INTERNACIONAL
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Decenas de muertos en un ataque israelí en Gaza que tenía como blanco un jefe de Hamas

El ejército israelí lanzó una operación en Khan Yunis, en el sur de la Franja, en un bombardeo que buscaba abatir a Mohamed Deif, a quien Israel considera el “cerebro” de los atentados terroristas del 7 de octubre, y a un comandante de la región, Rafa Salama. Sin embargo, el primer ministro Benjamin Netanyahu admitió que no tenían la certeza de haber logrado su objetivo, pese a la cifra de víctimas civiles, 90 según los servicios de salud de la facción islámica. Familiares de los rehenes renovaron su presión contra el primer ministro para que acepte un acuerdo que permita su liberación.

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Dolor. Según Hamás, la mayoría de las víctimas fueron civiles. Israel admitió que no sabe si eliminó al jefe militar de Hamás. | afp

Hamas anunció que al menos 90 personas murieron ayer en un bombardeo israelí a un campo de desplazados del sur de la Franja de Gaza, un ataque que, según Israel, tenía como blanco un mando militar del movimiento islamista palestino, Mohamed Deif, el “cerebro” de los ataques terroristas del 7 de octubre que desataron la actual guerra.

Tras más de nueve meses de guerra contra Hamas, Israel afirmó que en su ataque contra el campo de desplazados de Al Mawasi, cerca de Jan Yunis, en el sur de la Franja, apuntó contra Mohamed Deif, jefe del brazo armado del movimiento islamista y uno de los altos mandos más buscados por Israel.

El ataque también tenía como blanco Rafa Salama, el comandante de las brigadas de Hamas en Jan Yunis.

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El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamas desde 2007, anunció que 90 palestinos murieron, “la mitad de ellos mujeres y niños”, y que 300 personas fueron heridas.

Este bombardeo en una zona designada como “segura” por Israel, donde organizaciones humanitarias afirman que se refugian cientos de miles de personas, generó condenas de países de toda la región.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto declaró que estos “crímenes” no pueden aceptarse bajo “ninguna justificación”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó en una rueda de prensa que sus tropas lanzaron un ataque contra Deif y Salama y declaró que “no hay certeza” de que ninguno de ellos haya muerto en el bombardeo. 

“No es totalmente seguro que Deif y Salama hayan sido eliminados, pero puedo garantizar que llegaremos a la cúpula de Hamas de un modo u otro”, aseguró en la que fue la primera comparecencia oficial en rueda de prensa de Netanyahu desde marzo. El premier planteó que irán por los dirigentes de Hamas, “del primero al último”.

Netanyahu ha destacado que Deif es “uno de los líderes de la matanza del 7 de octubre”, el “arquitecto” del ataque. “Sus manos están manchadas con la sangre de muchos israelíes”, ha explicado.

El ejército israelí indicó que el bombardeo tuvo lugar en una “zona cerrada gestionada por Hamas” y que, según sus informaciones, “solo estaban presentes terroristas de Hamas y no había civiles”. Hamas desestimó esta versión y la tachó de “argumentos falsos que buscan esconder el alcance de la espantosa masacre”.

“Ningún lugar es seguro”. Las víctimas del bombardeo del campo de Al Mawasi fueron trasladadas a varios hospitales de la región. 

En el hospital kuwaití de Rafah, en el sur del territorio, el director Suhaib al Hams calificó la situación de “verdadero desastre” e indicó que la mayoría de las víctimas tienen heridas graves. El director de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini, dijo que “la afirmación de que los habitantes de Gaza pueden trasladarse a zonas ‘seguras’ o ‘humanitarias’ es falsa”. En Gaza “ningún lugar es seguro. Nadie está a salvo”, destacó Lazzarini. 

El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, gestionada por Hamas, Mahmud Basal, informó que 20 personas murieron en un bombardeo contra una mezquita en el campamento de refugiados de Al Shati, en Ciudad de Gaza. La situación humanitaria sigue empeorando en el territorio sometido a un duro cerco de Israel. En una escuela de esa localidad, 14 mil gazatíes comparten 25 baños, denunció la Unrwa.

Tras meses de llamados internacionales a un alto el fuego, la presión contra el gobierno de Israel aumenta y ayer se realizaron dos manifestaciones en Tel Aviv y una en Jerusalén para reclamar un acuerdo que permita el retorno de los rehenes secuestrados durante el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre en el sur de Israel. En ese ataque, comandos islamistas mataron a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel.

El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto.

En el plano diplomático, los países mediadores –Qatar, Egipto y Estados Unidos– continúan sus esfuerzos con vistas a una tregua. El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó que “el marco” del plan de alto el fuego que presentó el 31 de mayo había sido “aceptado por Israel y Hamas”.

“Aún quedan algunas lagunas por cubrir” pero “la tendencia es positiva”, declaró.

Hamas anunció la semana pasada que su movimiento ya no exige un alto el fuego permanente para negociar la liberación de los rehenes, una condición que constituía una de sus líneas rojas.

Netanyahu afirma que continuará con la guerra hasta destruir a Hamas, considerada una organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, y lograr la liberación de todos los rehenes.

 

Miles en las calles para pedir un acuerdo que permita liberar a los rehenes

Agencias

Miles de manifestantes protestaron frente a la sede oficial de la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para exigir un acuerdo para la liberación de los rehenes retenidos en la Franja de Gaza tras una marcha que partió de Tel Aviv hace cuatro días.

La protesta comenzó el pasado miércoles, cuando un grupo de familiares de rehenes y simpatizantes partieron desde Tel Aviv, en la costa, y ha culminado este sábado con su entrada en Jerusalén y una multitudinaria protesta.

Una de las familiares, Einav Zangauker, acusó a Netanyahu de “intentar separarme una y otra vez de Matan”, su hijo de 24 años retenido en Gaza. Zangauker ha asegurado que “estamos cerca” de lograr un acuerdo y ha cargado de nuevo contra el actual gobierno israelí.

“Nos merecemos unos gobernantes mejores que asuman responsabilidades. Los rehenes también se merecen abrazar a sus madres y padres”, añadió.

Mientras, en Tel Aviv, epicentro de las protestas, se desplegó una pancarta de más de 10 metros de largo con la leyenda: “Netanyahu está acabando con los rehenes” en la calle Kaplan. Los manifestantes han pedido una semana más la dimisión de Netanyahu, la convocatoria de elecciones anticipadas y un acuerdo para la liberación de los rehenes.

Igualmente ha habido protestas en otras ciudades como Haifa, Beersheba y Herzliya. Además, se han repetido los cortes de ruta en puntos como la carretera entre Raanana y Kfar Saba.