Como destacó el diario El País de Montevideo, Álvaro Delgado y Yamandú Orsi tienen las lógicas diferencias que los han llevado a ser candidatos de la centroderecha o la centroizquierda, diferencias a años luz del dramatismo de la política argentina, pero los une una misma pasión: ambos son “manyas”, hinchas de Peñarol, algo que no sucede desde hace 25 años, ya que el último uruguay simpatizante del equipo aurinegro que se colocó la banda presidencial fue Julio María Sanguinetti, que gobernó hasta el año 2000.
Orsi asegura haberse maravillado con los goles de Fernando Morena, que en 1984 tuvo un fugaz paso por Boca Juniors, mientras que el favorito de Delgado es Diego Aguirre, que brilló como jugador y que este año llevó al equipo como entrenador hasta las semifinales de la Copa Libertadores, en las que cayó ante Botafogo.
Así como en la Argentina, la pasión futbolística de los presidentes uruguayos ha sido siempre notoria. El propio Sanguinetti fue dirigente de Peñarol y recibió el título honorífico de presidente honorario. El País recuerda que cuando era primer mandatario solía ir al Estadio Centenario a ver al equipo de sus amores.
También Tabaré Vázquez incursionó en la política deportiva y fue presidente de Progreso, antes de ser intendente de Montevideo, paso previo a su llegada a la presidencia. Y el actual mandatario, Luis Lacalle Pou, es hincha de Nacional y simpatizante de Boston River. Y José Mujica, poco futbolero, es hincha de Cerro, por el barrio donde nación.