Cientos de miles de personas se manifestaron en Estambul ayer para denunciar la detención del alcalde opositor Ekrem Imamoglu, que desencadenó la mayor movilización en Turquía en más de una década. “Estamos aquí con 300 mil personas”, clamó delante del ayuntamiento de la ciudad de Estambul Özgür Özel, presidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), principal formación de la oposición a la que pertenece Imamoglu.
Los cientos de miles de personas se movilizaron en la tercera jornada de protestas pese a que el presidente Recep Tayyip Erdogan advirtió que Turquía no toleraría el “terrorismo callejero”. “Esto no es un mitin del CHP, la gente aquí presente es de todos los partidos y vino a mostrar su solidaridad con el alcalde Imamoglu y a defender la democracia”, declaró Özel entre los vítores y aplausos de la multitud.
Mientras hablaba, estallaron enfrentamientos al margen de la protesta. Los antidisturbios lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma, según dos corresponsales de AFP que recibieron impactos en las piernas.
También hubo enfrentamientos en la capital, Ankara, y en la ciudad costera de Izmir, donde la policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos contra los manifestantes, según un corresponsal de AFP y la cadena opositora Halk TV.
“No salimos a la calle por la fuerza. Estamos aquí por culpa de Erdogan”, declaró a AFP Necla, un mujer de 56 años. “No creo en las acusaciones sobre Imamoglu. No hay hombre tan honesto como él”, aseguró.
La detención. El popular y carismático alcalde de Estambul fue detenido el miércoles en el marco de una operación en la que también fueron arrestados un centenar de sus colaboradores, diputados y miembros del partido. El alcalde, quien el domingo iba a ser proclamado candidato de su partido para las próximas presidenciales, previstas en 2028, fue trasladado a un centro policial, indicó su entorno.
Imamoglu está acusado de “corrupción” y de “apoyo a una organización terrorista” por supuestos vínculos con el ilegalizado Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), según el ministro de Justicia, Yilmaz Tunç.
Mientras Özgür Özel instaba a todo el país a protestar, Erdogan advirtió de que “Turquía no se doblegará ante el terror callejero”. “Dejen que lo diga alto y claro: las protestas callejeras que convocó el líder del CHP son un callejón sin salida”, declaró el presidente, acusando al político opositor de “grave irresponsabilidad”.