Julia Wandelt, la joven polaca que en 2023 afirmó ser Madeleine McCann, publicó los resultados de una nueva prueba de ADN en su cuenta de Instagram que demostrarían que es la niña desaparecida. Es que, según Wandelt, el análisis sugiere una posible relación biológica con Gerry McCann, padre de la chica desaparecida en 2007.
La joven de 23 años se hizo conocida en febrero de 2023 cuando creó una cuenta en Instagram bajo el nombre @IAmMadeleineMcCann, donde afirmó públicamente que podía ser la hija de Kate y Gerry McCann. La repercusión la llevó incluso a participar en el programa de entrevistas estadounidense Dr. Phil. Sin embargo, meses después, se disculpó y admitió que lamentaba toda la situación en una entrevista con la BBC.
A pesar de haber sido desmentida en el pasado, la chica volvió a generar polémica al compartir los resultados de una nueva prueba de ADN en su cuenta @AmIJuliaWandelt. En ese sentido, publicó los resultados genéticos en dos partes, a la vez que citó una fuente genética anónima, la cual validó su teoría de que es la niña desaparecida.
Sumado a esto, contó que compararon los ojos, los dientes y la voz de la niña con la suya, a la par que dio a conocer la primera parte de los resultados de ADN que realizó con el apoyo de "expertos". Los análisis que compartió demostraban que era "en parte británica y en parte irlandesa", y no 100% polaca. De esa manera, la joven afirmó que su "fuente" cree que la evidencia genética "apoya firmemente que Gerry McCann podría ser el padre biológico de Julia Wandelt".
Dicho anuncio refuta las afirmaciones realizadas en el pasado por la investigadora privada Fia Johansson, que en 2023 compartió los resultados de ADN de Wandelt que decían que, de hecho, era totalmente polaca. Al respecto, Julia contó que había estado "luchando por comprender" esos resultados durante estos dos años, a la vez que acusó a Johansson de no estar diciendo la verdad, lo que la investigadora negó categóricamente.
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En tanto, la "segunda parte" de los resultados de ADN fue analizada por el "experto mundial altamente respetado y reconocido" Monte Miller. Según contó, el especialista comparó su material genético con el recolectado en la escena del crimen tras la desaparición de Madeleine. Asimismo, aclaró que los padres de Maddie se negaron a participar del procedimiento.
En un correo electrónico dirigido a la mujer, Miller afirmó: "La respuesta sencilla es que el sospechoso (Wandelt) no es la fuente del ADN que aparece en las pruebas (Madeleine), porque su ADN no está totalmente establecido en todas partes. Sin embargo, coinciden bastante bien, más de lo que esperaría al azar, y surge un patrón específico que parece indicar una conexión familiar casi segura".
Además, según la fuente anónima que Wandelt citó en sus publicaciones, las pruebas de ADN habrían revelado una "coincidencia perfecta" del 69,23% con muestras obtenidas en la escena del crimen en Portugal. Estas muestras incluyen cabello hallado en el suelo del departamento y saliva encontrada en el acolchado de la cama donde Madeleine dormía la noche en que desapareció.
La misma fuente aseguró que el ADN de la joven polaca podría ser “hereditario del perfil del padre”, lo que indicaría una conexión con Gerry McCann. Según esta información, "la evidencia genética respalda firmemente que McCann podría ser el padre biológico de Julia Wandelt, ya que los datos se alinean perfectamente con una relación padre-hijo". "Si este análisis es preciso y se deriva correctamente de sus muestras de ADN, la relación entre McCann y Julia Wandelt es biológicamente consistente con la de un padre y una hija", sentenció.
Las reacciones de la familia de Julia Wandelt
La familia de Wandelt rechazó de manera contundente las afirmaciones de Julia. "Para nosotros como familia es obvio que Julia es nuestra hija, nieta, hermana, sobrina, prima y sobrina política. Tenemos recuerdos, tenemos fotos. Julia también tiene estas fotos, porque las tomó de la casa familiar con el certificado de nacimiento, así como numerosas altas hospitalarias", indicaron en un comunicado.
Además, señalaron que han intentado ayudarla en numerosas ocasiones, pero que la joven ha persistido en su versión de los hechos: "Siempre tratamos de comprender todas las situaciones que sucedieron con Julia. Las amenazas a nuestra dirección por parte de Julia, sus mentiras y manipulaciones, la actividad en Internet... lo hemos visto todo y hemos tratado de prevenirlo, explicarlo, le hemos pedido que pare".
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En el pasado, Julia contó que fue abusada sexualmente cuando era niña, y dijo que comenzó a creer que era Madeleine después de ver semejanzas entre los bocetos de los sospechosos y su abusador. Asimismo, relató que ese episodio la llevó a sufrir lagunas en su memoria que la hicieron sospechar sobre su identidad después de que sus padres descartaran las preguntas sobre si fue adoptada. También detalló que nunca le mostraron fotos de ella en sus primeros años ni un certificado de nacimiento, pero su familia lo desmintió y aportó pruebas.
Por su parte, el representante de prensa de Wandelt, Surjit Singh Clair, insistió en declaraciones al MailOnline que tanto los padres polacos de la joven como los McCann deberían someterse a una prueba de ADN para aclarar cualquier duda. Sin embargo, según Clair, ambos se negaron en distintas ocasiones. "A pesar de los indicios de que está emparentada con Gerry McCann, ni él ni Kate se harán una prueba de ADN", subrayó.
Sumado a esto, cuestionó la falta de una respuesta más clara por parte de las autoridades británicas. "La policía ha negado haber organizado una prueba de ADN después de oír en la BBC que Julia era polaca, pero incluso si fuera simplemente 'una persona polaca cualquiera', ¿cómo podrían explicar que su ADN esté vinculado a la escena del crimen? Han gastado 20 millones de libras en esta investigación y ahora no quieren gastar 60 libras en una prueba de ADN, aunque ella se ofreció a pagarla", manifestó.
Mientras tanto, la Policía Metropolitana de Londres continúa con la Operación Grange, la investigación oficial sobre la desaparición de Madeleine McCann, que sigue en marcha desde 2011. En ese sentido, el Ministerio del Interior británico sigue financiándola, a la par que trabaja en conjunto con las fuerzas del orden de Portugal y Alemania.
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