INTERNACIONAL
61 millones de electores

Irán va a las urnas para elegir al sucesor del presidente ultraconservador Raisi

Los iraníes votaban ayer para cubrir la presidencia, tras la muerte de Raisi en un accidente de helicóptero, el mes pasado. Los comicios se desarrollan en el marco de un conflicto regional en el que Teherán es protagonista y la crisis económica causada por el impacto de las sanciones. Entre los candidatos, un reformista desafía la hegemonía conservadora, en el marco de la disputa interna entre los clérigos, liderados por el Guía Supremo Khamenei, y los Pasdarán, la Guardia revolucionaria.

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Sufragio. Una mujer votando en Teherán. El horario de los colegios electorales fue extendido en tres oportunidades. | afp

Las autoridades iraníes extendieron ayer en tres oportunidades el horario de los comicios presidenciales convocados para elegir al sucesor del ultraconservador Ebrahim Raisi, de 61 años, que murió en un accidente de helicóptero el mes pasado.

Las elecciones, que se desarrollan en un contexto de tensiones regionales incrementadas por la guerra en Gaza y el descontento interno por la economía del país, afectada por las sanciones, muestran el intento del único candidato reformista, Masoud Pezeskhian, que enfrenta a un campo conservador dividido. 

Los otros contendientes aprobados por el Consejo de Guardianes, que supervisa a todos los candidatos, incluyen al conservador presidente del parlamento Mohammad Bagher Galibaf y al exnegociador nuclear ultraconservador Saeed Jalili y el clérigo Mostafa Pourmohammadi. 

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Dos ultraconservadores –el alcalde de Teherán Alireza Zakani y el exvicepresidente de Raisi, Amir-Hossein Ghazizadeh-Hashemi– se retiraron en la víspera de las elecciones. La votación se llevó a cabo en todo el país en más de 58 mil centros de votación, principalmente en escuelas y mezquitas.

El Ministerio del Interior de Irán extendió el período de votación primero hasta las ocho de la noche de ayer, luego hasta la diez y finalmente hasta la medianoche. Se esperan proyecciones tempranas de los resultados para hoy y los resultados oficiales para mañana. Si ningún candidato gana el 50 por ciento de los votos, se llevará a cabo una segunda vuelta el 5 de julio, por segunda vez en la historia electoral iraní después de que la votación de 2005 se fuera a una segunda vuelta.

Llamándolo “un día de alegría y felicidad”, el líder supremo, Ayatollah Ali Khamenei, votó poco después de que se abrieran las urnas. “Alentamos a nuestro querido pueblo a tomar en serio el tema de la votación y participar”, dijo Khamenei, quien ostenta el poder político supremo en la república islámica. 

Khamenei dijo que el próximo presidente debe permitir que Irán “avance sin depender de países extranjeros”, aunque añadió que Irán no debería “cortar sus relaciones con el mundo”.

Posibilidades. Según Paulo Botta, que dirige el Programa Ejecutivo en Medio Oriente de la UCA, los tres candidatos con posibilidades sobre Galibaf y Jalili (“conservadores pero con diferencias entre ellos”), y Pezeshkian. “Los dos primeros tienen el apoyo del ‘régimen’ y pueden exhibir cercanía a los Pasdarán”, los Guardianes de la Revolución, una fuerza interna muy influyente. 

Galibaf fue jefe de la Fuerza Aérea de los Pasdarán y Jalili perdió una pierna en la guerra con Irak. “Esa cercanía puede ayudarlos (los muestra cercanos a una parte de la elite gobernante), pero puede ser su perdición ya que el Líder Supremo no quiere que los Pasdaran acumulen mucho poder”, explica Botta, que recuerda que Khamenei “tiene su propia agenda y no es la de los Pasdaran”. 

En el Irán actual, explica el especialista, “el eje de la lucha de poder es entre clérigos y los sectores militares”. Botta subraya la paradoja de que un candidato “reformista” como Pezeshkian, con poco apoyo en la estructura del sistema, sería de ayuda a Khamenei ya que evitaría mayor concentración de poder en los Pasdarán. 

La candidatura de Pezeshkian, hasta hace poco un relativo desconocido, ha revivido esperanzas cautelosas para el ala reformista de Irán después de años de dominio de los campos conservador y ultraconservador. El expresidente reformista de Irán, Mohammad Khatami, lo elogió como “honesto, justo y solidario”. Khatami, quien sirvió de 1997 a 2005, también había respaldado al moderado Hassan Rouhani, quien ganó la presidencia y selló el acuerdo nuclear de Irán en 2015 con potencias occidentales antes de que se descarrilara tres años después con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Para Botta, las posibilidades de Peseshkian están atadas a la afluencia a las urnas. “A menos participación, menos posibilidades”, advierte. La cuestión de la participación es compleja. “La mayoría de la población está entre desencantada (votar no sirve de nada) o pensando que luego de varias elecciones donde el boicot no ha servido más que para asegurar que los más conservadores se hagan con todo el poder, tal vez sea momento de participar”. En las últimas elecciones de 2021, la participación fue de poco menos del 49 por ciento. Los votantes optaron por no participar después de que el Consejo de Guardianes descalificara a muchos reformistas y moderados.

Debate sobre el hiyab. Durante los debates de campaña, Jalili criticó a los moderados por haber firmado el acuerdo de 2015, que prometía alivio de sanciones a Irán a cambio de restricciones en su programa nuclear. Dijo que el acuerdo “no benefició a Irán en absoluto”. Jalili dirigió las negociaciones del programa nuclear de Irán entre 2007 y 2013. 

Pezeshkian, por el contrario, ha instado a esfuerzos para salvar el acuerdo y levantar las sanciones paralizantes. “¿Se supone que debemos ser eternamente hostiles a Estados Unidos, o aspiramos a resolver nuestros problemas con este país?”, preguntó.

En la víspera de la votación, Estados Unidos anunció el jueves sanciones contra empresas navieras con sede en los Emiratos Árabes Unidos por transportar petróleo iraní, diciendo que era una respuesta a las “escaladas” en el programa nuclear de Irán.

El tema polémico del uso obligatorio del hiyab para las mujeres también surgió durante la campaña, casi dos años después de que un vasto movimiento de protesta barrió el país tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, de 22 años. Kurda iraní, Amini había sido arrestada por una supuesta violación del código de vestimenta. 

En debates televisados, todos los candidatos se distanciaron de los arrestos policiales a veces severos de mujeres que se negaban a usar el hiyab en público. Pourmohammadi, el único candidato clerical, dijo que “bajo ninguna circunstancia deberíamos tratar a las mujeres iraníes con tanta crueldad”.

“Como puede verse nada es tan lineal, concluye Botta, ni los conservadores son una unidad, ni todo es acuerdo entre clérigos y militares, ni un candidato reformista puede ser lo peor para el sector clerical. Todo es muy similar a una alfombra persa: para entender la imagen hay que ver los nudos del otro lado, cómo se cruzan y se unen unos a otros”.