El multimillonario Elon Musk anunció este martes 22 de abril que reducirá su dedicación al frente del “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, por sus siglas en inglés) desde mayo, lo que generó subidas de casi un 4% en las acciones de Tesla, su empresa de vehículos eléctricos.
"Creo que, a partir de mayo, probablemente, mi tiempo dedicado a DOGE disminuirá significativamente", declaró el magnate durante una llamada telefónica con inversores, pero aclaró que seguirá colaborando con el Gobierno de Estados Unidos para impedir que el fraude y el desperdicio vuelvan.
El multimillonario sudafricano explicó que dedicará “uno o dos días a la semana” a asuntos gubernamentales, “mientras el presidente quiera”, pero el resto de su tiempo se concentrará en su compañía de coches eléctricos, afectada, paradójicamente, por los aranceles impuestos por Donald Trump. Según The New York Times, figuras importantes del mundo financiero le habían pedido que se aleje de Washington para concentrarse en mejorar la performance de su compañía.
Musk adelantó que seguirá pidiendo que se saquen los nuevos gravámenes, pero reconoció que “la decisión sobre los aranceles depende completamente del presidente de Estados Unidos. Yo aportaré mi opinión. He dicho públicamente en numerosas ocasiones que bajar los aranceles es una buena idea para la prosperidad. Seguiré abogando por aranceles más bajos en lugar de aranceles más altos. Es todo lo que puedo hacer”. Tras estas declaraciones, las acciones de Tesla subieron 3,8%, según la agencia de noticias estadounidense Bloomberg.
Cómo empezó el desgaste de la relación entre Donald Trump y Elon Musk.
En diálogo con Canal E, el periodista Henrik Rehbinder reveló que “Elon Musk está cada vez más alejado del trumpismo” tras la discusión entre el magnate y Peter Navarro, principal asesor comercial de Donald Trump. El empresario atacó públicamente la política de aranceles impulsada por Navarro, a quien acusó de “no saber nada”.
La pelea arrancó cuando Musk propuso eliminar los aranceles con Europa, lo que fue terminantemente rechazado por Navarro. Según Rehbinder, este conflicto “expone cómo Musk defiende sus propios intereses, particularmente en la industria automotriz”.
La pelea con Musk se suma a un problema mucho más complejo que enfrenta el Partido Republicano. “Hay senadores republicanos preocupados por el impacto real de estas tarifas”, detalló Rehbinder. La caída en la bolsa durante tres días consecutivos forzó a Trump a conceder un margen de 90 días en la aplicación de los nuevos aranceles.
“Esa pausa no estaba prevista; fue sugerida por un influyente simpatizante de Trump en Wall Street y rechazada inicialmente por Navarro, pero la presión terminó siendo insostenible”, explicó el periodista. Esta victoria pírrica de Musk le creó nuevos enemigos dentro del círculo más íntimo de la Casa Blanca y desgastó su relación con el presidente.
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