El Papa Francisco se hizo presente este domingo en la Plaza San Pedro para participar de la misa del Domingo de Ramos, dando inicio a la Semana Santa. A pesar de su delicado estado de salud tras sufrir una grave neumonía bilateral, el pontífice argentino, de 88 años, fue recibido con una ovación por más de veinte mil fieles congregados en el Vaticano.
El Papa apareció en silla de ruedas, sin cánulas de oxígeno y con un semblante notablemente saludable, acompañado por su asistente sanitario Massimiliano Strappetti. A lo largo de la plaza, saludó a los presentes, estrechó manos, repartió dulces a los niños y regaló palabras de aliento. “Feliz Domingo de Ramos, feliz Semana Santa”, expresó desde el altar frente a la Basílica de San Pedro, desatando la emoción de la multitud.
Aunque su presencia no estaba anunciada oficialmente, su reciente actividad pública generaba expectativas. El sábado, Francisco había visitado la Basílica de Santa María la Mayor su favorita en Roma para rezar ante el ícono de la Virgen Salud del Pueblo Romano. En los días previos, también sorprendió al recibir en una audiencia privada al rey Carlos III de Inglaterra y a la reina Camila, y al recorrer obras de renovación dentro del Vaticano.
Durante la misa, fue el cardenal argentino Leonardo Sandri quien presidió la ceremonia y leyó la homilía escrita por el Papa. En ella, Francisco hizo un llamado a vivir con compasión, siguiendo el ejemplo de Simón de Cirene, quien ayudó a Jesús a cargar la cruz. “Para experimentar este gran milagro de la misericordia, decidamos durante la Semana Santa cómo llevar la cruz, no en el cuello, sino en el corazón”, se leía en su mensaje.
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El Papa, que no había reaparecido públicamente desde el 9 de febrero, también participó en la oración del Ángelus, transmitida por el Vaticano. Agradeció las oraciones de los fieles y pidió por la paz en el mundo, recordando especialmente a las víctimas del reciente derrumbe de una discoteca en Santo Domingo y al pueblo de Sudán, al cumplirse dos años del inicio del conflicto. También mencionó a otras naciones golpeadas por la violencia, como Ucrania, Palestina, Israel, la República Democrática del Congo, Birmania y Sudán del Sur.
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Tras pasar más de cinco semanas internado en el hospital Gemelli de Roma y regresar al Vaticano el 23 de marzo, Francisco continúa en convalecencia. Los médicos le recomendaron al menos dos meses de reposo, y aún no está confirmada su participación en las ceremonias centrales de la Semana Santa. Sin embargo, su aparición este domingo dejó un mensaje claro: “Frente a la atroz injusticia del mal, llevar la cruz nunca es en vano; es la manera más concreta de compartir su amor salvador”.
