Un informe realizado por The New York Times, reveló que Estados Unidos comenzó a desplegar aviones de guerra en El Salvador, que se suman a las tropas, bombarderos, drones, buques y al portaaviones Gerald R. Ford que en los últimos meses movilizó al Caribe en su ofensiva contra supuestos narcotraficantes y el gobierno de Venezuela.
El informe, escrito por el periodista especializado en investigaciones visuales, Riley Mellen, fue realizado a través de la observación de imágenes satelitales de la Cooperative Security Location Comalapa, un puesto militar estadounidense establecido en el aeropuerto principal de El Salvador.
De acuerdo al relevamiento realizado por Mellen, en el aeropuerto salvadoreño se encuentran un avión de ataque AC-130J Ghostrider, una aeronave de reconocimiento Navy P-8A y una tercera, la C-40 Clipper. Un despliegue de estas magnitudes no fue visto nunca antes en la región.

En cuanto a las características de los aviones, el AC-130J Ghostrider está diseñado para destruir objetivos en tierra o en el mar usando misiles, cañones y ametralladoras. Es operado por el Air Force Special Operations Command, una unidad que lleva a cabo misiones especiales. Mientras que el Navy P-8A es una nave de patrulla, encargada de la guerra antisubmarina de largo alcance y la guerra antisuperficie.

Del C-40 Clipper sin marcar, Mellen observó que está en El Salvador desde mediados de octubre pero que se sabe poco sobre su propósito. “Los datos de seguimiento de vuelos lo han mostrado ocasionalmente volando con aviones de vigilancia. Raramente se ve en público y su despliegue en El Salvador, especialmente junto a un avión de ataque, es muy inusual”. indica el artículo.

La base Cooperative Security Location Comalapa en El Salvador
La base militar de EE.UU. en El Salvador está desde el año 2000. El almirante James Stavridis, un ex jefe del Comando Sur, describió ante la interpelación del periodista que, "La base es muy, muy importante para el poder blando", y agregó, "pero claramente se está usando para el poder duro hoy". Anteriormente se utilizaba bajo la premisa de ayuda humanitaria o de apoyo para las misiones contra el crimen organizado.
Sin embargo, con la llegada de Donald Trump al poder y Nayib Bukele como su aliado en la región, ahora cumpliría un rol más claro en la intervención de lo que EE.UU. considera su patio de atrás.
LM/DCQ