El avión supersónico silencioso X-59 de la NASA, apunta a revolucionar la aeronáutica comercial con vuelos a 1.700 kilómetros por hora. Está diseñado para desviar las ondas de choque que viajan a través del aire circundante y aseguraron que “reduce los fuertes estampidos sónicos a explosiones sónicas más silenciosas”.
La agencia espacial compartió una nota de prensa en su sitio web oficial e informó que pondrá a prueba los avances realizados, por medio de un instrumento que cuenta con la capacidad de capturar características singulares de las también denominadas como ondas acústicas de alta energía.
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Cuando un biplano viaja a una velocidad inferior a la del sonido, el aire que se encuentra delante de este comienza a fluir hacia afuera antes de que el avión lo alcance. Las ondas de presión creadas por el avión, al pasar por el aire terminan siendo suaves y graduales.
Investigadores que integran el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la agencia espacial desarrollaron dos versiones de la sonda de datos de aire, herramienta clave que medirá los “golpes sónicos” de la aeronave y recopilará información durante el ensayo del prototipo.
La sonda, de aproximadamente 1,80 metros (6 pies), recolectará continuamente miles de muestras de presión por segundo, captando los cambios de presión del aire mientras vuela a través de ondas de choque.
Los datos de los sensores serán vitales para validar los modelos informáticos que predicen la fuerza de las ondas de choque producidas por el avión supersónico X-59, la pieza central de la misión Quesst de la NASA.
El investigador principal del proyecto de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, Mike Frederick, explicó que “una sonda de detección de impactos actúa como una fuente de la verdad, comparando datos previstos con las mediciones del mundo real”.
Los expertos compararán los datos proporcionados por las sondas , con las predicciones de modelos de computadora avanzados y así poder llevar a cabo una evaluación más precisa de la nave innovadora.
“Las sondas tienen cinco puertos de presión, uno en la punta y cuatro alrededor del cono”, detalló Mike Frederick.
Por último, agregó que “estos puertos miden los cambios de presión estática a medida que el avión vuela a través de las ondas de choque, lo que nos ayuda a comprender las características de choque de un avión en particular”.
PM CP