El ministerio de Salud en Gaza, gobernado por Hamas, dijo ayer que las fuerzas israelíes detuvieron a cientos de trabajadores, pacientes y personas desplazadas durante una redada en el último hospital en funcionamiento en el norte del territorio.
El ejército israelí señaló que sus fuerzas estaban operando alrededor del Hospital Kamal Adwan en el campamento de refugiados de Jabalia, en el norte de Gaza, donde lanzaron una importante operación a principios de este mes ante informes de inteligencia de que Hamas estaba reagrupando sus milicianos en la zona.
La operación ha generado nuevas preocupaciones sobre el impacto del conflicto en los civiles, y el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, comentó que el “momento más oscuro” del conflicto se estaba desarrollando actualmente en el norte de Gaza. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que perdió contacto con el personal del hospital desde la mañana de ayer.
“Este desarrollo es profundamente inquietante dado el número de pacientes atendidos y personas refugiadas allí”, expresó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
El ministerio de salud de Gaza afirmó que las fuerzas de Israel “irrumpieron” en el hospital, “deteniendo a cientos de pacientes, personal médico y algunos desplazados de áreas vecinas que buscaban refugio”. Israel declaró que había permitido la transferencia de 23 pacientes fuera del hospital el jueves por la noche, lo cual fue confirmado por la OMS.
Rik Peeperkorn, representante de la OMS para los territorios palestinos, dijo que presenció “caos y desorden” en el hospital el jueves. En un punto de control cercano al hospital, el equipo visitante de la OMS observó a “miles de mujeres y niños dejando esa área, caminando, cojeando con sus pocas pertenencias” hacia la ciudad de Gaza, agregó.
‘Vaciando la zona de palestinos’. El jefe de derechos humanos de la ONU comentó que ya “más de 150,000 personas están reportadas como muertas, heridas o desaparecidas en Gaza” desde que comenzó la guerra hace poco más de un año. Ese número podría “aumentar dramáticamente”, advirtió, señalando que las acciones de Israel en el norte de Gaza “ponen en riesgo de vaciar la zona de todos los palestinos”.
El ejército israelí afirma que el objetivo de la ofensiva es destruir las capacidades operativas que, según dicen, Hamas intenta reconstruir en el norte. También en el norte de Gaza el viernes, la agencia de defensa civil de Gaza informó que ataques de drones israelíes mataron a 12 personas que esperaban recibir ayuda cerca del campamento de refugiados Al-Shati. No hubo comentarios inmediatos del ejército.
En la ciudad de Khan Yunis, en el sur de Gaza, nueve niños estaban entre las 14 personas que murieron en un ataque israelí que impactó en la casa de la familia Fara, informó Mahmud Bassal, de la agencia de defensa civil. Otro ataque en Khan Yunis mató a seis personas, agregó Bassal. El ejército israelí dijo que “se eliminó a varios terroristas” en el sur de Gaza.
Tres periodistas muertos. El mes pasado, después de casi un año de disparos de cohetes por parte del grupo militante Hezbollah, respaldado por Irán y aliado de Hamas, Israel amplió su enfoque a Líbano en un intento de asegurar su frontera norte. Al menos 1.580 personas han muerto en Líbano desde que estalló la guerra total el 23 de septiembre, según cifras del gobierno del Líbano.
El ejército israelí ha anunciado la muerte de 32 soldados desde que comenzó las operaciones terrestres en Líbano a finales del mes pasado.
Ayer, Líbano acusó a Israel de un ataque “deliberado” que mató a tres periodistas. El ejército israelí aseguró que su objetivo eran militantes de Hezbollah y dijo que “el incidente está bajo revisión”.
El canal de televisión libanés pro-Irán Al Mayadeen informó que el camarógrafo Ghassan Najjar y el ingeniero de transmisión Mohammad Reda murieron en el ataque a una residencia de periodistas en la localidad sureña de Hasbaya. Otro medio de comunicación, Al-Manar, operado por Hezbollah, informó que el video periodista Wissam Qassem también murió en el ataque a un bungalow ubicado en un complejo alquilado por varias organizaciones de medios que cubrían la guerra.
Cruce fronterizo atacado. Periodistas de otros medios estaban durmiendo cerca cuando ocurrió el ataque, en una zona fuera de los bastiones tradicionales de Hezbollah. El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, dijo que el ataque “deliberado” era uno de los “crímenes de guerra cometidos por el enemigo israelí”.
Más tarde, los medios estatales libaneses informaron que al menos dos ataques israelíes golpearon bastiones de Hezbollah en el sur de Beirut y, por su parte, la caída de metralla de cohetes disparados por Hezbollah mató a dos personas en la localidad árabe de Majd al-Krum en el norte de Israel, según un hospital y el ejército israelí.
Hezbollah había informado anteriormente que envió “una gran salva de cohetes” hacia una ciudad cercana. El grupo también afirmó que impactó tres tanques israelíes en enfrentamientos en dos aldeas cercanas a la frontera.
El ejército israelí confirmó que atacó un cruce fronterizo entre el norte de Líbano y Siria, acusando a Hezbollah de mover armas a través de él. La agencia de refugiados de la ONU advirtió que el cruce había sido la principal vía de escape para personas que intentaban huir del conflicto en Líbano.
“Esto está dificultando y poniendo en riesgo una línea de vida fundamental”, dijo Rula Amin, de la Acnur.
Más de medio millón de personas, en su mayoría sirias, han huido a Siria desde que comenzó el conflicto el mes pasado, informaron las autoridades libanesas.
