ESPECTACULOS
Laura Azcurra

“No perdamos de vista al vecino”

Artista multifacética, desde actriz hasta bailadora de flamenco, ahora estrenará ¡Frida! Viva la vida donde encarnará a Kahlo en el escenario de El Picadero. Reflexiona sobre el teatro, el colectivo Actrices Argentinas y sus éxitos.

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Trabajo. El unipersonal fue escrito por el dramaturgo mexicano Humberto Robles y lo dirige Julia Morgado. | GZA. PRENSA VIVA LA VIDA

Actriz, directora, presentadora y bailarina de flamenco está por enfrentar un gran desafío. Es que Laura Azcurra estrenará ¡Frida! Viva la vida, unipersonal escrito por el dramaturgo mexicano Humberto Robles y dirigido por Julia Morgado. Por ahora hará sólo dos presentaciones los jueves 20 y 27 de este mes a las 22 en el Teatro Picadero.

Participó de varios éxitos de la televisión abierta, como Campeones de la vida, Soy gitano o Son amores. En el teatro estuvo siete años integrando el elenco de Toc Toc y el año pasado estrenó Cómo provocar un incendio de Gonzalo Heredia.

—Se presentaron otras versiones de este texto, pero será la primera vez que la dirija una mujer: Julia Morgado. ¿Creés que ahí se marcará la diferencia?

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—A Julia la admiro y la conozco de Teatro x la Identidad, además de otros espacios. Ella es también actriz, cantante, dramaturga y directora. El texto es tan contundente que me movilizó y nos embarcamos a hacerlo. Ya estrenamos fuera de Capital, en otras ciudades. Empezamos en Benavídez, seguimos en Chivilcoy, todos espacios culturales ávidos de este material al que reciben con mucho amor. Para mí una misión es poder descentralizar el teatro en propuestas como éstas. Ahora que mi hijo es más grande (Marco) tiene dieciocho años y puedo hacer giras. Estuve bien ancladita durante siete años haciendo Toc Toc en la avenida Corrientes.

—¿Propusiste cambios al texto?

—Sí, lo condensamos y sacamos mucha mexicanidad, había varias terminologías que no las podías ni siquiera descifrar por contexto. Dejamos solamente a algunas de las palabras muy mexicanas que todos reconocemos. Logramos que tenga un abanico para poder atravesar los ejes centrales y más apasionados de la vida de Frida, como la pintura, el amor, el dolor, su accidente, su esperanza y su lucha. Está el activismo que tuvo junto a su compañero Diego Rivera y sus amigos artistas en ese contexto. La obra es como piezas de un rompecabezas que el público termina de componer.

—¿La pensaron para quienes no conoce la vida de la artista plástica mexicana?

—Hay gente que conoce todo de Frida, pero hay personas que por ahí se sienten atraídos en querer conocer más. Tal vez no sabían que ella tuvo poliomielitis desde los seis años en su pierna derecha y que luego el accidente que sufrió le rompió la columna, que estuvo mucho tiempo en cama y se sometió a varias operaciones para mejorarla. Entonces podemos también humanizar, empatizar y comprender un poco más no solamente la vida de Frida, sino la de muchas personas que tienen dolores corporales ya naturalizados en su vida.

—¿Cómo es tu composición de Frida Kahlo?

—Fue con mucho respeto y amor. Es muy difícil porque nunca había interpretado a un personaje histórico. Componer a alguien que ya existió también te condiciona, te ayuda en alguna parte pero en otra, hay una presión. Por suerte no hay mucha documentación de Frida en video y ni siquiera se le escucha la voz. Existe muchísimo material fotográfico, porque ella tuvo varios amantes que eran fotógrafos y fotógrafas. Gran parte de esos retratos que se conocen se los sacaron ellos. Me puse a investigar qué energía tendría esta mujer. Le gustaba mucho la naturaleza, las plantas y los animales. Tenía hambre de vida y de pasión. La composición física es muy clave porque por su poliomielitis tuvo cierta renguera, sutil y enérgica. Tengo el desafío de estar sola en escena y de hablar con acento mexicano. Me llevó mucho estudio y entrenamiento. Frida fue una apasionada del amor y principalmente de la vida.

