Contra todo pronóstico, el premio Nobel de la Paz fue otorgado a la joven paquistaní Malala Yousafzai y al activista indio Kailash Satyarthi, titular de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, "por su lucha a favor del derecho a la educación de los niños" .
La chica, quien el año pasado ya estuvo entre las principales candidatas a recibir el galardón, compartía la lista de favoritos al premio junto al papa Francisco y al ex analista de la CIA Edward Snowden. Este año el Comité Nobel había realizado 278 candidaturas, un número sin precedentes en la historia del Nobel de la Paz.
La Real Academia de las Ciencias Sueca reconoció la labor que llevan a cabo los premiados “por la lucha para evitar que los niños y jóvenes sean explotados y en favor del derecho de todos los niños a la educación".
Malala, de 17 años, fue disparada en la cabeza por un talibán en una manifestación en el año 2012 por defender la educación femenina en Pakistán donde cada vez es más potente la facción que defiende el burka y la segregación para las mujeres.
Satyarthi, de 60 años, dirigió diversas formas de protesta pacíficas centrándose en la grave explotación de los niños con fines económicos.
El Comité explicó que "considera un punto importante para un hindú y una musulmana, un indio y una paquistaní, unirse en una lucha común por la educación y contra el extremismo''.
Malala y Satyarthi compartirán la suma de 1,1 millones de dólares que otorga el premio.