El jefe de Estado, Joe Biden desde el Salón Oval de la Casa Blanca envió un mensaje contundente tras la jornada en la que el horror se adueñó de la campaña presidencial con el atentado contra Donald Trump luego del que condenó: “la política nunca debe ser un pequeño campo de batalla o un campo de exterminio” y abogó que “en Estados Unidos, toda unidad es el objetivo de oro más esquivo en este momento, nada es más ni más importante para nosotros ahora y juntos podemos hacer esto”.
En el contexto de estupor social en el que se vive por estas horas en Estados Unidos, el jefe de Estado manifestó que el país no puede normalizar la “violencia extrema” y expresó que todos los norteamericanos tienen la “responsabilidad de enfriar la retórica política”.
Con la oreja vendada, reapareció Donald Trump tras el atentado
Ambos candidatos expresaron sus condolencias a las familias de las personas que resultaron heridas durante el acto del magnate estadounidense que se desarrollaba en el estado de Pensilvania y, específicamente a los seres queridos del excomandante del cuerpo de bomberos, Corey Comperatore, quién perdió la vida a ser alcanzado por una bala cuando protegía a sus familiares.
A través de un sentido mensaje pronunciado en el Salón Roosevelt, Biden expresó que “él era un padre que estaba protegiendo a su familia y perdió la vida, dios lo ama, también oramos por la recuperación total de quienes resultaron heridos y estamos agradecidos a los agentes del Servicio Secreto, otras agencias de aplicación de la ley y las personas que arriesgaron su vida literalmente por nuestra nación”,
Biden también se refirió a la labor del Servicio Secreto, que quedó bajo la lupa porque muchos se preguntan cómo un tirador pudo acomodarse en un techo cerca del escenario con un rifle y llegar a disparar sin que fuera detenido antes por los policías y los agentes federales a cargo de la seguridad de Donald Trump
Donald Trump: “Yo no tendría que estar aquí, debería estar muerto”
En la antesala de su vuelo a la ciudad Milwaukee, en el estado de Wisconsin a la que viajó para encabezar la continuidad de la Convención Nacional Republicana y por medio de la que oficializará su candidatura, Donald Trump afirmó que “yo no tendría que estar aquí, debería estar muerto”.
El exmandatario había indicado en su red Truth Social antes de despegar que lo sucedido le hizo plantearse retrasar dos días su llegada al evento, pero luego decidió que no podía permitir que un "tirador o potencial asesino" cambiara su agenda.
En declaraciones realizadas en una rueda de prensa, el presidente del Partido Republicano en Wisconsin, Brian Schhimming, aseguró que “esta es probablemente una de las zonas más seguras en la faz de la tierra ahora mismo”.
Milwaukee se encuentra ya blindada ante la llegada del expresidente y la celebración de la convención, con el centro de la ciudad cerrado al tráfico y numerosa presencia policial y vallas en torno al centro de congresos, donde se espera la presencia de 15.000 delegados del Partido Republicano procedentes de los 50 estados del país
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