En Francia, un hombre de 34 años fue acusado de violación con sustancias, luego de reconocer que drogó al menos a 15 mujeres, entre ellas varias menores de edad, para abusar de ellas y filmarlas. El imputado usó un mecanismo similar al utilizado por Dominique Pelicot, el hombre que drogó a su esposa durante años para violarla y permitir que extraños hicieran lo mismo.
El acusado, un paisajista de profesión sin antecedentes penales, declaró ante la fiscalía de Montpellier y admitió haber “violado a sus víctimas después de administrarles alprazolam”, un medicamento tranquilizante.
El hombre, que se encuentra detenido desde el 14 de marzo, afirmó "haber actuado de este modo en perjuicio de una quincena de víctimas, entre ellas menores de edad, haber filmado los hechos y haber actuado bajo los efectos de la cocaína".
El caso se conoció luego de que dos mujeres acudieran a la gendarmería de Saint-Jean-de-Védas, una localidad cercana a Montpellier, en el sur de Francia. Una de ellas contó que había sufrido una pérdida de memoria repentina luego de tomar un café con el paisajista, que trabajaba para sus padres.
La joven relató que, mientras conversaba con el hombre, este le pidió un paracetamol con la excusa de que le dolía la cabeza. Según la víctima, cuando ella se ausentó para buscar el medicamento, se desvaneció y se despertó tiempo después en su propia cama.
La mujer fue llevada al hospital donde se le realizaron exámenes que confirmaron la presencia de benzodiazepina en la orina, droga que ella no había tomado por su propia voluntad.
La segunda mujer relató un episodio similar y finalmente los investigadores encontraron una tercera denuncia que databa de octubre de 2024. Al ser detenido, el acusado reconoció haber usado este modus operandi en un total de 15 casos.
El caso de Gisèle Pelicot conmovió a Francia
El tema de la sumisión química en Francia saltó al centro de la escena con el juicio contra Dominique Pelicot, condenado por haber drogado a su esposa, Gisèle Pelicot, durante años para violarla y reclutar decenas de hombres hicieran lo mismo.
La valentía de Giséle Pelicot, que pidió que el juicio fuera público y presenció cada una de las instancias judiciales, conmovió a la opinión pública francesa. Su abusador fue condenado por violación agravada a 20 años de cárcel, la pena máxima estipulada por la ley francesa.
El tribunal de Avignon además condenó a 49 hombres por los delitos sexuales cometidos en perjuicio de la víctima. La mayoría de ellos recibieron condenas de entre 3 y 15 años, penas mucho menores de lo solicitado por la fiscalía.
El proceso fue seguido por miles de personas en todo el mundo y Giséle Pelicot se convirtió en un emblema de la lucha de las mujeres en contra de las agresiones sexuales.
MC / Gi