Cho Seung-Hui asesinó el lunes a 32 estudiantes y profesores de la Universidad Virginia Tech y luego se apuntó a sí mismo y tiró del gatillo antes de que la policía pudiera apresarlo. El también era estudiante de esa universidad. Intentar entender sus motivos es muy difícil, pero conocer el ambiente universitario norteamericano puede ayudar a entender por qué en la potencia económica con mayor población estudiantil del mundo suelen pasar ese tipo de cosas.
Estados Unidos es el tercer país más grande del mundo y el segundo en cantidad de universidades (Argentina figura tercera con 1.705 universidades, mientras que Estados Unidos tiene aproximadamente 6 mil). En Estados Unidos el 38,4% de la población tiene un diploma universitario, el segundo porcentaje más alto del mundo. Con un nivel tan alto de educación terciaria, la vida universitaria ha llegado a ser una parte importante de la cultura norteamericana.
Ir a la universidad en este país no es un tema sencillo. Para ingresar es necesario realizar una aplicación que incluye el promedio académico, el tipo de clases tomadas a través del secundario, varios exámenes estandarizados, una serie de ensayos cortos y largos y las actividades extracurriculares realizadas por el estudiante. Cada egresado del secundario debe escoger cuidadosamente las universidades en las que quiere estudiar, y con más de 6 mil posibilidades no es un tema fácil. El anteúltimo semestre de quinto año es un momento muy estresante para un estudiante norteamericano. No está de más decir que las grandes y mejores universidades tiene promedios de aceptación muy bajos (el de Harvard ronda el 10% de unas 20 mil aplicaciones).
Irse a la universidad representa un gran punto de inflexión en la vida de los adolescentes de entre 18 y 19 años. Ellos dejan atrás sus amigos y familias para mudarse a una nueva ciudad donde comenzarán a independizarse y convertirse en adultos. Normalmente, van a estudiar a universidades grandes donde todos viven en grandes dorms (edificios residenciales comunales que pertenecen a la universidad). Los cuartos de los dorms son para dos personas, aunque pueden llegar a ser 3 o 4. Allí a los recién ingresados se les asignan compañeros de cuarto desconocidos, aunque se busca encontrarles algún tipo de compatibilidad (de horarios, personalidad, etcétera). A uno le puede tocar un compañero muy parecido con el cual se lleve muy bien o alguna persona que sea completamente diferente a uno, con la cual la relación sea mínima o mala. Ser una persona callada en la universidad puede ser peligroso, ya que ser extrovertido ayuda mucho a conocer gente y a hacerse amigos. Esto es muy importante ya que separarse de la familia y de los amigos de toda la vida puede crear un gran vacío. Existe también una presión social: uno debe hacerse amigos o puede ser relegado al grupo de los perdedores (losers). Caer bajo esa categoría puede complicar el acceso a muchos beneficios como que le presten una tarea, tener algún amigo con quien estudiar o hacerse amigos en el sexo opuesto. Ir a la universidad en Estados Unidos no es sólo un tema académico; también es importante socialmente.
En términos sociales, la universidad es el momento en el cual se descubre la vida de adulto. Se empieza a salir más de noche y a experimentar fuertemente con el alcohol y las drogas. Aquí, la edad legal para poder comprar y consumir alcohol es de 21 años, y la ley es estricta con este tema. La universidad representa el momento en el cual adolescentes de 18 años pueden, finalmente, no tener que preocuparse por sus padres. El primer año es en el que se empieza a tomar fuertemente y éste es un comportamiento habitual. Conseguir alcohol nunca es un tema muy complicado y la marihuana es moneda común.
La vida universitaria es veloz y exigente. Los estudiantes deben lograr combinar estudios con salidas nocturnas y con un importante juego social. Algunos terminan por no encontrar el punto medio de Aristóteles, y centrarse mucho en los estudios o en el hedonismo puede ser malo para la formación de una persona. Una cosa sí es segura: esos años pueden marcar a una persona de por vida y convertirlas en el más exitoso empresario o en una persona sin balance psicológico, lo cual en casos extremos puede dar lugar a un individuo peligroso. La cultura universitaria norteamericana no es la responsable de los hechos del lunes, pero puede ayudar a explicarlos.
*Estudiante en la New York University.