A veces el logro llega, pero no llena. Y eso, lejos de ser un fracaso, puede ser el inicio de una nueva etapa: una donde dejamos de correr detrás del “deber ser” para empezar a preguntarnos qué queremos de verdad. Porque nadie nos enseñó qué hacer cuando la meta se alcanza pero el alma no celebra.
En este momento, muchas mujeres empiezan a sentirse fuera de sintonía con el ritmo que venían sosteniendo. Intuyen que el verdadero bienestar no está en tener todo bajo control, sino en sentirse en paz con sus decisiones, con su energía y con lo que priorizan. No buscan hacerlo todo, sino hacerlo distinto.
Y ahí comienza la incomodidad: lo que antes motivaba ya no moviliza. Lo que antes se disfrutaba, ahora se sostiene por inercia. Y aparece esa sensación de estar viviendo en automático, cumpliendo roles, pero lejos de la propia autenticidad.
Si te sentís en ese punto de inflexión, no estás sola. Tal vez tu deseo ya no sea producir más, sino vivir mejor. No se trata de tirar todo por la borda, sino de permitirte reordenar tus prioridades con conciencia. De dejar de exigirte tanto y empezar a escucharte más.
Una forma posible de comenzar es preguntarte: ¿qué parte de mi vida estoy sosteniendo por costumbre, por mandato, por miedo? ¿Qué me gustaría hacer diferente si pudiera empezar hoy?
A veces, una sola pausa consciente puede convertirse en el punto de partida para rediseñar tu forma de estar en el mundo. Porque cuando el vacío aparece, no es señal de que algo esté mal. Es una invitación a reconectar con lo que sí tiene sentido para vos. Y ese camino, aunque desafiante, puede convertirse en el más auténtico de todos.
Paola Bossi
Psicóloga Holística
www.paolabossi.com
@paolabossi.ok
(0341) 153 831989