A través de un llamativo discurso realizado en su propiedad de Mar-a-Lago, Florida, Donald Trump aseguró que “no descartaría” usar coerción militar o económica para adquirir Groenlandia y el Canal de Panamá. Y lejos de detenerse allí, advirtió que “pondrá a Canadá en su lugar”. Sobre esto último, el futuro mandatario norteamericano manifestó que la frontera con el vecino del norte de Estados Unidos es una "línea trazada artificialmente" y prometió cambiar el nombre del Golfo de México a "Golfo de América".
Al ser cuestionado sobre el uso de la fuerza, aseguró que no va a “comprometerse” con descartar la posibilidad. “Podría ser que tengamos que hacer algo. El Canal de Panamá es vital para nuestro país”, aseguró.
Con respecto a Groenlandia (lugar en el que actualmente se encuentra una delegación norteamericana junto al hijo de Trump), sostuvo que Estados Unidos lo necesita “por motivos de seguridad nacional”. Y es que dicho territorio alberga una base militar estadounidense de considerable tamaño. Se trata de una tierra autónoma de Dinamarca, antiguo aliado de Estados Unidos y miembro fundador de la OTAN.
El flamante mandatario, que sumirá el 20 de enero su nuevo puesto frente a la Casa Blanca, aprovechó la ocasión para apuntar directo hacia Canadá: “También se sumarán pronto al grupo. Si eliminamos esa línea trazada artificialmente y analizamos cómo se ve, también sería mucho mejor para la seguridad nacional", disparó.
Sobre el Canal de Panamá , que fue construido por Estados Unidos y luego entregado al país centroamericano hace 25 años, Trump dijo que la vía acuática era vital para su país:."Lo opera China, ¡China!, y nosotros le dimos el Canal de Panamá a Panamá , no se lo dimos a China. Ellos han abusado de él, han abusado de ese regalo", apuntó. Sin embargo, la nación centroamericana negó en repetidas ocasiones los señalamientos de Trump de que a China se le otorgara un papel en la gestión del canal o tarifas preferenciales para utilizarlo.
El hijo mayor de Trump visitó Groenlandia en medio de la polémica por la "compra" de su soberanía
Declaraciones que no caen bien
Al ser consultado sobre qué ocurriría si Dinamarca se resiste a la oferta de vender Groenlandia, Trump fue contundente: dijo que impondría “agresivos aranceles” a la nación. En esta misma línea, la primera ministra de ese país, Mette Frederisken, sostuvo: .”No creo que sea una buena manera de avanzar luchar entre nosotros con medios financieros cuando somos aliados y socios cercanos”.
En el caso de Canadá, el próximo presidente de Estados Unidos descartó usar la fuerza militar. Sin embargo, señaló que “podría usar la coerción económica contra Ottawa si es necesario”. Previo a su renuncia como funcionario, el ahora ex primer ministro Justin Trudeau había manifestado que “no existe la más mínima posibilidad de que su territorio se convirtiera en una parte de la nación de Trump. Sin embargo, y luego de la salida de Trudeau, el gobierno se prepara para una eventual chance de que el norteamericano cumpla con su amenaza de imponer aranceles del 25 por ciento a las importaciones canadienses.
Por parte de Panamá, el canciller Javier Martínez-Acha sostuvo que “no ha tenido ningún contacto formal con el próximo gobierno de Trump”. A su vez, insistió con las mismas declaraciones que el presidente José Raúl Mulino había realizado, quien aseveró que el canal permanecerá en manos de Panamá. “La soberanía de nuestro canal no es negociable y es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible”, advirtió Martínez-Acha.
TC / Gi