“He seguido con atención la importante crisis que está teniendo lugar en los Estados Unidos con motivo del inicio de un programa de deportaciones masivas. La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”, lanzó El Papa Francisco este martes en una carta dirigida a los obispos de Estados Unidos, subrayando que el gobierno estadounidense debería discernir qué migrantes deben ser deportados y quiénes no.
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No obstante, Francisco señaló que “se debe reconocer el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves mientras están en el país o antes de llegar”, pero enfatizó que “el acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación, de persecución o por el grave deterioro del medio ambiente, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras”.
“Preocuparse por la identidad personal, comunitaria o nacional, al margen de estas consideraciones, fácilmente introduce un criterio ideológico que distorsiona la vida social e impone la voluntad del más fuerte como criterio de verdad”, problematizó el sumo pontífice.
Críticas al estado de derecho en Estados Unidos
“Esta cuestión no es menor: un auténtico estado de derecho se verifica precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, en especial, los más pobres y marginados”, dijo el Papa, poniendo en entredicho que en Estados Unidos rija actualmente el principio político que establece que todos los ciudadanos y las instituciones de un país están sometidos a las leyes y el respeto de los derechos de las personas.
“Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”, completó Francisco.
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En la carta, organizada en 10 puntos y con alusiones bíblicas al pueblo de Israel, Francisco hizo además un llamamiento a la necesidad de resistir los discursos de odio: “Exhorto a todos los fieles de la Iglesia católica, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados”, expresó.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró la semana pasada que más de 8.000 personas habían sido arrestadas en acciones de control migratorio desde que Trump asumió la presidencia el 20 de enero. Algunos han sido deportados, otros están detenidos en prisiones federales y otros están retenidos en la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, en Cuba.
FPT