Sandra Díaz, investigadora del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC) fue reconocida, con el Tyler Prize 2025 por sus estudios sobre el entrelazamiento entre la biodiversidad y los seres humanos. Conocido popularmente como “el Premio Nobel del Medio Ambiente”, este galardón es considerado una de las distinciones ambientales anuales más prestigiosas del mundo, y destaca la gran urgencia de proteger los ecosistemas y valorar su impacto tanto en el bienestar humano como en el equilibrio de todo el planeta.
La científica argentina impulsa la incorporación del respeto por la naturaleza en la legislación y la economía, destacando sus contribuciones esenciales para la humanidad, en tanto que el Comité Ejecutivo del Premio Tyler le otorgó u$s 250,000 por su trabajo en la lucha contra la pérdida de la biodiversidad y su impacto en las sociedades, ya que Díaz ha sido clave en redefinir cómo se conceptualiza y valora la biodiversidad,
“La justicia socio-ambiental y el respeto por nuestras conexiones con otras formas de vida en la Tierra deben dejar de ser conceptos abstractos. El respeto por la naturaleza y sus contribuciones son vitales para la gente por lo que deben incorporarse en sectores de la legislación y de la economía”, señaló Díaz, tras conocer la noticia, a través de un comunicado de prensa.
Su trabajo refuerza la imperiosa necesidad de abordar la crisis ambiental desde una perspectiva interdisciplinaria, donde la ciencia y la sociedad trabajen juntas para preservar la biodiversidad, al tiempo que impulsa la incorporación del respeto por la naturaleza en la legislación y en la economía, destacando sus contribuciones esenciales para la humanidad.
Díaz también ha colaborado en estudios internacionales de gran relevancia, como el Informe de Evaluación Global de la Plataforma Intergubernamental Científico-Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), publicado en 2019, y participó en la Convención de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, promoviendo la integración del conocimiento ecológico en la toma de decisiones globales.