El vicepresidente de grupo Perfil, Agustino Fontevecchia, viajó a Polonia y participó de las actividades organizadas por el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz. “Estar ahí te da una dimensión que no vas a poder comprender nunca leyéndolo, ni viéndolo académicamente o en el cine, dijo en Longobardi, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).
Alejandro Gomel (AG): Saludamos a Agustino Fontevecchia, que es el vicepresidente del Grupo Perfil y está allí participando en la que este año es una muy especial Marcha por la Vida.
Estamos, en lo que se llama la Marcha por la Vida. Sucede a 80 años de la liberación de Auschwitz-Birkenau. Yo estoy parado en este momento a metros de lo que creo que es el crematorio dos. Todos los crematorios de acá fueron explotados por los nazis en su huida, días antes de que llegara el Ejército Rojo.
Y te cuento rápidamente lo que está pasando acá: tenemos aproximadamente entre siete y ocho mil personas que participan de la Marcha por la Vida. En el caso mío, estoy con un grupo de periodistas que vinimos con el contingente y la delegación argentina que trajo el Museo del Holocausto de Buenos Aires.
Estuvimos varios días antes visitando lo que fue, digamos, la previa de la situación del exterminio de los judíos. Estuvimos en el gueto de Varsovia, estuvimos en el barrio judío de Cracovia, como también en los campos de exterminio, que eraTreblinka, y ahora Auschwitz-Birkenau.
AG: Qué fuerte, ¿no? ¿Qué te pasa por el cuerpo, qué se siente estar en ese lugar, en el lugar donde, bueno, fue el momento más oscuro de la humanidad?
Sí, la verdad es que uno lo estudia, lo lee en libros, lo va conociendo, interiorizando, hasta ve algunas películas... pero una vez que venís acá... Estoy, bueno, como te digo, en este momento parado al lado de un crematorio donde entraban más de mil personas, me parece, por tanda.
Y te cuentan que tuvieron que extender las vías para que estén más cerca del crematorio, para acelerar el proceso de exterminio. Y vos imaginás que alguien llegaba a Auschwitz-Birkenau en tren, lo bajaban como un animal, lo sacaban del tren, y en una hora a una hora y media ya había sido convertido en cenizas.
Y a la velocidad en la que lo hacían te da una dimensión que no vas a poder comprender nunca leyéndolo, ni viéndolo académicamente o en el cine. Es estar ahí.
Elizabeth Peger (EP): Es también una semana muy fuerte a nivel internacional, a partir del fallecimiento del Papa Francisco, y quería consultarte si, en este marco, en esta recorrida, hay un recuerdo allí también de la tarea del Papa en ese sentido, y su marcado discurso en favor del diálogo interreligioso.
Y mirá, nosotros nos enteramos del fallecimiento del Papa en el cementerio judío que está al lado del gueto de Varsovia. Todo un lugar para enterarse de eso. Estábamos con colegas de otros medios y con la delegación. En un principio, obviamente, uno dudaba.
Acá estaba la colega Inés Capdevila, de La Nación, que nos dio la confirmación por parte de Elisabetta Piqué. Ahí ya sabíamos que era real. Acá vos tenés una combinación de historia y espiritualidad. Lo que hacen los que hacen esta marcha...Entonces estamos con un rabino, con un historiador, y la verdad es que hubo varios momentos para parar y reflexionar sobre el Papa.
Y también es una situación interesante porque, obviamente, esta es una marcha organizada por organizaciones judías. El Papa hizo mucho por tratar de tender puentes con el resto de las religiones, pero también en un momento en el cual hubo un ataque terrorista de Hamas a Israel, y una brutal respuesta por parte de Israel contra los territorios palestinos. Y eso también atraviesa la conversación acá.
Yo, en varios momentos, traté de hablar de esos temas con los referentes que tenemos acá. Y bueno, el Papa hizo un montón por tratar de reducir la guerra, pero también hay algunas, no sé si dudas diría, pero sí cuestionamientos a la posición del Papa para con Israel, entre este grupo.
Y bueno, creo que eso también demuestra lo que era Francisco. Que decidía decir lo que pensaba, luchar por las causas que a él le parecían correctas, sin importarle mucho lo que era políticamente correcto. Pero la verdad es que fue un lugar muy particular para que suceda, y se nota el respeto que genera la imagen del Papa.
AG: ¿Cómo sigue allí el recorrido que estarán haciendo? Es muy interesante porque habían estado también en el gueto de Varsovia, ahora fueron al lugar de la muerte.¿Cómo sigue ese recorrido tan interesante que están haciendo los periodistas que están allí en este momento?
