El viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental de Bolivia, Gustavo Torrico, confirmó que el gobierno del país vecino "está esperando el momento preciso” para ejecutar una orden de aprehensión contra el expresidente Evo Morales. Es por las acusaciones que recibió referidas a la trata de personas y estupro. El funcionario explicó que “se busca priorizar la seguridad de la población, para no poner en riesgo la vida de personas inocentes”.
Mientras tanto, Morales permanece refugiado en Chapare, en la región de Cochabamba, protegido por un cerco de seguridad que fue organizado por sectores que le son leales, particularmente vinculados al Movimiento Al Socialismo (MAS)
A pesar de haber sido citado por el Ministerio Público, Morales se negó a realizar declaraciones. A principios de noviembre, había agradecido públicamente el apoyo de sus adeptos y afirmó que no sería derrotado. “No pueden hacer rendir al trópico, no pueden acabarnos; intentan matarnos, detenernos con tantas mentiras”, expresó durante un evento navideño.
Por este motivo, el viceministro Torrico criticó la negativa de Morales a someterse al debido proceso, acusándolo de desacato a la ley al refugiarse en el Chapare. A su vez, describió la situación del expresidente como un "arresto en su propio territorio", y sugirió que su accionar “da cuenta de una detención preventiva" con el apoyo de cocaleros armados. Por su parte, la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, aseguró que la investigación por las causas contra el ex jefe de Estado “sigue en curso”.
Los sectores que apoyan al ex mandatario vienen advirtiendo que “están dispuestos a defenderlo incluso a muerte”. Ejemplos de esto son los líderes Isidro Auca y Maicol Rojas, que declararon un “estado de emergencia indefinido, manifestando su disposición a dar la vida para impedir su captura”. Por su parte, Vicente Choque, que es secretario político de las Seis Federaciones del Trópico, remarcó la problemática al indicar que “cualquier intento de aprehensión podría provocar enfrentamientos violentos”.
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Morales vs Arce: Una pugna política que no termina
El conflicto entre el actual mandatario de Bolivia, Luis Arce, y Morales, tiene larga data. Y es que en más de una ocasión, ambos se acusaron públicamente de llevar a cabo situaciones que, según sus palabras, “no contribuían a la paz social en el país”.
En enero de este año, Arce había advertido que el Estado Plurinacional de Bolivia “estaba en peligro de sucumbir ante una restauración conservadora por una articulación entre los poderes tradicionales y una nueva derecha que, por ambiciones personales, pretenden debilitarla". Sus dichos eran en alusión al sector del Movimiento Al Socialismo (MAS) liderado por Morales, quien unos días antes había convocado a un bloqueo de rutas en rechazo a las políticas del Gobierno.
Por su parte, el ex presidente había dicho: “si Arce quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas, que cambie a ministros narcos, a ministros corruptos, drogos, que cambie a los ministros y ministras racistas, fascistas". A fines de noviembre, había realizado una huelga de hambre en contra de las medidas del Gobierno. En aquel entonces, manifestó que Arce "desestimó por completo la propuesta de diálogo".
TC/HB