El gobierno de Estados Unidos se mostró frustrado por la falta de avances concretos en las negociaciones que lidera con el fin de lograr un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, y advirtió que abandonará rápidamente la iniciativa si no ve progresos.
Si bien las autoridades estadounidenses evitaron hacer recaer la culpa en alguna de las partes, las dilaciones vienen especialmente del presidente ruso, Vladimir Putin, quien mantiene sus exigencias de quedarse con las provincias del este ucraniano, que tiene ocupadas por su ejército, y la península de Crimea anexada en 2014.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tampoco quiere ceder y entregar los territorios invadidos por los rusos. Esto le cae muy mal a Trump, quien ya sugirió que el ucraniano debería flexibilizar su posición.
Ayer, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, señaló que Washington podría abandonar los esfuerzos de paz en Ucrania si las conversaciones siguen estancadas, tras una serie de reuniones en París entre responsables estadounidenses, europeos y ucranianos.
“Tenemos que determinar en los próximos días si una tregua es factible”, y “si no es posible, tenemos que pasar a otra cosa”, dijo Rubio. “Estados Unidos tiene otras prioridades”, declaró.
Horas más tarde fue el propio presidente Trump quien se refirió al tema y confirmó que se retirarán de las negociaciones si no hay avances. Ante una pregunta de los periodistas en el salón oval de la Casa Blanca, respondió: “Sí, muy pronto”.
“No hay un número específico de días (para lograr un principio de acuerdo), pero rápidamente, queremos que se haga”, agregó. Trump se negó a culpar a Putin, quien ordenó la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, ni a Zelenski, pero insistió en que ambas partes tienen que avanzar.
“Ahora bien, si por alguna razón una de las dos partes lo pone muy difícil, sencillamente vamos a decir: ‘Sois tontos. Sois unos tontos. Sois personas horribles’, y vamos sencillamente a pasar de largo”, remarcó Trump. “Pero espero que no tengamos que hacer eso”, agregó.
Antes de regresar al poder en enero Trump presumía de ser capaz de poner fin a la guerra en Ucrania en 24 horas. Recientemente dio marcha atrás y dijo que solo estaba siendo sarcástico.
Desde que regresó a la Casa Blanca, en enero pasado, el magnate republicano ha protagonizado un sorprendente acercamiento con Putin, aunque eso no sirvió para favorecer el diálogo. El Kremlin se muestra inflexible en sus exigencias.
Según la agencia Bloomberg, para obtener el visto bueno de Putin el gobierno de Trump está dispuesto a reconocer su dominio sobre la península ucraniana de Crimea y eliminar las sanciones económicas contra Rusia.
Trump sorprendió al entablar negociaciones directas con Putin en febrero, poco después de asumir el cargo. Cuando los periodistas de la Casa Blanca le preguntaron si no creía que estaba siendo “engañado” por el mandatario ruso, contestó que “nadie está jugando conmigo, yo estoy tratando de ayudar”.
Esfuerzo europeo. En paralelo a la mediación de Estados Unidos, Francia y Reino Unido crearon una “coalición de voluntarios”, compuesta de unos treinta países aliados de Ucrania, que trabaja también para acordar la paz.
El jueves pasado hubo un encuentro de los representantes de Estados Unidos, Ucrania, Francia, Reino Unido y Alemania con el objetivo de reactivar el diálogo para un alto el fuego.
En las conversaciones en la capital francesa participaron el presidente Emmanuel Macron, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, y el emisario especial del presidente estadounidense Steve Witkoff.
“Hoy en París pusimos en marcha un proceso que es positivo y en el que están implicados los europeos”, celebró el gobierno francés.
Macron ha asumido un papel protagonista en el intento de forjar una respuesta coordinada de Europa para proteger a Ucrania tanto en el conflicto como en un eventual escenario de paz, pese a la posición de Trump.