El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Javad Zarif, declaró acerca de los ataques aéreos de la Guardia Revolucionaria iraní contra dos bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses. "Irán adoptó y ejecutó medidas proporcionales en defensa propia, en virtud del Artículo 51 de la Carta de la ONU, al atacar la base desde la cual se lanzó un cobarde ataque armado contra nuestros ciudadanos y altos funcionarios", escribió Zarif en su cuenta de Twitter.
Asimismo, el canciller iraní destacó que Teherán "no busca una escalada o guerra", pero, aseguró, "se defenderá de cualquier agresión".
Por su parte, el nuevo jefe de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hossein Salami, afirmó que los ataques de este miércoles fueron "el primer paso". "Los ataques con misiles de hoy fueron solo el primer paso y [Trump] debería pensar en retirar sus tropas de la región y no dejarlas a nuestro alcance", dijo el comandante a la TV estatal iraní.
Horas antes del ataque, la República Islámica dijo que estaba considerando 13 escenarios para responder al asesinato de Qassem Soleimani, el influyente general a cargo de las operaciones extranjeras, e incluso la más débil de esas opciones sería una "pesadilla histórica" para Estados Unidos, dijo el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Irán.
"Incluso si el más débil de estos escenarios logra un consenso, su ejecución puede ser una pesadilla histórica para los estadounidenses", dijo Ali Shamkhani, según citó la agencia de noticias semioficial Fars. "Por ahora, por razones de inteligencia, no podemos proporcionar más información a los medios".
Una guerra "de varias generaciones"
Javad Zarif había amenazado a Estados Unidos con sufrir consecuencias por el asesinato "en el momento y lugar que elija Irán". El canciller había dicho que la cuenta atrás para la salida de Estados Unidos de Oriente Medio ya había comenzado, y había advertido acerca de una guerra de varias generaciones si la región continúa dependiendo de la presencia de Estados Unidos.
Irán lanzó en la madrugada del miércoles pesados ataques con misiles contra las bases militares de Al Asad y Erbil en Irak utilizadas por tropas estadounidenses, en una respuesta al asesinato del general iraní Qasem Soleimani por un dron de Estados Unidos. Los ataques fueron asumidos por los Guardianes de la Revolución, que además amenazaron con golpear también a Israel y a los gobiernos aliados de Washington.
De su lado, el Pentágono informó que aún "trabajaba en el balance inicial de daños". Por el momento se desconocen informaciones sobre víctimas a raíz de los ataques. De acuerdo con el Pentágono, las bases atacadas se encontraban "en alerta debido a las indicaciones de que el gobierno de Irán planeaba golpear nuestras fuerzas e intereses en la región".
D.S.