Desde los Bush hasta Daniel Scioli. Del Papa Francisco, a Bill Clinton. Son muchos los líderes, figuras y personalidades que conocieron a Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos, quien falleció a sus 100 años. Todos ellos, a su manera, prestaron homenaje por su muerte. Pero hubo un punto en común: la totalidad lo elogió por su activismo en favor de los Derechos Humanos, trabajo de beneficencia y resolución de conflictos. No por nada ganó un premio Nobel de la Paz.
Joe Biden, actual presidente norteamericano, fue uno de los primeros en homenajear públicamente a Carter. En su caso, eligió hacerlo mediante un mensaje televisado durante una conferencia de prensa: “¿Te imaginas a Jimmy Carter pasando junto a alguien que necesita algo y seguir caminando? ¿Te imaginas a Jimmy Carter refiriéndose a alguien por su apariencia o su forma de hablar? No puedo”, comenzó.
Para Biden, Estados Unidos “perdió a un líder extraordinario”. En este sentido, manifestó que cualquiera que busque entender lo que significa vivir una vida con propósito y significado “debe estudiar la vida de este hombre”. Por este motivo, el jefe de Estado declaró al 9 de enero como Día Nacional de Luto por la muerte de Carter.
Asimismo, Biden sostuvo: “Hago un llamamiento al pueblo estadounidense a que se reúna ese día en sus respectivos lugares de culto para rendir homenaje a la memoria del presidente James Earl Carter, Jr. Invito a los pueblos del mundo que comparten nuestro dolor a que se unan a nosotros en esta solemne celebración”.
Las antípodas políticas a Biden también se pronunciaron. Y es que el flamante Presidente electo, Donald Trump, también lamentó el hecho mediante sus redes sociales: “Acabo de enterarme de la noticia sobre el fallecimiento del presidente Jimmy Carter. Aquellos de nosotros que hemos tenido la suerte de haber servido como presidente entendemos que este es un club muy exclusivo, y solo nosotros podemos relacionarnos con la enorme responsabilidad de liderar la nación más grande de la historia”, escribió.
En este sentido, Trump indicó que los desafíos que el ex mandatario enfrentó como “llegaron en un momento crucial para el país e hizo todo lo que estuvo a su alcance para mejorar las vidas de todos los estadounidenses. Por eso, todos le debemos una deuda de gratitud”, cerró.
La religión también fue parte de la vida de Carter. Y de eso habló, ni más ni menos, que el Papa Francisco, quien lamentó el fallecimiento. Mediante un comunicado público, recordó su "firme compromiso" en favor "de la reconciliación y la paz entre los pueblos" y "el bienestar de los más necesitados". A su vez, en la misma misiva, manifestó: "El Santo Padre lo encomienda a la infinita misericordia de Dios todopoderoso y ruega por el consuelo de todos los que lloran su pérdida”.
Carter había tenido reuniones con diversos líderes religiosos, entre ellos, el Papa Juan Pablo II, a quien había visitado el 21 de junio de 1980. Fue un encuentro que, posteriormente, fue agradecido por el Sumo Pontífice mediante una carta.
“Nos enseñó a todos lo que significa vivir una vida de gracia, dignidad, justicia y servicio”, fue lo que expresó el ex jefe de Estado Barack Obama. “Siempre que tuve la oportunidad de pasar tiempo con el presidente Carter, quedó claro que no solo profesaba estos valores, sino que los encarnaba”, expresó.
George W. Bush, la ex candidata a la presidencia Kamala Harris, el mandatario francés Emmanuel Macrón, los Clinton (Bill y Hillary) y hasta el líder asiático Xi Jinping también homenajearon a Carter. Sin importar la ideología, todos coincidieron en lo mismo: fue una pérdida triste, compleja y sentida.
Su carrera en datos
Jimmy Carter fue el presidente número 39 de Estados Unidos. Su vida estuvo marcada por decisiones inesperadas y sacrificios personales que moldearon su futuro como líder mundial.Antes de lanzarse a la jefatura de Estado, fue un oficial de la Marina, con un camino que culminaría, de seguír allí, en la élite militar.
Se graduó con honores en 1946 en la Academia Naval norteamericana. Comenzó su carrera como alférez a bordo del USS Wyoming (E-AG 17). Después de dos años de servicio, solicitó trabajar en submarinos. Fue así que terminó siendo seleccionado para formar parte del programa pionero de submarinos nucleares. Entre noviembre de 1952 y marzo de 1953, trabajó en la Naval Reactors Branch de la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos.
En julio de 1953, debió abandonar la marina luego del fallecimiento de su padre, para regresar a Georgia y hacerse cargo del negocio familiar. Este periodo lo preparó para los retos futuros en el mundo político.
TC CP