China, Japón y Corea del Sur afirmaron en un comunicado publicado este domingo 30 de marzo que "están listos para acelerar las negociaciones para lograr un acuerdo de libre comercio trilateral”. Fue luego de una reunión ministerial celebrada en Seúl. Los representantes de industria y comercio de los tres países también acordaron la creación de “un entorno predecible de negocios e inversiones”, todo en medio de la guerra de aranceles impuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El 22 de marzo los ministros de Relaciones Exteriores de China, Japón y Corea del Sur habían celebrado una cumbre trilateral en Tokio para impulsar la cooperación regional, generando lo que el japonés Takeshi Iwaya llamó “un punto de quiebre en la historia”. El encuentro ocurre cuando Estados Unidos reduce su perfil comercial global, obligando a estas potencias económicas a redefinir sus alianzas.
"Las tres partes acordaron apoyarse mutuamente, ser buenos anfitriones del APEC y promover un regionalismo abierto. Nos adheriremos al multilateralismo y al libre comercio, y promoveremos la globalización económica en una dirección más inclusiva y universalmente beneficiosa", dijo el canciller Wang Yi.
Con el 25% de la población mundial y una producción económica combinada que supera los 24 billones de dólares anuales, estos países asiáticos quieren consolidar su influencia a nivel global. “Nuestros mercados tienen potencial inmenso y capacidad para moldear el futuro económico”, aseguró el ministro de relaciones exteriores de China.
Aunque Tokio y Seúl han fortalecido su cooperación en tecnología y defensa, Pekín todavía mantiene posturas antagónicas en temas sensibles como la seguridad regional. Sin embargo, el comercio los une: China es el segundo destino de las exportaciones japonesas y surcoreanas; Japón y Corea del Sur recibieron 26 mil millones de dólares en exportaciones chinas en 2024.
Tras horas de diálogo, los ministros de Relaciones Exteriores de China, Japón y Corea del Sur decidieron explorar mecanismos regionales que impulsen el desarrollo tecnológico conjunto.

Las protestas contra Elon Musk
Centenares de manifestantes se concentraron este sábado 29 de marzo frente a los concesionarios de Tesla en Estados Unidos y Europa, para protestar contra Elon Musk, dueño de la empresa de autos eléctricos y asesor del presidente Donald Trump.
Entre 500 y 1000 personas exigieron, frente a la tienda de Tesla en Manhattan, que el hombre más rico del mundo renuncie al llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge) que encabeza por encargo de Trump para recortar gastos federales e investigar casos de fraude. “Elon Musk tiene que irse”, gritaron los manifestantes.

También había protestas en las sucursales de Tesla de Florida, Massachusetts y California, así como en ciudades europeas como Londres, Berlín y París. “Manden a Musk a Marte, ahora”, rezaba una pancarta frente al local ubicado en la capital francesa.
Amy Neifeld, una psicóloga de 70 años, le reveló a la AFP que no protestaba en la calle desde la guerra de Vietnam, pero volvió a hacerlo porque Musk está llevando a Estados Unidos hacia el “fascismo”: "Crecí con mucha conciencia de lo que es el fascismo. Y se ha puesto peor y peor (desde que Trump volvió a la Casa Blanca)".
Para Hudson Fisher, a cargo del blog Trust Cafe, la situación es muy preocupante: “Mi país está siendo destruido y Musk es responsable por eso. Hay una tecno-oligarquía. Él tiene demasiado dinero y poder. Tiene más poder que los gobiernos. Sin ningún control. Ese es el verdadero peligro”. “Trump es un mal vicepresidente”, se leía en la pancarta de Fisher, para quien Musk es quien realmente tiene el poder.
En Washington, otras 150 personas se concentraron en Georgetown. “Musk y Trump están destruyendo nuestra democracia, no obedecen las reglas básicas de nuestro país y despiden gente de agencias que hacen un trabajo muy importante”, expresó Raf, de 59 años, que no quiso dar su apellido.
El grupo ambientalista Planet Over Profit (El planeta sobre la ganancia) fue quien convocó la protesta contra Musk. Interrogada por estas manifestaciones, Tesla prefirió no responder.
Desde hace varias semanas, los actos de vandalismo y protesta contra Tesla se multiplican en rechazo por la participación de Musk en el gobierno. El jueves 27 de marzo, un estadounidense sospechoso de incendiar y disparar con un fusil semiautomático contra cinco vehículos Tesla en Las Vegas, fue detenido y corre el riesgo de ser condenado a 20 años de prisión.