Bueno, estamos en el clímax del evento. Se arrancó por la ciudad de Varsovia, donde fue el famoso gueto de Varsovia, donde se dio el levantamiento, que fue brutalmente aplastado por los nazis, pero es como una señal de resistencia y esperanza. Fue el primer momento en que la población judía de Europa dejó de caminar mansamente hacia la muerte y empezó a resistirse.
Luego estuvimos en Treblinka, que fue un centro puramente de exterminio. Acá nos remarcan la diferencia entre los centros de concentración, centros de trabajo y los que eran centros de exterminio. El de Treblinka era puramente para matar. No había gente que estaba para trabajar forzadamente.
Y luego fuimos hasta Cracovia, desde donde vimos un poco lo que era la vida de la comunidad judía, cómo evolucionó en Europa, y cómo se empezó a gestar el germen del antisemitismo. Y finalmente hicimos una visita por Auschwitz-Birkenau, donde efectivamente vos tenías un campo de concentración y un campo de trabajo forzoso…
O sea, acá había empresas a las cuales el gobierno alemán les ofrecía mano de obra barata, por llamarlo de alguna manera, eran esclavos con el doble rol de trabajar a bajo costo y de morirse. Porque ellos buscaban exterminar a los judíos.
Entonces, acá había una industria de la muerte que aparte buscaba un rédito económico y un rédito racial.
Y bueno, hoy es la marcha, que es el momento simbólico. Va a estar el presidente de Polonia y el presidente de Israel, además de un montón de delegaciones, y va a haber ahora algunos discursos.
Y bueno, acá la figura máxima de este grupo es Marcelo Mindlin, que es quien maneja el Museo del Holocausto, y quien hizo la convocatoria con un grupo muy interesante de gente. Así que la verdad es que fue un evento bastante, bastante interesante.
EP: Ahora Agustino, en ese marco donde se recuerda algo tan tremendo y tan terrible como el Holocausto, en un contexto donde en Europa y en otros lugares del mundo reaparecen opciones políticas neoconservadoras, ultraliberales, o que se basan en conceptos del fascismo, del nazismo... ¿Qué espíritu aparece ahí, en esa Marcha por la Vida? ¿Qué les pasa a los jóvenes que marchan, cuando ven que aparecen en Europa o empiezan a proliferar espacios políticos fascistas, grupos neonazis?
Mirá, ellos constantemente están remarcando que esto pasó de verdad, y lo hicieron personas de verdad. Durante todo el recorrido, y en varias de las conversaciones, hay como bien grabado el mensaje de los guías, del rabino que nos acompañaba, de tratar de recordarle a la población que esto sucedió, y que puede volver a suceder, porque fueron personas las que lo hicieron, al final de cuentas.
Y en ese contexto también, aunque le pasó principalmente al pueblo judío, también le pasó al pueblo polaco. Esto también es un gran crimen contra el pueblo polaco. También le pasó a otras minorías en Europa en ese momento. Y obviamente el pueblo judío está en alerta.
Y como comentaba antes, está siempre latente el conflicto con Hamas y la tensión con Irán. Y hay como una especie de duda por parte de los que participan acá y de las comunidades judías, de por qué no reciben el apoyo que creen que deberían recibir frente a lo que fue el ataque del 7 de octubre.
Entonces está latente ese tema en conjunto con esto de que el antisemitismo en cualquier momento puede brotar, y efectivamente está brotando. Pero a la vez hay una posición de esperanza. Acá hay varios sobrevivientes del Holocausto.
Nos acompañaba Rosa Rottenberg, que nos contó su historia. A ella la contrabandearon del gueto de Varsovia en un bolso, y terminó en un orfanato. Y a los cuatro años la vino a rescatar su viejo, que había salido de tres campos de trabajo forzoso.
Entonces, ella te cuenta su historia, y recién hace un par de días pudo finalmente encontrar la tumba de su madre, a quien después nunca recuerda. Y te cuentan estas historias fenomenales de lo que fue la Shoá. Y luego todo lo que sucedió después.
Y se ve una cierta resiliencia por parte del pueblo judío. Y aparte, desde la posición de ellos, ahora tienen un Estado-nación, que es Israel. Entonces, bueno, también está muy en juego donde se cruza la cultura con la política.
Porque después aparece un personaje como Netanyahu, que hoy está en el ala más de derecha, más fuerte de la política tanto de Israel como global, y genera una alianza con Trump, genera una asociación con Milei. Entonces se empieza a cruzar eso.
Acá había muchos judíos de Estados Unidos. Entonces yo le pregunté a algunos, y me dicen: “Mirá, el lobby pro-Israel en Estados Unidos es históricamente demócrata.” Entonces están un poco confundidos, claro, con Trump, que es muy pro-Israel. Así que es un lindo caldo de cultivo para ese tipo de debates.
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