INTERNACIONAL
Giro en la causa tras cuatro décadas

Bestia de Birkenhead: un crimen "grabado en la memoria de cada mujer" y el posible error judicial más grave de Reino Unido

Diane Sindall fue asesinada y violada en 1986, en uno de los peores homicidios de la región. Por el hecho, Peter Sullivan fue condenado y apresado, pero, 38 años después, un ADN descartaría su participación en el episodio.

Inglaterra, 38 años de cárcel por asesinato cuando podría ser declarado inocente
Inglaterra, 38 años de cárcel por asesinato cuando podría ser declarado inocente | Cedoc Perfil - Wikipedia.org y Streetview

"Asesinada por ser mujer". Ese breve epitafio resume uno de los peores crímenes de la villa británica de Birkenhead: el homicidio de Diane Sindall, una joven de 21 años asesinada y violada en 1986 cuando intentaba volver a su casa tras finalizar su jornada laboral. Si bien parecía que la víctima tuvo justicia relativamente rápido, ya que Peter Sullivan fue arrestado el mes posterior y condenado al año siguiente, 38 años más tarde, el caso de Diane está lejos de ser resuelto. Es que las autoridades británicas remitieron la sentencia al Tribunal de Apelación, luego de que nueva evidencia de ADN diera negativo con el (hasta ahora considerado) culpable.

Al momento de los hechos, los detectives de la policía de Merseyside indicaron a la prensa que se trataba de una de las investigaciones más brutales en la que habían trabajado debido a la gravedad de las lesiones de la chica, así como la más grande hasta la fecha. La mujer fue golpeada hasta la muerte, se presume que con una palanca, semidesnudada, agredida sexualmente, mutilada y mordida en los pechos, para finalmente ser descartada en un callejón. La violencia del crimen llevó a que el perpetrador fuera apodado como "la bestia de Birkenhead", "el destripador del Mersey" o "el hombre lobo".

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El viernes 1° de agosto de 1986 inició normal para Diane. Como era costumbre, empezó a trabajar a las 9 en el mostrador de la floristería de su tío en el distrito de Seacombe. Cerca de las 17, regresó al departamento que compartía con su prometido, David Beattie, antes de dirigirse al hotel The Wellington, a unos ocho kilómetros de distancia, donde trabajaba por turnos detrás de la barra con el objetivo de ahorrar dinero para su boda.

A las 23:30, la joven finalizó su turno y, antes de volver a su hogar, les avisó a sus compañeros que compraría algo para comer en el camino. Ann Jonh, la esposa del dueño del pub, la acompañó hasta la parte trasera del local para asegurarse de que llegara a su furgoneta y le recomendó ir directamente a su casa, ya que era tarde.

Diane Sindall
David Beattie (abajo a la izquierda) describió a su prometida, Diane Sindall (centro), como una "chica tímida y reservada", que era el "alma de la velada" en "fiestas familiares".

Tan solo quince minutos después, el Fiat Fiorino de Diane se detuvo cerca de una rotonda en Birkenhead debido a que se había quedado sin combustible. Por ese motivo, tomó una lata de plástico que tenía en la parte trasera del vehículo y comenzó a caminar por la carretera para llegar a una estación de servicio. Según indicaron testigos que la vieron, la mujer vestía una camiseta blanca con lunares negros, jeans, zapatos de tacón alto verdes y llevaba un bolso de mano. Además, miraba hacia atrás de vez en cuando, como si estuviera comprobando si venía algún transporte público.

El segundo avistamiento de la víctima fue a las 00:03, justo antes de una parada de autobús, donde fue divisada por el conductor Gary Lamb. Unos minutos más tarde, a las 00:10, un taxista que buscaba pasajeros observó a una mujer forcejeando con un hombre. De acuerdo a lo que les contó a las autoridades, ambos estaban discutiendo y parecían conocerse.

Inglaterra, 38 años de cárcel por asesinato cuando podría ser declarado inocente
Diane trabajaba en el pub The Wellington para cubrir los gastos de su boda, siendo que su salario "la ayudó a pagar un nuevo microondas" y los muebles para su nuevo apartamento, según contó su padre.

