del sur de Líbano, que pasaría a ser controlado por las fuerzas armadas libanesas y los Cascos Azules de la ONU.

Funcionarios israelíes declararon que sus soldados no se retirarán del sur de Líbano hasta que se alcance un acuerdo que garantice los requisitos de seguridad de Israel.

Además de buscar “una solución política” en Líbano, los emisarios estadounidenses debían centrarse en “medidas para poner fin al conflicto en Gaza”, según el Departamento de Estado.

Bombardeos nocturnos mataron a nueve personas en Jabaliya, en el norte, y en Nuseirat, en el centro del territorio, indicó el Ministerio de Salud del gobierno de Hamas en la Franja de Gaza.

El ejército israelí dijo haber matado a “decenas de terroristas” en el sector de Jabaliya y en el centro de Gaza, y haber atacado “más de 200 objetivos de Hamas” en Gaza y de Hezbollah en el sur del Líbano desde el día anterior. También aseguró ayer que durante la noche interceptó siete drones lanzados desde “varios frentes” hacia el territorio israelí.

Gaza se enfrenta a una grave crisis humanitaria desde que empezó la guerra. La situación se volvió crítica en el norte, donde Israel lanzó una nueva ofensiva por considerar que allí se están reagrupando los combatientes de Hamas.

“Toda la población palestina del norte de Gaza se encuentra en riesgo inminente de muerte por enfermedad, inanición y violencia”, escriben los jefes de quince agencias humanitarias de la ONU, que exigen que “el Estado de Israel cese su asalto a Gaza y a los trabajadores humanitarios”.