“El tirano Alexandre (de Moraes) es el dictador de Brasil y Lula (Da Silva) es su perrito faldero”. Así se refirió Elon Musk en la red social X (ex Twitter), un día después de recibir la intimación del juez de la Corte Suprema para que designe, en apenas horas, a un representante legal del grupo.
Pero así como el empresario africano, devenido norteamericano, expresó su rabia insultante contra las autoridades brasileñas, políticas y judiciales, también recibió una pésima noticia de parte de ellas: el magistrado bloqueó todas las cuentas financieras de Starlink Holding en el país, de modo que los fondos ingresarán el Supremo Tribunal Federal en concepto de pago de “deudas” contraídas por falta de pago de multas aplicadas al grupo estadounidense, dueño entre otras firmas, de la Plataforma X.
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El nuevo round entre la Corte Suprema de Brasil y el dueño de la Plataforma X Elon Musk dejará hoy sin chances de twittear a las 212 millones de personas que habitan este país, el quinto en extensión geográfica. No es el mejor momento para bloquear una red social que utilizan desde el presidente Lula da Silva, sus ministros, los partidos políticos, empresarios, periodistas, gobernadores y parlamentarios hasta los ciudadanos “de a pie”. Prácticamente todos, sin excepción, abrevan en esa fuente de información, cuando apenas falta poco de un mes para las elecciones de medio término del 8 de octubre.
Todo va a depender de que el empresario sudafricano, y ahora norteamericano, cumpla con la exigencia del juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes. El magistrado le dio al super rico, un plazo de un día que vence este jueves a las 20 horas para que nombre, en Brasil, un representante legal de la compañía “so pena de la inmediata suspensión de actividades de la red social”.
Queda apenas una instancia que podría eventualmente ser “salvadora” y evita su derribamiento: la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) que debe dar la aprobación definitiva del fin de X en Brasil.
Hay toda varios episodios de pujas por detrás de esta demanda. Curiosamente, dadas las circunstancias del conflicto, Moraes cursó su intimación a través de un twitteo.
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Desde luego, los juristas brasileños cuestionaron el procedimiento del magistrado de la Corte. Dijeron que el método informal puede invalidar la decisión judicial, pero subrayaron que si Musk no cumple con la petición, la plataforma X dejará de funcionar. Inclusive, señalaron que la ausencia de representantes legales de la red social implicará la incapacidad de la compañía de permanecer en el territorio brasileño. Para los especialistas, citados por medios periodísticos locales, “la suspensión de X sería ilegal, porque no es posible hacer una intimación judicial por Twitter”.
La historia de las peleas entre Musk y el juez Moraes viene desde hace tiempo. En abril último, el magistrado había culpado al empresario multimillonario, de no cumplir con las decisiones judiciales del país. La excusa dada por el dueño de X es que Brasil incurre de ese modo en coerción a la “libertad de expresión”. Lo cierto es que a partir de esa definición Musk procedió a cerrar sus oficinas brasileñas y carece de abogados que defiendan los intereses de su compañía. Él es investigado en el proceso judicial número 4.957 que apunta a develar “delitos de obstrucción a la justicia”.
Desde el último 17 de agosto, las oficinas de X están completamente cerradas. Según Musk, su abandono de territorio brasileño obedeció a “amenazas y censura” por parte de la Corte. El supermillonario, uno de los más ricos del mundo, publicó en su perfil de Twitter una foto de Alexandre de Moraes producida por inteligencia artificial, donde el juez aparece con vestimenta y gestos que lo muestra como uno de los personajes maléficos de las películas de Harry Potter. Allí aparece una descripción del propio empresario donde dice que “la imagen parece a la de un hijo de Voldemort o de Lord Sith que se torna juez en Brasil”.
Publicada horas después de la demanda, cursada por Moraes a través de X, indica que Musk “está al tanto” de esa intimación. “Si él hubiera permanecido en silencio, esa exigencia no habría sido válida” afirmó un analista judicial. ¿Dónde está el origen del problema?: en que el juez y la Corte exigieron a Musk que bloquee determinados perfiles por la “diseminación de noticias falsas y ataques a instituciones”. Para empeorar la confrontación, el empresario llegó a activar aquellos perfiles que habían bloqueado en el Supremo Tribunal Federal. Como consecuencia de esta pelea, Musk acusó a Moraes de “sinvergüenza” y pidió que renunciara o, en caso contrario, él promovería un proceso de impeachment, para lo que contaba con aquéllos parlamentarios que le son afines, como los que pertenecen al sector político de Jair Bolsonaro.
DS CP