Pasarían alrededor de doce horas para que el cuerpo sin vida de Diane fuera descubierto el sábado 2 de agosto de 1986. A las 12:15, una mujer que paseaba a su perro encontró los restos de la joven en un estrecho callejón de Borough Road, parcialmente oculto por la vegetación. Su camioneta seguía estacionada y cerrada con llave donde la había dejado, a solo 500 metros de distancia.

La víctima había sido golpeada en la cara, la cabeza y el cuerpo, a la par que sufrió múltiples fracturas y tenía mordidas en sus pechos. Su corpiño y camiseta habían sido subidos hasta su cuello y sus pantalones, mientras que sus zapatos, ropa interior y bolso habían desaparecido. Sin embargo, todavía tenía su anillo de compromiso de diamantes.

Las llaves del vehículo fueron encontradas a primera hora de la mañana en el lugar donde se cree que la atacaron inicialmente. También se halló una pequeña, pero espesa mancha de sangre en una banquina cercana, desde donde cree que la trasladaron al callejón. Asimismo, descubrieron el contenedor de gasolina en el mismo sitio donde yacía el cuerpo.

Diane Sindall
El programa Crimewatch de la BBC hizo una recreación de los últimos momentos de Diane con vida. Un par de meses después del ataque, Denise Mullin escribió en el Daily Post que la escena televisiva quedó "grabada en la memoria de todas las mujeres".

A raíz del crimen, la policía de Merseyside lanzó su mayor investigación de asesinato hasta la fecha en la búsqueda del culpable, que fue apodado la "Bestia de Birkenhead". En cuestión de semanas, después de un llamamiento en Crimewatch UK de la BBC, las sospechas recayeron sobre un hombre local, Peter Sullivan, que en ese momento tenía 29 años, descrito al Mail on Sunday como "un tonto del pueblo" y "un imbécil".

El doctor Geoffrey Garrett, patólogo principal del Ministerio del Interior para el noroeste, contó en sus memorias "Cause Of Death" (2001) cómo encontró la escena del crimen: "Su cuerpo iba a contar una historia de terrible frenesí. No se trataba de un simple asesinato. Todos los que vieron lo que le había hecho estaban conmocionados. La policía, el médico, las enfermeras... y yo. Hay límites y esto los superaba con creces". "La gravedad de las heridas dejaba pocas dudas de que Diane habría muerto muy rápidamente una vez que llovieran los golpes, pero luego la arrastraron hacia atrás y la desnudaron casi por completo", añadió.

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Además, indicó que, dos semanas después, los objetos faltantes de la joven "fueron encontrados quemados en Bidston Hill, un poco alejado de la ciudad". "No revelaron nada útil en sí mismos, pero un testigo recordó haber visto a un hombre al que conocía vagamente comportarse de manera extraña en la colina. El hombre, dijo a los detectives, se llamaba Peter, tenía una nariz larga y brazos tatuados, y le gustaban los dardos", relató.

De esa manera, el 22 de septiembre de 1986, un policía vestido de civil entró en un pub en Birkenhead y, después de hablar con Sullivan, notó su nariz puntiaguda y sus tatuajes en el antebrazo, coincidentes con el hombre al que estaban buscando. Tres días después, luego de que se registrara la casa del sospechoso, le mostraron a Garrett una palanca encontrada allí, la cual consideró que "podría haber sido" el arma homicida.

El juicio y las pruebas contra Peter Sullivan

Peter Sullivan, descrito por la policía como un "solitario tranquilo", era un trabajador desempleado de 29 años al momento de los hechos. Antes del asesinato en agosto de 1986, había acumulado 18 condenas por delitos menores como hurto menor y robo de coches, por lo que ya había pasado tiempo en la cárcel. Sin embargo, no presentaba antecedentes de violencia sexual.

Según informes de la época, en el juicio que comenzó en septiembre de 1987, se relató que el presunto criminal había pasado el día del crimen bebiendo mucho después de perder una partida de dardos. Cuando salió del bar, se cruzó con Sindall y le preguntó la hora, antes de golpearla con una palanca (algunos reportes sostienen que fue un ladrillo) durante un ataque "frenético", a partir del cual terminó arrastrándola hasta el callejón para luego agredirla sexualmente.

