El Papa Francisco sufrió este jueves 16 de enero una caída que le provocó un hematoma en el brazo y debió ser inmovilizado como medida de precaución, aunque no sufrió fracturas. El incidente ocurrió en su residencia en el Vaticano, la Casa de Santa Marta.
"Esta mañana, a causa de una caída en la casa de Santa Marta, el Papa Francisco sufrió una contusión en el antebrazo derecho, sin fracturas. El brazo fue inmovilizado como medida de precaución", precisó la prensa del Vaticano a través de un escueto comunicado.
Más allá de la caída, el Sumo Pontífice de 88 años continuó con su agenda de trabajo sin ningún inconveniente más que una venda blanca que le inmoviliza el brazo. El mismo debía realizar cinco audiencias, incluyendo una con el colegio de sacerdotes argentinos de Roma.
Desde la Santa Sede aseguraron que la caída no fue grave, aunque cabe recordar que el religioso ya había sufrido otro incidente el pasado 7 de diciembre, también en Casa Santa Marta, momento en el que se golpeó y le quedó un hematoma en el lado derecho de la cara.
Tras la última caída, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, declaró ante la prensa que el episodio fue "fruto de una contusión" y que el Papa Francisco se había golpeado "la barbilla contra la mesa de luz".
Se debe tener en cuenta que el referente de la Iglesia sufre de una grave gonalgia en la rodilla derecha, la cual le impide caminar y lo obliga a utilizar silla de ruedas o, en ocasiones, un bastón, para poder movilizarse.
"Soy un pecador", admitió el papa Francisco en su autobiografía
"Esperanza", el libro del papa Francisco, cuya versión en español estará disponible a finales de este mes, recopila a través de historias personales los principios clave de su pontificado: la búsqueda de la paz, la acogida a los migrantes y la protección del ambiente.
A sus 88 años, Francisco rememora episodios de su niñez en un barrio multicultural de Buenos Aires, sin ocultar acciones de las que ahora admite arrepentirse."Recuerdo mis pecados y siento vergüenza (...) Soy un pecador", afirma el jefe de la Iglesia católica, según declaraciones recogidas en la edición inglesa de la biografía.
Francisco se define como un "niño travieso" y recuerda con cariño a los integrantes de su familia. También relata la travesía de sus abuelos italianos, quienes emigraron a Argentina en 1929 viajando en un camarote de tercera clase, mientras su abuela ocultaba sus pertenencias en el forro de su abrigo.
AS/ff