Los gobiernos de Ucrania y Rusia intercambiaron culpas después de que se produjera un incendio en una torre de refrigeración de la central nuclear de Zaporizhia, bajo el control de las fuerzas rusas. Los dos países y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijeron que no se había detectado ningún aumento en los niveles de radiación ni ningún impacto en la seguridad nuclear.
"Como resultado del bombardeo de la ciudad de Energodar por parte de las fuerzas armadas ucranianas, se produjo un incendio en el sistema de refrigeración de la central nuclear de Zaporizhia", dijo Yevgeny Balitsky, gobernador instalado por Rusia de la región ucraniana de Zaporizhia, en Telegram. "No hay riesgo de explosión de vapor ni de ninguna otra consecuencia", afirmó.
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El ministro del Interior de Ucrania dijo que Kiev estaba "monitoreando intensamente" los niveles de radiación de las estaciones meteorológicas cercanas mientras el servicio de prensa de la planta informó después del incidente que seis unidades se encuentran actualmente en parada en frío, dijo.
El presidente ucraniano, Volodimis Zelenski, dijo en una publicación en las redes sociales que "los ocupantes rusos iniciaron un incendio" en la planta, acusándolos de intentar "chantajear" a Kiev. "En la actualidad, los niveles de radiación se encuentran dentro de los límites normales". "Rusia debe rendir cuentas por esto. Sólo el control ucraniano sobre la central nuclear de Zaporizhia puede garantizar el retorno a la normalidad y la seguridad total", afirmó Zelenski.
"No se ha reportado ningún impacto en la seguridad nuclear", dijo el OIEA, que tiene expertos estacionados en la planta. "Los expertos del OIEA fueron testigos de una intensa columna de humo oscuro que salía de la zona norte de la central nuclear de ZNPP tras múltiples explosiones oídas durante la noche", afirmó la agencia de la ONU en una publicación en X, anteriormente Twitter.
Dijo que la planta les había informado de un "supuesto ataque con drones hoy en una de las torres de enfriamiento".
Rusia tomó el control de la planta pocos días después de lanzar su ofensiva militar a gran escala en febrero de 2022. El sitio está situado en la orilla oriental del río Dnipro, una línea de frente de facto que serpentea por el sur de Ucrania.
Ucrania controla la orilla opuesta y Rusia acusó repetidamente a sus fuerzas de bombardear deliberadamente la central nuclear, acusaciones que Ucrania niega. Kiev, a su vez, acusó a Moscú de militarizar las instalaciones, incluso colocando allí armas pesadas al comienzo del conflicto.
El OIEA pidió reiteradamente moderación, afirmando que teme que una acción militar imprudente pueda provocar un accidente nuclear importante en la planta.
