Luego de que el gobierno de Nicolás Maduro decidiera expulsar al personal diplomático de la embajada argentina de Venezuela y proceder a su cierre, Brasil accedió a un pedido de la Cancillería local y representará los intereses del país en Caracas.
A raíz de los cuestionamientos que recibió el chavismo por los resultados de las últimas elecciones, Maduro dispuso el cierre de la sede diplomática, medida que se plasmará a partir de este jueves.
En este marco de ruptura del vínculo diplomático entre ambos países, el Gobierno inició una negociación con representantes diplomáticos de Brasil (el embajador de Brasil en Buenos Aires, Julio Bitelli, así como el canciller Mauro Vieira) para que el país gobernado por Lula da Silva proteja los intereses argentinos en Caracas a partir del cierre de la embajada.
Décadas atrás, durante la Guerra de Malvinas, hubo antecedentes de esta naturaleza: el cuerpo diplomático brasileño ya había aceptado oficiar de mediador para representar los intereses argentinos en Reino Unido.
Fuentes de la diplomacia brasileña confirmaron a PERFIL que las conversaciones entre Mondino y su par Mauro Vieira llegaron a buen puerto para que Brasil defienda la posición argentina ante el país gobernado por Maduro.
Más allá de las turbulencias entre el chavismo y Javier Milei, el gobierno de Lula de Silva también experimentó un choque con Venezuela por la forma en que se desenvolvieron los comicios. Luego de que se conocieran los opacos resultados del último domingo, el presidente de Brasil decidió enviar a Venezuela a Celso Amorim, en representación del estado brasileño.
El lunes 29 de julio el funcionario expresó que “es difícil aceptar la proclamación de los resultados, en una ceremonia solemne, sin todavía no están disponibles las actas”. Agregó, además, que si bien el sistema electoral venezolano “no permite manipulación”, la duda “es si el total se corresponde con lo que produjo cada mesa”.
La representante argentina, Diana Mondino, participó este miércoles de la reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y ratificó que “el fraude ha sido notable”. "Su régimen es violatorio, es un líder que hace sufrir a su propio pueblo", dijo la canciller sobre Maduro.
Durante la jornada, cuando transcendió la definición de Maduro de cerrar la embajada argentina en su país, Mondino abordó la negociación de un “salvoconducto” para que el personal diplomático pueda retirarse del territorio venezolano, quedando todavía sin resolver la situación de los dirigentes opositores que se encuentran refugiados desde el 20 de marzo, bajo el cuidado del gobierno argentino.
Al respecto, las disposiciones del régimen venezolano irían contra el artículo 19 de la Convención de Asilo, que establece que “si por causa de ruptura de relaciones el representante diplomático que ha otorgado el asilo debe abandonar el Estado territorial, saldrá aquel con los asilados”.
Crisis política en Venezuela
Las dudas acerca del proceso electoral en Venezuela fueron planteadas incluso por una de las organizaciones autorizadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para observar los comicios: el Centro Carter publicó este martes un duro comunicado en el cual objetó las elecciones que dieron como ganador a Maduro por no adecuarse "a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral”.
En el mismo documento, se cuestionó a las autoridades del CNE por presunta "parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición", alineada alrededor de Edmundo González Urrutia, quien se desempeñó como embajador en Buenos Aires entre 2000 y 2002.
El líder opositor, apoyado por la postulante inhabilitada María Corina Machado, le exigió este martes al gobierno de Maduro no reprimir a los manifestantes que salieron a protestar a las calles, unidos contra lo que consideran un fraude orquestado por el oficialismo. Entretanto, bajo presión internacional, Maduro deslizó que estaría dispuesto a presentar las actas electorales que probarían su reelección.
GI/CA
