El polémico plebiscito de seguridad social impulsado por el Plenario Intersindical de Trabajadores- Convencional Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) que proponía fijar la edad de retiro en 60 años, la equiparación entre jubilación mínima y el salario mínimo fue rechazado en las urnas por la ciudadanía oriental en el marco de las elecciones en Uruguay el último domingo. La enmienda constitucional también contemplaba la eliminación de los fondos privados de pensión.
El presidente Lacalle Pou fue uno de los principales críticos de la propuesta y aseguró que es “peligroso y dañino para el país” y los detractores de la enmienda argumentaron que su aprobación implicaría “un gasto adicional inmediato de US$1.000 para las cuentas públicas.
El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, reconoció la derrota en un conferencia de prensa y la central sindical comunicó oficialmente que “no logró el objetivo central” que se había trazado.
La iniciativa buscaba modificar el artículo 67 de la Carta Magna para prohibir los sistemas de ahorro individual con destino jubilatorio y planteaba que las pensiones no podían ser menores al salario mínimo nacional, que actualmente equivale a unos US$540.
Además, implicaba dejar sin efecto la reforma jubilatoria de 2023 que subió a 65 años la etapa de licencia. Sus promotores del PIT-CNT sostuvieron que la seguridad social “es un derecho fundamental, no susceptible de lucro”. El proyecto fue acompañado por partidos menores como Identidad Soberana.
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En tanto que, el arco político que se opuso advirtieron que “el cese de las AFAPs supondría una confiscación de los ahorros individuales de la gente y ‘perforaría’ la certeza jurídica de Uruguay”.
Las papeletas por el Sí al plebiscito de seguridad social no llegaron al 50% de los votos más uno necesarios para establecer en la Constitución los cambios que proponían.
PM