A cuatro días del esperado inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, el presidente Emmanuel Macron aseguró que Francia está completamente preparada para recibir este evento deportivo de escala global. Durante su visita a la Villa Olímpica en Saint-Denis, al norte de la capital, Macron inauguró tanto la comisaría de policía como el parque de bomberos destinados a servir a los más de 10 mil atletas durante su estancia.
"Estamos listos y estaremos listos durante todos los Juegos", afirmó Macron, subrayando el compromiso de Francia con la seguridad, una variable crucial para garantizar el éxito del evento previsto entre el 26 de julio y el 11 de agosto, en medio de crecientes desafíos globales.
El gobierno francés desplegó 45.000 efectivos policiales que custodian el corazón de la ciudad que quedó prácticamente blindada, disparando las quejas de los comerciantes y gastronómicos, y que recibirá a unos 300 mil espectadores después de que se redujera a la mitad el número inicial.
Dirigiéndose a los policías y bomberos desplegados, el presidente francés expresó gratitud por su dedicación y sacrificio para asegurar un entorno seguro para los Juegos Olímpicos, cuya ceremonia inaugural será dispuesta en los márgenes del río Sena, complejizando aún más el operativo de seguridad.
"Si podemos estar orgullosos colectivamente como país, es porque ustedes están haciendo este sacrificio", dijo Macron, reconociendo la importancia del esfuerzo conjunto en la preparación de los Juegos.
Cómo es el operativo de seguridad de los Juegos Olímpicos en París
"La seguridad es nuestra prioridad número uno", aseguró Macron durante la revisión con Darmanin. "Hemos implementado medidas excepcionales para proteger tanto a los atletas como a los espectadores".
La seguridad, en tanto, fue la protagonista de los preparativos, con Macron y su ministro del Interior, Gérald Darmanin, revisando los detalles más confidenciales del dispositivo de seguridad. Este despliegue incluye medidas drásticas como la instalación de 44.000 barreras metálicas de dos metros de altura, bautizadas popularmente como la "Cortina de Hierro", que dividen áreas críticas de la ciudad para prevenir cualquier amenaza terrorista.
"Está todo blindado", indicó un oficial de origen hispano que llegó a la capital francesa para reforzar el operativo.
La ceremonia inaugural, programada para el viernes 26 de julio a lo largo del río Sena, marcará el inicio de unos Juegos que, según Macron, conmemoran cien años desde que París fue sede por última vez. Este evento no solo celebrará el espíritu deportivo global, sino que también promoverá la unidad y la cultura francesa ante el mundo, según la visión del presidente.
"Hace cien años, París vivió una celebración única que se repite ahora con renovada energía y compromiso", señaló Macron. "Es un honor para nosotros albergar estos Juegos y mostrar al mundo lo que somos capaces de lograr", agregó.
Críticas a la organización de los Juegos Olímpicos
Sin embargo, la monumental operación de seguridad tuvo un impacto negativo en los negocios locales. Dueños de cafés, restaurantes y hoteles enfrentan desafíos sin precedentes en una ciudad que vive del turismo, con terrazas vacías y reservas canceladas debido a las restricciones y el entorno de seguridad extremo. Para muchos, la situación es "catastrófica", con incertidumbre sobre si mantener abierto o cerrar durante el evento.
Entre los desafíos adicionales se encuentran las medidas sanitarias, como el uso obligatorio de códigos QR para controlar el acceso a establecimientos dentro de las zonas restringidas. La presencia policial es abrumadora, con efectivos de diversas nacionalidades europeas y más de 30.000 policías movilizados diariamente para mantener el orden.
Además, los organizadores enfrentan críticas y preocupaciones por el uso de tecnología de vigilancia equipada con inteligencia artificial, así como por los riesgos potenciales de ciberataques. A pesar de los desafíos, París optó por ubicar gran parte de los eventos en el corazón de la ciudad, con estadios temporales instalados en espacios públicos y una ceremonia de apertura a lo largo del Sena, decisiones que complican aún más la logística y la seguridad.
Con millones de espectadores esperados y miles de atletas participantes, el país galo está decidido a garantizar un evento memorable y seguro, superando desafíos sin precedentes en un contexto de tensiones diplomáticas y desafíos globales, incluido el terrorismo internacional.
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La embajada argentina en París quedó aislada previo a la llegada de Milei
La avenida Kleber, cerca de la embajada argentina en París, es un ejemplo de la severidad del dispositivo de seguridad. Allí, los preparativos para la exposición de los 100 años de participación argentina en los Juegos se vieron obstaculizados por las estrictas medidas de protección. En tanto, la llegada del presidente argentino Javier Milei para la inauguración es un desafío logístico adicional en medio del entorno altamente securizado.
"La seguridad es nuestra prioridad, y hemos tomado todas las medidas necesarias para garantizar un evento seguro y exitoso", afirmó Darmanin en una declaración conjunta con Macron.
Milei, que mantiene un buen diálogo con su homólogo francés, arribará a la capital gala para la ceremonia inaugural después del último cortocircuito diplomático producto de las declaraciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El gobierno argentino, en tanto, emitió disculpas formales a Francia por los comentarios de la número dos de Milei, quien describió al país europeo como "colonialista" y a los franceses como "hipócritas" en relación al racismo, luego de una controversia suscitada en torno a una canción tribunera considerada racista durante un debate sobre la selección de fútbol albiceleste.
La semana pasada, la hermana del presidente, la secretaria Karina Milei, visitó la embajada francesa personalmente para aclarar que el comentario de Villarruel fue una "expresión personal" y "no refleja la posición oficial del gobierno argentino".
