Luego de que el líder opositor Edmundo González Urrutia pidiera a las Fuerzas Armadas venezolanas defender la soberanía popular el 10 de enero y dijera que “debe asumir como Comandante en Jefe", las autoridades del país caribeño mostraron su repudio a las declaraciones y manifestaron su “profunda indignación” por el hecho.
El comunicado de las Fuerzas, que fue leído en la televisión estatal por el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, sostuvo: "Hemos visto con profunda indignación un video publicado la noche de ayer, domingo 5 de enero, por el cobarde Edmundo González Urrutia, dirigiéndose de manera desvergonzada e insolente a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (...). Rechazamos categóricamente y con absoluta vehemencia este payasesco y bufo acto de politiquería despreciable"
En la misma línea, el funcionario manifestó: "Que el mundo entero lo sepa, el próximo 10 de enero de 2025 ratificaremos el irreductible compromiso con la democracia venezolana y reconoceremos al ciudadano Nicolás Maduro Moros como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, reelecto para el período 2025-2031, a quien, como nuestro comandante en jefe, juraremos solemnemente lealtad, obediencia y subordinación".
El domingo, González Urrutia había divulgado en redes sociales un video dirigido a la Fuerza Armada para pedirle apoyo. "El 10 de enero, por la voluntad soberana del pueblo venezolano, yo debo asumir el rol de comandante en jefe", expresó el diplomático de 75 años, al tiempo que María Corina Machado, líder de la oposición, llamó a protestas para el día 9.
La fecha en la que González Urrutia pretende asumir el mando del país caribeño no es casual: Ese mismo viernes, está prevista la juramentación de Maduro ante el Parlamento, controlado por el partido de gobierno, para un tercer mandato que lo proyecta a 18 años en el poder
El "tambaleo político" aparece sólo días después de que González Urrutia fuera recibido en Casa Rosada por el Presidente Javier Milei, momento que fue registrado en imágenes, cuando ambos salieron al balcón a saludar. Ese día, se llevó a cabo un fuerte operativo de seguridad debido a que miles de venezolanos se habían acercado a presenciar el encuentro. Allí, Junto a la hermana del mandatario, Karina Milei, hablaron del gendarme que fue retenido en Venezuela, Nahuel Gallo, así como de los asilados en la Embajada en Caracas.
Por la visita de Urrutia, la Casa Rosada estuvo rodeada de agentes de seguridad apostados con sus armas del lado interno de la reja que circunda el edificio. El protocolo desplegado fue reforzado con francotiradores y dispositivos anti drones. Sin embargo, no se registraron incidentes durante la visita.. Posteriormente, el líder venezolano se trasladó al Palacio San Martín, donde tenía previsto seguir con un almuerzo con el canciller Werthein y la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Jugada clave del chavismo en el parlamento cinco días antes de la jura de Nicolás Maduro
“Apenas ponga un pie en Venezuela, será detenido”: la amenaza el oficialismo
Fue lo que dijo el ministro del Interior, Diosdado Cabello, luego del pedido de González Urrutia de asumir la presidencia el 10 de enero próximo: “"Gustosamente lo recibiré (...). Sabe el señor González Urrutia que apenas ponga un dedo en Venezuela será detenido", ironizó durante una conferencia de prensa "Si pone un pie en Venezuela, será juzgado", insistió el alto funcionario.
Para el día de la asunción de Maduro frente a su tercer mandato, Cabello explicó que que "los cuarteles están en tranquilidad" y que se va a desarrollar un amplio despliegue de seguridad en las calles. "Venezuela está en paz. Quienes quieran perturbar la paz, asuman las consecuencias", advirtió.
La oposición, por su parte, publicó en una web copias de actas electorales que sostienen la victoria de González Urrutia con más del 70% de los votos, documentos cuya validez niega el chavismo.
Hubo protestas luego de las elecciones, que fueron duramente reprimidas por las fuerzas del orden. En ellas, 28 personas murieron y otras 200 resultaron heridas. También se detuvo a más de 2.400 ciudadanos. Incluso, tres de los arrestados murieron en prisión, según reportaron organizaciones de Derechos Humanos venezolanas.
TC / ds