Un ginecólogo noruego fue acusado de violar a 87 pacientes de entre 14 y 67 años, además de filmar en secreto los abusos sexuales durante veinte años. En diálogo con la prensa local, una de las víctimas, que tenía 15 años al momento de los hechos, describió que el médico le había adelantado que el presunto examen sería "incómodo, doloroso y repugnante".
Arne Bye, de 55 años, está siendo juzgado por distintos casos de abuso sexual, incluidos dos episodios contra dos adolescentes que tenían 14 y 15 en el momento de las supuestas agresiones. En tanto, la víctima de mayor edad tenía 67 cuando el profesional la habría violado. Las agresiones ocurrieron en Frosta, una pequeña ciudad de 2.600 habitantes en la costa noruega.
Un ginecólogo fue acusado de violar a 87 pacientes y de filmar los abusos sexuales
Sumado a esto, el ginecólogo también está acusado de abusar de su posición para obtener contacto sexual con un total de 94 mujeres durante dos décadas, incluidas dos que eran adolescentes. Asimismo, según trascendió, los fiscales retiraron los casos presentados por otras 114 mujeres contra Bye "para que la acusación no fuera demasiado extensa".
Una de las víctimas que testificó en su contra detalló que tuvo su primer examen ginecológico con el médico a los 15 años, siendo que estuvo acompañada por su madre durante toda la cita. "Dijo que iba a 'examinar mis paredes'", indicó la mujer a la emisora local NRK. "Llevó varios minutos realizando estimulación del punto G con mi madre sentada a mi lado", añadió, detallando que el profesional la tocó de una manera "similar a la de la masturbación".
"Pensé que era repugnante y que era feo, pero estaba preparada para eso", manifestó, a la par que explicó que Bye le había adelantado que el estudio sería "incómodo, doloroso y repugnante". "Pensé que lo que me hizo era normal y que todos los demás eran unos descuidados. Pero esa no es mi opinión hoy y lo siento mucho", expresó.
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Durante su declaración ante el tribunal de Trøndelag, otra de las mujeres aseguró que la experiencia había sido tan dolorosa que pensó "que iba a morir". Algo similar describió otra de las víctimas, cuyo abuso habría ocurrido en 2006, al asegurar que "siempre había mucho dolor, así que pensaba que algo iba mal".
Asimismo, la mujer, que ahora tiene más de 40 años, relató que le había realizado varios exámenes y que durante uno de ellos él le masajeó el clítoris de una manera con la que ella no se sentía cómoda. Sin embargo, Bye supuestamente le explicó que tenía quistes en el abdomen que él estaba intentando manipular, aunque ella le pidió que se detuviera.
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Sumado a esto, la víctima no habló de lo que sucedió con sus allegados, ya que era "muy vergonzoso": "Es una vergüenza. No es algo de lo que quieras hablar". "Si hubiera avisado antes, las amigas de mi hijo, vecinas y colegas podrían haber evitado esto", lamentó.
Otra mujer, cuyo nombre no se dio a conocer, relató que había ido a la consulta de su médico de cabecera por un dolor de garganta, antes de que le hicieran uno de los exámenes invasivos. Además, contó que terminó en ropa interior sobre un banco: "Pensé que era mi médico, así que hice lo que me dijo".
La investigación contra Arne Bye
Las primeras preocupaciones sobre el comportamiento de Bye fueron planteadas en 2006 por otro médico en el pabellón de ginecología del hospital local en Levanger, una ciudad cerca de Frosta. Una de las pacientes del acusado, que acudía al establecimiento para recibir tratamiento, informó que su médico le había masajeado la zona genital durante un examen. Según los informes, dijo que otros pacientes habían experimentado lo mismo, acusaciones que el profesional negó.
La acusación contra Bye sostiene que las presuntas agresiones "ocurrieron de forma rápida e inesperada" durante los exámenes de rutina. Sin embargo, el ginecólogo "rechaza firmemente" las imputaciones en su contra. En ese sentido, tuvo la oportunidad de responder a las acusaciones realizadas por cada una de las presuntas víctimas en el tribunal, por lo que se espera que el juicio dure varias semanas.
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Durante la pesquisa, la policía confiscó más de 6.000 horas de material, incluidos los exámenes ginecológicos. Al respecto, NRK informó que uno de los clips muestra al imputado colocando varias cámaras en la habitación antes de comenzar a examinar a una de las víctimas.
La policía inició una investigación contra el profesional en agosto de 2022, después de que las autoridades sanitarias les alertaran por la posible conducta. Según trascendió, los exámenes ginecológicos se llevaron a cabo en pacientes sin su conocimiento, siendo que los funcionarios los describieron como "sensible y detallado". Al respecto, Bye supuestamente introdujo en el cuerpo de las mujeres un objeto cilíndrico "parecido a un desodorante o a una botella", sin que mediara ninguna razón médica para ello.
El acusado pudo conservar su trabajo hasta 2023, cuando se presentaron los cargos de abuso sexual. En tanto, se declaró culpable de tres cargos de violación y 35 casos de abuso de posición, por lo que se enfrenta a hasta 21 años de cárcel.
MB / Gi
