Al menos 53 personas murieron ayer en Líbano en bombardeos lanzados por Israel en el centro de Beirut y en bastiones de Hezbollah en el este y el sur del país, al iniciarse el tercer mes de guerra abierta entre el Estado judío y el movimiento islamista.
Israel, quien también está en guerra contra Hamas en Gaza desde hace más de un año, busca neutralizar al grupo palestino y a Hezbollah, ambos aliados de Irán, su principal enemigo en la región.
Ayer por la mañana, varias explosiones remecieron la capital, Beirut, donde los bombardeos israelíes destruyeron un edificio y dejaron un enorme cráter en el barrio de Basta. El Ministerio de Salud libanés indicó que estos ataques mataron al menos a quince personas y dejaron 63 heridos. Los rescatistas continuaban buscando víctimas bajo los escombros. Una fuente de seguridad libanesa indicó que “el objetivo” de los ataques fue un alto mando de la milicia chiita. Sin embargo, el diputado de Hezbollah Amin Sherri negó que un dirigente del movimiento estuviera en el lugar.
Las bombas cayeron también en los suburbios del sur de Beirut, un bastión de Hezbollah. El ejército israelí afirmó que sus objetivos en esta zona fueron “centros de mando de Hezbollah”.
Combates en localidad fronteriza. En el este y el sur de Líbano, al menos 38 personas murieron por bombardeos israelíes, según el Ministerio de Salud. La Agencia Nacional de Noticias (NNA) libanesa afirmó que el ejército israelí trata de “hacerse con el control” de Jiam, localidad del sur cerca de la frontera, donde libra encarnizados combates con Hezbollah.
El ejército israelí también atacó ayer el paso fronterizo entre Líbano y Siria, el cruce de Jusiya, en un bombardeo que no ha dejó víctimas, pero sí importantes daños materiales. El director del paso aduanero, Dabah al Mashal, confirmó a la agencia oficial de noticias siria, SANA, que aviones de combate israelíes atacaron varios puntos del cruce que se encuentra en la zona norte del valle de la Bekaa, bajo control sirio la zona rural del suroeste de Homs.
Israel percibe este paso como un objetivo militar porque asegura que las milicias chiitas libanesas de Hezbollah reciben habitualmente armas y munición a través de este punto para su uso posterior contra territorio israelí. Israel no se ha pronunciado sobre este ataque.
El objetivo de la campaña israelí es alejar a la milicia proiraní de las zonas fronterizas y permitir el regreso de los 60 mil desplazados del norte de Israel por los intercambios de disparos con Hezbollah, que también provocaron la huida de decenas de miles de habitantes del sur de Líbano.
Más de 3.650 personas han muerto en Líbano desde hace más de un año, la mayoría desde septiembre, según el Ministerio de Salud.
El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, reafirmó ayer en una llamada a su homólogo israelí, Israel Katz, que Estados Unidos está comprometido con una solución diplomática en Líbano. El ministro israelí aseguró que su país “seguirá actuando con determinación” contra Hezbollah.
Austin también instó a Israel a mejorar las “terribles” condiciones en la Franja de Gaza, donde la Defensa Civil reportó que los bombardeos dejaron 19 muertos.
Y el brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, anunciaron ayer que una rehén murió y otra resultó gravemente herida en un bombardeo israelí a una zona de combates en el norte del territorio palestino. El ejército israelí indicó que está verificando este reporte.
El portavoz de las brigadas, Abú Obeida, explicó en un comunicado que el grupo ha tenido conocimiento de sus muertes tras pasar varias semanas sin poder comunicarse con los milicianos asignados a la custodia de ambas rehenes. “Tras volver a recuperar la comunicación, trascendió que una mujer murió en una zona bajo fuego israelí”, hizo saber en un comunicado recogido por la cadena Al Mayadin. “Todavía está en peligro la vida de otra prisionera israelí que estaba con la prisionera muerta”, añadió. Ni el gobierno ni el ejército israelí respondieron a este comunicado.
El territorio palestino, gobernado por la milicia islámica palestina desde 2007, está sumido en una grave crisis humanitaria desde el estallido de la guerra.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 abordarán el lunes y el martes las órdenes de arresto emitidas el jueves por la Corte Penal Internacional contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, así como contra el jefe del brazo armado de Hamas, Mohamed Deif, por crímenes de guerra y de lesa humanidad.