La justicia francesa interrogó este jueves a Dominique Pelicot, condenado el pasado diciembre a 20 años de prisión por drogar y violar junto a desconocidos a su exmujer Gisèle, para esclarecer su papel en un intento de violación, así como una violación y asesinato, ocurridos en la década de 1990, indicó su abogada.
El hombre de 72 años está imputado en ambos casos: un asesinato con violación en París en 1991, que niega, y un intento de violación en las afueras de la capital en 1999, que reconoce tras haberse identificado su ADN. "Es un reconocimiento muy parcial", precisó su letrada, Béatrice Zavarro, a los periodistas antes del inicio del interrogatorio ante una juez de instrucción. Según ella, la investigación, que está a cargo de una unidad del suburbio parisino de Nanterre dedicada a los "casos sin resolver", se ha estado llevando a cabo desde octubre de 2022 y Pelicot ya había sido interrogado en octubre de 2023.
Las fechas de ambas agresiones son muy anteriores al inicio de las violaciones con sumisión química que perpetró entre 2011 y 2020 contra su mujer, para las cuales invitó a docenas de desconocidos que había reclutado por Internet. Este lapso de tiempo encendió las alarmas ante la posibilidad de que el abusador haya cometido otros actos que aún no salieron a la luz.
Durante su juicio entre septiembre y diciembre en Aviñón, en el sur de Francia, dio otros detalles sobre ambos casos. "Respecto a [Marion, pseudónimo de la víctima del intento de violación en 1999], se trata de mí", reconoció a mediados de noviembre durante el juicio, a preguntas de varios abogados de los otros 50 acusados. "Retiré su remera, sus zapatos y su pantalón, pero no hice nada", aseguró.
En cambio, niega rotundamente estar vinculado al asesinato con violación de Sophie Narme en París en 1991, pese a las similitudes en el 'modus operandi' con el caso de Marion. Contactada por AFP, Florence Rault, abogada que representa a las partes civiles en los dos casos sin resolver, declaró que esperaba el final del interrogatorio antes de hacer comentarios.
Las dos víctimas eran jóvenes agentes inmobiliarias de 23 años, que recibieron la visita de un hombre con un nombre falso para visitar un departamento. Ambas también fueron desnudadas desde abajo de la misma manera y en la escena del crimen de Narme se percibió un fuerte olor a éter, sustancia usada para agredir a Marion en 1999.
"Tenía una pequeña botella de éter en el coche y un trozo de cuerda", afirmó Pelicot sobre el caso de intento de violación durante su juicio. Cuando se le preguntó por qué huyó, respondió: "Tuve un bloqueo mental, pensando que podría haber sido mi hija". Su hija, Caroline Darian, tenía alrededor de 20 años en ese entonces.
Darian, que ahora tiene 46, cree que también fue drogada y violada por su padre, después de ver fotos de su cuerpo inconsciente con ropa interior que no reconoció, las cuales fueron encontradas entre los registros detallados que el agresor guardaba de sus abusos. Asimismo, expresó a la BBC que su papá "debería morir en prisión" porque es "un hombre peligroso".
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