Los focos de incendio permanecían activos este lunes en 21 localidades del interior del estado de San Pablo (Brasil), con consecuencias humanas y pérdidas de cosechas. El fenómeno, cuyo origen es todavía dudoso, preocupa al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva; tan grave es que el presidente convocó a su ministra Marina Silva para reunirse, la tarde del domingo.
La cita ocurrió en las oficinas del Centro Nacional de Prevención y Combate a los incendios Forestales (Prevfogo) en Brasilia y en la cita estuvieron también las autoridades del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) y la Policía Federal. La presencia de los jefes policiales policial en el encuentro surge de una presunción, por no decir casi certeza: "Hay gente que activa el fuego de manera ilegal y la PF va a investigar", según indicó el propio Lula.
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En una conferencia de prensa posterior, la ministra Marina añadió: “Hay una verdadera guerra contra el fuego y, sobre todo, contra la criminalidad”. El gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, coincidió con el diagnóstico: “Esto es una acción de delincuentes”, aseguró, luego de informar que dos individuos fueron presos. “Uno de ellos atizaba el
fuego con gasolina, lo que agravó la situación” relató el gobernador. En su evaluación, los incendios intencionales se sumaron a las condiciones climáticas, de falta de lluvias y calor, “lo que empeoró la situación”.
Lo cierto es que las quemas afectaron seriamente las plantaciones de caña de azúcar, una de las actividades más tradicionales del estado paulista. Hay 60.000 hectáreas que ya desaparecieron bajo las llamas tan solo este fin de semana.
La entidad gremial que agrupa estos productores de caña declaró: “Todas nuestras asociaciones de San Pablo computaron pérdidas y también hubo registros en Minas Gerais”, un estado limítrofe por el oeste. El presidente de Ibama, Rodrigo Agostinho, no dudó de la versión de criminales que provocan incendios en forma intencional: “No hay incendios espontáneos y son raros los casos accidentales. En San Pablo hay una desconfianza de que todo fue organizado”.
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Lo cierto es que estas presunciones se vieron casi confirmadas por la declaración de uno de los detenidos, que según trascendió se llamaría Alessandro. Lo notable del caso es que la persona (como mucho de unos 40 años según se puede inferir de la foto publicada) no vaciló en reconocerse culpable y dijo a los investigadores policiales que había
cumplido “una orden del PCC”, es decir, el célebre Primer Comando de la Capital, grupo dedicado en forma nacional e internacional al narcotráfico.
Quizá haya datos que aún no se han informado, porque la ministra Marina Silva declaró que hay “una verdadera guerra contra el fuego y el delito. Hay una situación atípica: en prácticamente dos días aparecieron focos en varios municipios al mismo tiempo. Eso no forma parte de las curvas de estos años”.
El director general de la Federal, Andrei Rodrigues, compartió la opinión: “Es un movimiento muy atípico” sostuvo para añadir que no sólo afectó a las haciendas sino también a ámbitos muy importantes para el gobierno nacional “como son los aeropuertos”.
Es que el humo no sólo ensució el cielo de la capital paulista, con una bruma que recién se despejó después del diluvio de ayer. También invadió Brasilia, la capital del país, donde hace 4 meses que no llueve.
La baja visibilidad en otros estados afectados por la nube de humo, produjo el cierre de aeropuertos. Es el caso del Santa Genoveva, la estación aérea terminal de Goiania (la capital de Goiás): tuvieron que cancelar 26 vuelos de acuerdo con informes de las compañías que cubren ese destino.
El cálculo de los perjuicios económicos es considerable: lo calculan en 350 millones de reales, equivalente a 50 millones de dólares. “Los incendios forestales perjudicaron grandes áreas de vegetación natural, además de emitir humo que perjudica la salud humana”. Lo cierto es que 50 ciudades del interior paulista están en estado de alerta máxima
por cuenta de esta nueva catástrofe.
