El viaje del Papa Francisco a Bélgica estuvo marcado por las críticas del primer ministro Alexander De Croo, quien denunció la inacción de la Iglesia Católica frente a los casos de abusos sexuales. "La Iglesia debe avergonzarse y pedir perdón y tratar de resolver esta situación con humildad cristiana, y hacer todo lo posible para que no vuelva a suceder", dijo el sumo Pontífice.
Francisco aterrizó el jueves 26 de septiembre por la noche en Bruselas, capital de Bélgica. Allí respondió a las recriminaciones sobre la falta de dureza de la institución frente a los clérigos implicados en casos de abusos sexuales.
El sacerdote argentino recalcó que su iglesia “debe avergonzarse y pedir perdón, y tratar de resolver esta situación con humildad cristiana, y hacer todo lo posible para que no vuelva a suceder”.
Las declaraciones se dieron durante una audiencia de bienvenida, donde el funcionario belga criticó la actitud de la Iglesia Católica de "ignorar las dolorosas heridas que existen en la comunidad", en referencia a "los numerosos casos de violencia sexual y de adopciones forzadas han dañado gravemente la confianza".
Diez preguntas al Papa Francisco
"Cuando algo sale mal, no podemos aceptar que se oculte el asunto", insistió. "Hoy en día, las palabras ya no son suficientes. Se necesitan medidas concretas. Las víctimas deben estar en el centro del diálogo. Tienen derecho a la verdad. Las atrocidades deben ser reconocidas. La dignidad humana debe primar sobre los intereses de la institución", argumentó Francisco.
El Papa luego concluyó que "para poder volver a mirar hacia el futuro, la Iglesia debe aceptar su pasado", dijo el primer ministro durante la visita papal.
En el encuentro, en el que participó el rey belga Felipe y la reina Matilde, Francisco sostuvo: "Pienso en los dramáticos casos de abusos a menores, un flagelo que la Iglesia está afrontando con decisión y firmeza, escuchando y acompañando a las personas heridas e implementando un amplio programa de prevención en todo el mundo".
En su discurso, el Papa también hizo referencia a un escándalo que sacudió la iglesia belga el año pasado, relacionado con abusos a menores y adopciones forzadas de niños de madres solteras.
El sitio web belga HLN estima que unos 30.000 niños fueron retirados de sus madres en Bélgica entre 1945 y la década de 1980. Obispos de Bélgica pidieron disculpas en 2023 y encargaron una investigación independiente sobre los casos.
En este marco, el Papa insistió: "Me entristece el fenómeno de las 'adopciones forzadas', presentes también aquí en Bélgica entre los años 1950 y 1970 del siglo pasado".
“Con frecuencia las familias y otra entidades sociales incluida la Iglesia, pensaron que para quitar el estigma negativo, que desgraciadamente en esos tiempos afectaba a la que era madre soltera, sería mejor para ambos, madre e hijo, que este último fuera adoptado”, señaló el Papa.
En su discurso a las autoridades en su primer acto oficial en el castillo real de Laeken, concluyó: “Espero que los gobernantes sepan asumir su responsabilidad, el riesgo y el honor de la paz, alejando el peligro, la ignominia y la absurdidad de la guerra”.
Es la primera vez en sus once años de pontificado que el Papa enfrenta reproches tan serios en una ceremonia oficial de bienvenida por parte de todos los representantes de un Estado que visita. Normalmente el protocolo diplomático impide ataques directos a la Iglesia o referencias que puedan provocar controversia.
Encuentro del Papa con victimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia: "No valdrá para nada”
Al final de la jornada, el Papa Francisco tiene programado reunirse con 15 víctimas de abusos por parte de miembros de la iglesia. El tema de los abusos volvió a cobrar relevancia en Bélgica en el otoño de 2023 tras la emisión de un documental llamado “Godvergten” en el que las víctimas narraban sus historias. Contaron, también, que fueron silenciadas durante décadas. Además, el documental cuestiona el encubrimiento de la Iglesia, que protegía a los abusadores, y la ausencia de justicia.
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Una víctima que se identificó como Jean-Luc, que está entre los quince abusados que han sido invitados a hablar con el Papa, dijo: “Esperabamos mucho más pero igual es un esfuerzo importante, me siento de alguna forma reconfortado”
“Le contaré mi historia personal y le pediré que se tomen medidas para que la Iglesia adopte una posición clara con los abusadores”.
Recién en marzo pasado el Vaticano expulsó del sacerdocio al ex obispo de la ciudad de Brujas, Roger Vangheluwa, 14 años después de haber sido retirado de su cargo tras admitir que había abusado de sus sobrinos.
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La agencia española EFE que dio esta información recientemente, destacó que el sacerdote flamenco jubilado Rik Devillé, fundador del comité de Derechos humanos de la Iglesia y autor de testimonios de víctimas de abusos que inspiró el documental “Godvergten”, dijo que el encuentro del Papa con las víctimas “es una reunión para salvar al Papa y a los obispos que no valdrá para nada”.
Agregó a la agencia EFE que “el Papa conoce todos los expedientes y ha declarado varias veces que encuentra abominable estos abusos”, agregó el padre Rik Deville, “pero los sacerdotes pederastas permanecen al servicio de la Iglesia, pero más secretamente, sin ser cargos públicos, lo que me hace concluir que el problema persiste”.
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