Más de una semana después del trágico hallazgo de Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, muertos en su residencia de Santa Fe, Nuevo México, junto a su perro, la investigación podría haber llegado a su fin. El informe forense dictaminó que la estrella de Hollywood y su mujer murieron por causas naturales, pero con varios días de diferencia.
Las autoridades determinaron que el actor falleció por una enfermedad cardiovascular, con un Alzheimer avanzado que contribuyó a su deterioro físico; por su parte, su esposa murió de síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad transmitida por roedores.
La médica forense Heather Jarrell explicó que una persona infectada con hantavirus puede comenzar a sentir síntomas, como la falta de aire, entre los tres y los seis días del contagio: “En las últimas etapas de la infección empezarán a notar líquido en los pulmones. Después de eso, una persona infectada suele sucumbir ante la enfermedad bastante rápido. No sé cuándo Betsy empezó a sentirse enferma”.
Las autoridades creen que Arakawa falleció el 11 de febrero y Hackman una semana después, el 18 de febrero, por los datos cardíacos obtenidos de su marcapasos. Es probable que el artista no supiera que su esposa estaba muerta debido a su avanzado Alzheimer.
El sheriff del condado de Santa Fe, Adan Mendoza, aclaró que los oficiales que llevan el caso considerarán que se trata de una investigación abierta hasta que cierren todos los cabos sueltos, incluida la causa de la muerte del perro, pero aclaró que la cronología que armaron responde a muchas preguntas relacionadas con el fallecimiento del actor y su esposa..
¿Qué es el hantavirus y cómo pudo contagiarse la mujer del actor?
El hantavirus es una enfermedad infecciosa potencialmente mortal, transmitida a los humanos a través del contacto con excrementos, orina o saliva de roedores infectados.
Esta infección suele ocurrir, de acuerdo a los expertos en el tema, cuando las personas inhalan partículas del virus en lugares cerrados o mal ventilados.
La enfermedad se presenta inicialmente con síntomas de fiebre, dolores musculares, vómitos y diarrea. En una segunda etapa, el hantavirus puede provocar daños gravísimos en los tejidos pulmonares.
Como las opciones de tratamiento son muy limitadas, la mejor protección contra el hantavirus es evitar los roedores y sus hábitats naturales.