—¿Qué balance haces de tus siete años de “Toc Toc”?

—Un balance hermoso y una experiencia única. Fue una nave espacial que ojalá pueda volver a sobrevolar. Tenía un elenco increíble de colegas y amigos. Estaba con Mauricio Dayub, Daniel Casablanca, Gimena Riestra, Diego Gentile y Nacha Córdoba, después vino Juan Grandinetti y Eugenia Guerty. Grandes compañeros que admiro profundamente: siempre tenía un momentito en la obra en donde estaba viéndolos actuar. Es muy hermoso hacer reír a la gente, todas las noches. Creo que ahí está el máximo premio y el súper tesoro de poder escuchar las carcajadas del público, saber que la pase bien y se divierte. Es algo que también me pasa con los show que hacemos con Tita & Rodhesia junto a Valeria Stilman. Creo que en este momento y en este contexto hace reír es algo muy valioso e importante.

—¿Qué recuerdo te dejó España, donde hiciste “Contracciones” por el Teatro x la Identidad?

—Fue en el 2005 y la llevamos al Festival Iberoamericano de Cádiz. La misión del Teatro x la Identidad es seguir conmoviendo, despertando y sembrando la duda por si hay alguien que la tiene respecto a su identidad. Quizás dejándose sensibilizar por el teatro necesite investigar sobre sus propios orígenes y puede acercarse a las Abuelas de Plaza de Mayo. Tal vez hay una familia esperando por esa persona y ésta es una misión urgente. Todavía tenemos que recuperar muchas personas y hasta que no esté la última con su identidad, sabiendo su origen y su raíz es un poco que estamos todos también sin identidad. En ese momento en España la recepción fue con mucha conmoción y con un paralelismo un poco más tímido que ahora con respecto a su propia historia con los desaparecidos y con toda el horror que el pueblo español atravesó en la época de Franco. Siento que ahora recién se está empezando a activar esa reparación histórica para toda la sociedad en su conjunto.

—¿Seguís participando del Colectivo de Actrices Argentinas?

—Sí, siempre estamos comunicándonos, unidas y compartimos información. Nos preguntamos cosas e invitamos a pensar. Es un espacio de crecimiento. Con más o menos fervor de acuerdo a la época y al contexto en el que estamos, pero lo principal es que no dejamos de ser un grupo de mujeres auto convocadas que nos interesan e interpelan las temáticas que tienen que ver con nuestra sociedad.

—¿Seguirás con los otros espectáculos?

—Sí, haremos funciones de Tita & Rodhesia junto a Valeria Stilman. Emprendemos una pequeña gira por la Patagonia y el 9 de marzo, como festejo del Día de la Mujer estaremos en Buenos Aires en el Café Berlín. Ya cumplimos dos años. Es teatro con improvisación y música en vivo. También siempre que podemos hacemos Salir del ruedo. Es nuestra obra de teatro físico junto a Mariana Astutti, ya llevamos nueve años y eso también es un orgullo. La perseverancia, la constancia con un material que sigue vigente y atrapando.

—¿Elegís trabajar con otras mujeres?

—Sí, pero se fue dando naturalmente también me gusta mucho la energía de los varones. Ellos son más pragmáticos y me gusta trabajar con hombres. Pero en estos proyectos se fue dando así. Tengo unas socias y unas compañeras increíbles. Nos retroalimentamos, cuidamos y apoyamos. Es muy difícil en estos tiempos mantener proyectos independientes, seguir perseverando, no contar con subsidios, ni con ayudas. Las instituciones están muy sacudidas y saqueadas.

—¿Te sentís presentadora?

—Anfitriona también me gusta y todo lo que sea en el ámbito del entretenimiento sano, divertido, fresco y amoroso me convoca. Me encanta entrevistar, conocer y dar luz a esas personas que están haciendo cosas hermosas y que se unen para ayudar a otras. El arte nos invita a pensar porque nos refleja. Esa es la parte más linda de nuestra humanidad y de nuestra argentinidad también, que es muy solidaria. No perdamos de vista al vecino, al que tenemos al lado, enfrente.