La crisis política en Venezuela se profundiza a medida que Nicolás Maduro enfrenta un escenario político cada vez más inestable. El líder chavista podría ser expulsado del poder el próximo 10 de enero, en un contexto de máxima incertidumbre a raíz de las denuncias de fraude electoral y la posibilidad de que el exiliado Edmundo González Urrutia regrese al país para tomar posesión de la máxima investidura. Como referente de la oposición, el designado por María Corina Machado asegura haber ganado las históricas elecciones del 28 de julio.
Maduro tampoco es ajeno a la creciente presión internacional por las violaciones a los derechos humanos, particularmente con la creciente represión a disidentes y turistas. Se trata de un tema que escaló las tensiones internacionales por la detención arbitraria de ciudadanos extranjeros, una lista que incluye al gendarme argentino Agustín Nahuel Gallo, per también a oriundos de Bolivia, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Perú y Uruguay.
Otro de los motivos de la escalada de tensión fue el constante asedio de la embajada argentina en Caracas, donde permanecen refugiados seis opositores del partido de Machado, Vente Venezuela, luego de que el régimen chavista los acusara de "terrorismo". Tanto ésta como el encarcelamiento de extranjeros son cartas que el presidente venezolano podría intercambiar por un salvoconducto en caso de una eventual crisis institucional durante la toma de posesión del 10 de enero.
Quién es Agustín Nahuel Gallo, el gendarme argentino acusado de espionaje por el régimen de Maduro
Las cartas que tiene Maduro para negociar una salida de Venezuela
Recientemente, Maduro definió al 2024 como "un año maravilloso" en términos de democracia y dijo que los opositores al régimen están "ardidos". El escenario se volvió crítico en julio, cuando Maduro dijo que si no ganaba las elecciones habría un "baño de sangre" en Venezuela, anticipando su alegado triunfo en las elecciones con el 52,1% de los votos. La oposición, liderada por González Urrutia y Machado, denunció la existencia de fraude, una sospecha que se acrecentó frente a la negativa del régimen de mostrar las actas electorales.
La controvertida reelección de Maduro quedó consolidada luego de un fallo de la Corte Suprema, afín al chavismo, que tampoco obligó al Gobierno a mostrar las actas a pesar de la presión internacional. La oposición no reconoció el fallo y declaró a González Urrutia ganador, mientras que las protestas en las calles dejaron un saldo de 28 muertos, 200 heridos y más de 2.400 detenidos.
A medida que se acerca la fecha del traspaso presidencial en el Palacio Miraflores, en algunos sectores se disiparon dudas respecto al futuro de Maduro. Una de las voces destacadas fue la del opositor venezolano César Pérez Vivas, quien señaló que la caída del presidente sirio Bashar al Asad, un aliado del chavismo, representa la pérdida de un "apoyo importante". "La internacional de las dictaduras pensaban que Asad era eterno. Ojalá y la camarilla roja (en referencia al chavismo) tome nota", sostuvo el exgobernador de Táchira en X.
Según fuentes citadas por el diario español El País, Maduro se niega a reconocer la posibilidad de no reelegir, a pesar de las dudas que circulan en el círculo del PSUV sobre la legitimidad del reclamo opositor. En frente tiene el descrédito internacional de su gobierno por las denuncias por violaciones a derechos humanos.
En tanto, en caso de que una crisis institucional lo fuerce a abandonar el poder, el presidente chavista tendría una carta de negociación para salir del país y evitar represalias. Según Infobae, son 20 los ciudadanos extranjeros encarcelados arbitrariamente, y que podrían ser liberados en un hipotético caso de que Maduro necesite un permiso para radicarse en otro país aliado.
En caso de que Maduro utilice la detención de extranjeros como herramienta de negociación, el hecho se asemejaría al emblemático caso de Alex Saab, quien fue intercambiado por ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela.
Por otro lado, un informe del Gobierno nacional citado por el mismo medio detalla la situación de los secuestrados internacionales. Entre ellos, se encuentra un ciudadano uruguayo desaparecido, viajeros españoles acusados de conspiración y varios peruanos detenidos bajo cargos cuestionables. Este escenario no solo pone en evidencia la naturaleza represiva del gobierno venezolano, sino también su capacidad para manipular las tensiones geopolíticas en su favor.
El pedido del gobierno de Milei a la OEA por los detenidos en Venezuela
En medio de este panorama, el secuestro de ciudadanos extranjeros sacudió a la opinión pública internacional y forzó la condena de gobiernos de la región, liderados por Colombia, Panamá y Argentina.
Entre los secuestrados se encuentra Agustín Gallo, un gendarme argentino detenido mientras visitaba a su pareja en Venezuela. Gallo, quien forma parte del escuadrón 27 de "Uspallata" en Mendoza, no tenía ningún vínculo con operaciones de inteligencia ni actividades oficiales del gobierno argentino. Sin embargo, las autoridades venezolanas lo acusan de ser un agente encubierto, usando este argumento como justificativo para su captura.
El gobierno de Javier Milei, en tanto, enfrenta un desafío diplomático complejo. Por instrucción del presidente, el canciller Gerardo Werthein inició una serie de gestiones internacionales para lograr la liberación de Gallo y presionar para que el Gobierno venezolano deje de atentar contra la sede diplomática argentina a través de cortes de luz. y agua, entre otras medidas.
"El Gobierno venezolano no solo ha negado los salvoconductos que permitirían su salida segura sino que ha adoptado acciones de hostigamiento totalmente inaceptables", denunció el ministro la semana pasada durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA.
No obstante, la respuesta de los países de la región frente al reclamo argentino no fue unánime. Brasil, liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, evitó tomar una postura firme a pesar de ser el representante designado en Venezuela luego de que fueran expulsados los representantes en agosto de este año. Mientras que otros países con peso, como Colombia, apenas emitieron un comunicado oficial que resalta que "los derechos humanos son universales, indivisibles y deben ser respetados en todas las circunstancias". Ante este escenario, Werthein explora canales alternativos, como una mediación de Francia.
CD CP