Diane Sindall
Un sospechoso, identificado como "Mr. X", admitió haber encontrado el cuerpo de Diane y haberle robado dinero en efectivo y su bolso, antes de quitarle su ropa y quemarla en Bidston Hill. La policía lo investigó, pero descartó que fuera el culpable.

En un inicio, el sospechoso había confesado el hecho, argumentando que no recordaba muy bien lo sucedido porque estaba muy borracho. Incluso se presentó como prueba una entrevista grabada en el interrogatorio donde Sullivan se preguntaba: "No sé por qué la golpeé". En esa línea, las autoridades indicaron que el hombre había aportado detalles "asombrosamente precisos" del asesinato, que solo el culpable podía conocer. Sin embargo, los abogados defensores argumentaron que la mayor parte de la información ya era de dominio público, una afirmación verificada por las recientes investigaciones del Ministerio de Justicia.

Asimismo, más tarde, el presunto culpable aseguró que lo presionaron para que admitiera la culpa. "¿Por qué saldría a matar a una chica así, de solo 21 años? Tiene mucho por lo que vivir. No tengo ninguna razón para salir a matar a nadie", manifestó a los investigadores. Al respecto, detalló que esa noche, además de ir a una tienda cercana, se la pasó en su casa viendo televisión con su esposa embarazada y sus hijastros gemelos antes de irse a la cama poco antes de la medianoche.

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Sumado a esto, Setephen France, un delincuente y drogadicto que coincidió en la prisión con Sullivan, se presentó en el juicio para afirmar que el hombre le confesó que había matado a Diane. Tras escuchar los informes de radio sobre el caso, el joven de 23 años se acercó a la policía y declaró que el sospechoso le había contado cómo la había golpeado repetidamente en la cabeza con una palanca. Dichas "confesiones de celda" en la actualidad son inadmisibles en los tribunales del Reino Unido, pero en aquel entonces le permitió al testigo participar del proceso.

Dentro de las evidencias contra el imputado, además de una palanca encontrada en su casa y que sospechaban que fue el arma homicida, en su domicilio también se hallaron dos pares de calcetines y un sofá, cuyas fibras de viscosa marrón y poliéster coincidían con las encontradas en los pantalones de la víctima. Sin embargo, la prueba crucial para la condena fueron las marcas de mordeduras en el cuerpo de Sindall, las cuales "probaban" que Sullivan era el asesino.

Diane Sindall
El fiscal Andrew Rankin aseguró en el juicio que Sullivan "causó esas marcas de mordedura y asesinó a Diane Sindall, sin discusión", luego de indicar que los dientes del acusado coincidían con las heridas en el pecho derecho de la víctima.

En ese sentido, dos dentistas forenses concluyeron que las mordidas fueron identificadas como procedentes de la boca del acusado, afirmó el fiscal Andrew Rankin QC. "Esa es la parte crítica del caso, tan crítica que, en mi opinión, pueden olvidarse del resto del caso", añadió Rankin durante la investigación.

Al respecto, el odontólogo Gordon MacDonald indicó al tribunal que había testificado en 30 casos que implicaban un total de 50 marcas de mordeduras. En ese contexto, señaló las características de la dentadura del sospechoso, incluido un espacio de 2 mm entre sus dos dientes frontales superiores y cuatro dientes faltantes. "No me queda ninguna duda de que las marcas en los pechos de Diane Sindall han sido causadas por los dientes de Peter Sullivan", aseguró. De esa manera, en noviembre de 1987, Sullivan fue declarado culpable de asesinato en el Tribunal de la Corona de Liverpool y condenado a cadena perpetua.

Un giro a casi cuatro décadas del crimen

A lo largo de sus 38 años tras las rejas, el condenado presentó distintas apelaciones contra su sentencia y mantuvo su inocencia. Si bien el caso parecía cerrado, tuvo un giro inesperado: el pasado 13 de noviembre, la Comisión de Revisión de Casos Penales (CCRC) confirmó que el expediente había sido remitido al Tribunal de Apelación después de que se obtuviera un perfil de ADN que no corresponde con el del preso.

