Joe Biden esperaba que Kamala Harris rescatara su legado como el hombre que salvó a Estados Unidos de Donald Trump. Sin embargo, su esperanza está en ruinas. Al menos le queda su ventaja moral, al prometer una transición pacífica.
El orgullo del hombre de 81 años le hizo resistir las crecientes preocupaciones sobre su edad, su salud y su agudeza mental hasta que fue demasiado tarde, y un desastroso debate contra Trump le obligó a abandonar su candidatura a un segundo mandato apenas tres meses antes del día de las elecciones.
Biden presentó la decisión como un intento de "pasar la antorcha" a una nueva generación de liderazgo en la forma de su vicepresidente, a quien respaldó como nueva candidata demócrata. Si Harris hubiera ganado, las disputas sobre su edad y su negativa a retirarse antes habrían sido perdonadas por el Partido Demócrata.
El presidente habría podido celebrar una lista de logros en su único mandato que incluía sacar al país de la crisis del Covid, aprobar leyes históricas, construir infraestructura y promover la energía verde. En el frente exterior, ayudó a Ucrania en la lucha contra la invasión rusa y esperaba, contra toda esperanza, poder poner fin al conflicto de Israel en Gaza.
Es bien sabido que los presidentes estadounidenses siempre tienen en cuenta cómo serán juzgados por la historia, y por eso le convenía que Harris ganara contra Trump. Harris fue "en gran medida un proyecto de legado" para Biden, dijo Frank Sesno, profesor de la Universidad George Washington y excorresponsal de la Casa Blanca. Pero es probable que ahora los demócratas juzguen a Biden con mucha más dureza.
Su intento de conseguir un segundo mandato fue "quizás un poco de arrogancia o de extralimitación", dijo a la AFP Alex Keena, profesor asociado de ciencias políticas en la Virginia Commonwealth University. En 2020, Biden había prometido ser un presidente de transición, pero su decisión de postularse durante cuatro años más significó que, cuando se retiró, no hubo tiempo para una primaria adecuada para encontrar un reemplazo.
"Fue una oportunidad perdida para los demócratas de nominar a alguien con amplio atractivo", dijo Keena. "Es cierto que podrían haber nominado a Kamala Harris... pero como resultado, el país no tuvo la oportunidad de conocer realmente a Kamala Harris ni de verla luchar por la base demócrata".
La “sensación terrible” de saber que Trump va a destruir su legado
De hecho, Biden se había convencido a sí mismo de que, tras haber vencido a Donald Trump una vez, era el único hombre que podía vencerlo otra vez. Era propio de un hombre orgulloso y a menudo testarudo que amaba citar el mantra de su familia: "Cuando te derriben, levantate de nuevo".
Desde peleas en el patio de recreo hasta el tartamudeo y la terrible tragedia de perder a su esposa y a su pequeña hija en un accidente automovilístico, Biden había visto su vida durante mucho tiempo como una serie de remontadas contra probabilidades imposibles.
Biden incluso dijo que el primer mandato de Trump fue una "aberración". Pero ahora es Trump el que está regresando, y es el único mandato de Biden el que será la excepción entre los dos mandatos de Trump. Los dos meses y medio que le quedan a Biden en el cargo lo verán intentar rescatar lo que pueda del legado que anhela.
El demócrata comenzó el esfuerzo pocas horas después de la victoria de Trump, acercándose a él para invitarlo a la Casa Blanca y prometiéndole una transición pacífica del poder, un marcado contraste con la negativa sin precedentes del republicano a hacer lo mismo cuando perdió ante Biden.
Además, se dirigirá a la nación el jueves para "discutir los resultados de las elecciones y la transición", dijo la Casa Blanca. Biden busca tomar ventaja moral sobre un hombre que no sólo no aceptó el resultado de las elecciones de 2020, sino que intentó aferrarse al poder, obstaculizó el proceso de transición y se negó a asistir a la toma de posesión del demócrata entrante.
Pero no será fácil. "Debe ser una sensación terrible", opinó Alex Keena, y agregó que Biden tendría que "tomar una decisión sobre cuán cordial es". Biden también sabe que es probable que Trump comience de inmediato a desmantelar partes clave de sus logros, desde la energía verde hasta su respaldo a Ucrania. "Saber que Trump va a esforzarse mucho para deshacer su legado tiene que ser una forma terrible de irse para alguien que ha servido durante tantos años en el servicio público", añadió Keena.
ML
