Las protestas contra la reelección del presidente Nicolás Maduro tenían como objetivo "crear en Venezuela una guerra civil", según sostuvo el fiscal general, Tarek William Saab. De esta manera defendió la acción de las autoridades, a pesar de las críticas de activistas de derechos humanos.
Ratificado en su cargo para un nuevo período, el fiscal señala que en sus primeros siete años de gestión se atendieron a más de dos millones de personas en el Ministerio Público. Hubo 600 condenas a militares y policías por violaciones de derechos humanos y 21.851 imputaciones por corrupción que incluyen a cinco exministros de Petróleo.
En diálogo con la agencia de noticias AFP, Saab mencionó este lunes que hace "oídos sordos" a quienes lo acusan de ser un fiscal al servicio de Maduro. En su despacho, las paredes y mesas exhiben retratos y esculturas del prócer venezolano Simón Bolívar, así como fotos en las que aparece con Maduro y los fallecidos líderes socialistas Hugo Chávez y Fidel Castro. Entre los objetos curiosos, destaca un pequeño palo de lluvia de madera con la frase "No más Trump".
La violencia en las manifestaciones, los derechos humanos y los detenidos: "Guerra civil"
Saab considera que hubo "premeditación" en la violencia de las manifestaciones que estallaron después de que Maduro fuese proclamado reelecto la madrugada del 29 de julio, un día después de los comicios, en medio de denuncias de fraude por parte de la oposición liderada por María Corina Machado, quien aseguraba tener pruebas de la victoria de su candidato, Edmundo González.
Según un balance actualizado del fiscal, hubo 28 muertos, casi 200 heridos y más de 2.400 detenidos, incluidos un centenar de adolescentes, que según activistas y familiares sufrieron torturas. "El plan era cantar fraude para escalar una acción terrorista", insistió Saab. "Si no actuamos en ese momento de la manera en que lo hicimos, Venezuela hubiera sido objeto de una guerra civil. Por eso afirmo que eso sí estaba premeditado".
Saab destacó la destrucción de unos 500 inmuebles durante las protestas, que asegura incluyen escuelas, ambulatorios y alcaldías. "Pero lo más grave: mataron a 28 personas", expresó, al negar que alguna de las muertes sea "imputable a los cuerpos de seguridad". "No hay denuncia alguna", subrayó.
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"¿No tienen derechos humanos las 200 personas heridas?", cuestionó. "Intentaron quemarlas, les dispararon. ¿Quiénes lo hicieron? ¿Me va a decir que (los detenidos) son presos políticos?".
La ONG Foro Penal aseguró que unas 1.800 personas siguen tras las rejas por este caso, incluidos 69 menores de edad. "Existe la ley penal vinculada a los adolescentes, que establece las edades entre 14 y 17 años", justificó Saab. "En Venezuela los niños no van detenidos, eso es mentira", corrigió.
Más temprano, dijo que los adolescentes arrestados se encuentran en penales para menores, "atendidos en sus derechos humanos". Del total de detenidos, "muchos han sido excarcelados", apuntó Saab, aunque no precisó el número. "Ha habido un proceso de revisión de medidas", indicó. "Toda investigación tiene su curso hasta que el proceso culmine".
Asimismo, rechazó las denuncias de tortura en la crisis poselectoral: "A todos los detenidos les hemos dado una debida evaluación médica".
Los enemigos de Venezuela, según Saab
María Corina Machado se encuentra hoy en la clandestinidad y Edmundo González Urrutia se exilió en España tras una orden de captura en su contra. "Él sabe que si entra a Venezuela es detenido de manera automática", confirmó Saab. La Fiscalía lo solicita por delitos como forjamiento de documento público e instigación a la desobediencia de las leyes.
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Machado es investigada penalmente por la violencia poselectoral, al igual que González Urrutia. Maduro pidió cárcel para ambos. Saab no precisó si hay una orden de arresto contra Machado. "Está siendo investigada en los términos que ya he difundido de manera suficiente, pública y notoria", respondió evasivo.
"Los principales enemigos de un pueblo son quienes practican el terrorismo y la conspiración", apuntó. El otro "enemigo número uno", añade, es "la corrupción", un mal crónico en Venezuela. Saab resaltó en su gestión el desmantelamiento de 34 tramas de corrupción en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que resultaron en cinco exministros del sector prófugos o en la cárcel.
La lista incluye al antiguo zar petrolero, Tareck El Aissami, detenido por su vinculación a un desfalco calculado en 17.000 millones de dólares, y más recientemente a Pedro Tellechea, acusado de filtrar información a una empresa de Estados Unidos que la Fiscalía relaciona con los servicios de inteligencia de ese país. "La corrupción que causa el robo al patrimonio de un pueblo, de un Estado para un enriquecimiento individual, es execrable, repugnante, repudiable", concluyó.
JD / ML