En ese sentido, fuentes citadas por el Daily Mail aseguraron que existen pruebas "indiscutibles" que demuestran que no fue culpable, por lo que su exoneración parece una mera formalidad. A raíz de este desenlace, Sullivan debe comparecer ante el Tribunal de Apelaciones el próximo 13 de marzo. Si llegase a ser inocente, se trataría del error judicial más grave en la historia del Reino Unido.

La CCRC afirmó además que hay evidencia que sugiere posibles infracciones de la Ley de Policía y Pruebas Penales de 1984, que regula las actividades policiales, en relación con las entrevistas, ya que a Sullivan no se le proporcionó un adulto apropiado y se le negó la representación legal inicial. Al respecto, el presunto asesino era un hombre vulnerable con dificultades de aprendizaje.

Inglaterra, 38 años de cárcel por asesinato cuando podría ser declarado inocente
Las mujeres de la zona estaban enfadadas por la naturaleza de la muerte de Diane. A raíz de ese hecho, se fundó el Servicio de asesoramiento para casos de violación de Wirral (WRCCS, por sus siglas en inglés), que luego pasó a llamarse Centro de Violación y Abuso Sexual (RASA).

Asimismo, el Daily Mail reveló que el hombre había solicitado ver a un psiquiatra después de su confesión inicial. A través de una larga declaración de trece páginas a la policía, el detenido manifestó que era "tonto” y que no podía entender por qué seguía mintiendo respecto a su responsabilidad en el crimen.

"Necesito ver a un médico, o a un psicópata (sic). Necesito averiguar qué me pasa en la cabeza porque creo que estoy loco. Sigo con todas estas mentiras, pero nunca maté a Diane. Si la hubiera matado, me habría entregado directamente", escribió pocos días después de ser arrestado. Y agregó: "Quiero ayudarlos con este asesinato y limpiar mi nombre. No quiero hacer daño a nadie. Mi padre me ha pedido que los ayude con todas sus preguntas, así que por favor ayúdenme a no hacerme daño".

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En ese sentido, la evaluación psicológica de Sullivan realizada hace seis años, cuando intentó apelar su condena sin éxito, subrayó su "capacidad intelectual limitada y su sugestionabilidad". Según el psicólogo Harry Wood, esa característica dio "lugar a preocupaciones sobre las respuestas y confesiones del solicitante en sus entrevistas policiales".

Al respecto, en sus memorias, Garrett describió al hombre como alguien que buscaba llamar la atención, así como un "perdedor, un presidiario y un hombre con pocos amigos". "Nunca fue brillante y probablemente un poco retrasado. Sus posibilidades de lograr algo que valiera la pena eran casi nulas, pero soñaba con ser un éxito", indicó.

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Según el Daily Mail, fuentes señalaron "similitudes impactantes" en el accionar de los investigadores entre el caso Sullivan y el de Andrew Malkinson, quien pasó 17 años preso por una violación hasta que un análisis de ADN probó su inocencia en julio de 2023.

Sumado a esto, describió que el hombre solía vivir en un mundo de fantasía y se jactaba de ser amigos de sus ídolos, los campeones mundiales de dardos Eric Bristow y Jocky Wilson. "En otra ocasión afirmó haber tenido pruebas de fútbol con Wolverhampton Wanderers", añadió el patólogo en el libro publicado en 2001.

"Una vez rompió una ventana y se quedó allí esperando a que lo atraparan. En otra ocasión, su coche robado se averió, así que detuvo a un policía para que lo ayudara a ponerlo en marcha de nuevo. El policía lo arrestó. La única forma en que Sullivan podía llamar la atención era portándose mal y siendo descubierto portándose mal. Aquí, sin duda, estaba una de las víctimas de la vida”, sostuvo Garrett.

En paralelo, la policía de Merseyside confirmó que inició una nueva investigación en el caso de Sindall tras el descubrimiento de la muestra genética, la cual no tuvo coincidencias en la Base de Datos Nacional ni está vinculada a ningún otro delito sin resolver. Asimismo, las autoridades están obteniendo muestras de eliminación voluntarias de ADN de individuos de todo el país para un cotejo especializado e incluso enviaron cartas "para ayudar a rastrear a las personas identificadas en la investigación original" para descartar (o confirmar) su participación en el hecho.